Letras

Amazon, 5 millones de títulos en la red

Librerías virtuales

28 marzo, 1999 01:00

Cuentan que cuando Cernuda trabajaba como
librero solía regañar a quienes elegían un mal libro. Abelardo Linares, dueño de la sevillana Renacimiento, esconde incluso sus volúmenes más amados para evitar perderlos en manos de lectores indignos. Y, sin embargo, lo cierto es que la mística de entrar en una librería "de las de siempre", de curiosear volúmenes, ojear una buena pieza, y hojearla sin desmayo, para luego deleitarse con ella en casa, está llegando a su fin. Primero fueron las grandes superficies, que redujeron el libro a mero objeto de consumo. Triunfaron, y hoy en España no hay
librería que venda lo que El Corte Inglés.
El siguiente paso era inevitable: internet. La red también ha atrapado al lector que se asomaba a sus portales curioseando. Porque ya no se trata sólo de leer o crear con internet. Ahora se trata de vender. Miles de millones de dólares. Y el culpable tiene un nombre: Amazon. Creada en 1994 por un treintañero llamado Jeff Bezos, la mayor librería virtual del mundo cuenta en la actualidad con un catálogo de casi cinco millones de títulos, solicitados por los seis millones de lectores que, hasta el momento, se han dejado seducir. Y sigue creciendo. Tanto que el gigante Bertelsmann ha decidido plantarle cara. ¿La dirección? http://www. amazon.com

Sin embargo, ni siquiera es preciso buscar expresamente esta dirección: como cualquier internauta sabe, al navegar tras un término, un personaje, acontecimiento o tema en internet, inmediatamente aparece el señuelo. Está a la derecha de la pantalla: "libros sobre [el asunto en cuestión] amazon.com". Tal vez luego las entradas sean poco interesantes, pero el navegante ya ha caído. Acaba de traspasar el umbral de uno de los laberintos más fascinantes que pueda imaginar, así que difícilmente podrá salir a la primera. Está en Amazon, la mayor librería virtual del mundo.
Su catálogo on-line es impresionante: cuatro millones setecientos mil libros, de los que un millón setecientos mil corresponden a títulos publicados en lengua inglesa, y el resto, a los otros idiomas del mundo. Además de infinidad de librerías que colaboran con Amazon, existen dos empresas subsidiarias en Alemania y Reino Unido.
Creada en 1994, y con sede en Seattle, Amazon comenzó a funcionar en la red en 1995 y cuenta en la actualidad, según fuentes de la misma empresa, con más de seis millones de clientes. Cuatro años después, aún tiene pérdidas, pero, aunque no proporciona datos oficiales de ventas por considerarlos "confidenciales y de uso interno", lo cierto es que en la actualidad está valorada en nueve mil millones de dólares, es decir, algo más de 1.305.000 millones de pesetas.
Además, según algunos informes económicos publicados a finales del 98, en el segundo tercio del año Amazon vendió por valor de 118 millones de dólares. Casi seis veces más que lo facturado por el servicio on-line de su gran rival en Estados Unidos, Barnes & Noble (la mayor cadena de librerías del país) en seis meses (apenas 22 millones).

Internet, un niño tecnológico
Y sigue creciendo, a pesar de la competencia. Al cabo, y como repite con frecuencia su creador, Jeff Bezos, el comercio en internet está aún en pañales. "Se halla -insiste- en el mismo punto que los hermanos Wright y la aviación. La red es un niño tecnológico". Un niño con problemas: a menudo, la conexión se interrumpe o se hace imposible, así que los responsables de Amazon se declaran conscientes de que han de compensar estos inconvenientes con precios más bajos, mejores servicios, rapidez, eficacia, un sistema de fácil empleo, una gran selección de productos y un completo catálogo virtual. A diferencia de una librería convencional, que realiza tres o cuatro veces al año el inventario de sus fondos, Amazon lo actualiza ciento cincuenta veces al año.
Y eso a pesar de que, según el propio Bezos reconocía en una reciente entrevista, la tecnología actual es tan primitiva que había que tener el coraje de explicar a los clientes que si encontraban una vía más eficaz para satisfacer sus necesidades, no debían dudarlo. Pero los datos son muy obstinados. La mayor librería real del mundo tiene "sólo" 175.000 títulos. No hay edificio en el mundo que pueda contener los libros del catálogo de Amazon. Pero no es preciso, porque a lo que se compromete esta empresa on-line es a localizar el ejemplar buscado a través de sus suministradores, uno de ellos un almacén de Roseburg (Oregon) considerado uno de los mayores del mundo. Acaso por eso, Bezos puede presumir de ser "el más autorizado vendedor de libros en la web, y vamos a continuar haciendo posible que los clientes encuentren los libros que desean, y que los libros encuentren los lectores que merecen".

Novedades al 40 por ciento
No sólo libros. En Amazon se pueden comprar discos, vídeos, DVD, regalos, software, hardware... Además, Bezos acaba de adquirir la mitad de una empresa que va a vender medicamentos en la red. Porque, según el empresario, un americano medio compra cuatro libros al año, y consume medicamentos cada pocas semanas.
Pero es mejor no dispersarse en los meandros de este fascinante asunto. El precio. Si se trata de una novedad, y especialmente de un best-seller, Amazon ofrece un descuento que oscila entre el 30 y el 40 por ciento. A medida que disminuye la popularidad del libro y aumentan las dificultades para localizarlo, menor es la rebaja, e incluso en ocasiones se cobra un pequeño recargo.
Compensa. Si se trata de un libro agotado, Amazon se compromete a buscarlo a través de su red de empresas colaboradoras y las librerías de segunda mano y a proporcionar información de los resultados de sus pesquisas sobre el mismo en dos o tres semanas.
El tiempo de entrega de los libros solicitados oscila desde las veinticuatro horas para los más vendidos a tres o cuatro semanas para los inencontrables. Además, se proporciona información sobre futuras novedades editoriales, para que el futuro cliente pueda anticiparse y reservarlo.
Al abrir el pasado miércoles la página, Amazon.com recomendaba el último libro de Bill Gates, Business @ The speed of thought. ¿Opciones? El interesado puede bucear en el resto de la obra de Gates, conectarse con los libros de economía e informática, a otros autores que han tratado el mismo tema...

Lewinsky y Le Carré
El best-seller de la semana es -no podía ser otro- la historia de Monica Lewinsky. Al tirar del hilo, el internauta se conecta con la página de los más vendidos. El libro de la becaria se ofrece con un 40 por ciento de descuento. Además de otras novedades, se incluye la lista de los cien mejores best-sellers según Amazon -todos en venta-, aunque se puede buscar el libro deseado por autores y temas; aparece también una relación de los más vendidos en tapa dura y blanda y una entrevista con un popular autor de novela negra, Robert Parker.
El autor de la semana resulta ser John Le Carré, y el libro, Single and Single, publicado en España por Plaza & Janés. Al pedir más información, Amazon ofrece una breve reseña biográfica del autor; una relación de todos sus libros -que pueden encargarse al instante-; el perfil del escritor, con fragmentos de entrevistas y las primeras páginas de su último libro, cuarto en la lista de best-sellers de Amazon. Al tiempo, se pueden leer los comentarios de otros compradores sobre Single...; reseñas literarias; los nombres de otros autores y títulos adquiridos por los clientes que han comprado lo último de Le Carré, así como una completa lista de materias relacionadas que se sugieren para seguir profundizando en el tema escogido...
Otra de las páginas de Amazon descubre un nuevo pasadizo del laberinto: todos los ganadores de cincuenta y ocho premios literarios del mundo entero, desde el Pulitzer (1965-98) al Booker (1969-98), pasando por el Nobel (1901-1998), a la carta. En el caso del Pulitzer, se recomienda al internauta que consulte esa página el próximo doce de abril para conocer de primera mano el nombre de los ganadores de 1999. Y, claro está, encargarlos antes que nadie. También se ofrecen las recomendaciones de clubes del libro como el de la presentadora de televisión Oprah Winffrey, entrevistas y artículos sobre escritores...

Instrucciones de empleo
Una vez que el lector decide comprar un título, bien por las sugerencias de estas páginas, bien porque ha encontrado el libro que buscaba, debe enviar su e-mail. Se le pide su clave, su "password" y, una vez comprobados los datos, se convierte en cliente y se le abre una cuenta. Puede pagar con tarjeta de crédito, porque Amazon garantiza la seguridad del servicio "al cien por cien". Eso significa que "usted no paga nada si hay cargos no autorizados en su tarjeta por una compra en Amazon.com. Si se siente más seguro, puede comprobar su cuenta después de haber efectuado cada una de sus órdenes de pago".
Como antes se ha mencionado, si el título está agotado, la librería virtual se compromete a buscarlo a través de suministradores de libros de segunda mano. Una vez localizado, se informa al cliente vía e-mail sobre el precio, estado del ejemplar y principales características del volumen para que apruebe su compra. Sólo entonces se le envía. Además, si por un error -"posible, pero inusual"- el precio de compra es mayor que el establecido en el catálogo, se avisa al comprador instantáneamente, y no se carga a su cuenta dinero alguno sin su aprobación. Una vez que recibe el ejemplar solicitado, el cliente dispone de treinta días para devolverlo si lo encuentra deteriorado en algún concepto o no responde a la información proporcionada.
Es la pregunta de los nueve millardos de dólares: ¿cómo empezó todo? Según ha relatado el propio Jeff Bezos, en la primavera de 1994 asumió el gran reto de abandonar su trabajo como vicepresidente en una prestigiosa firma de Wall Street y se trasladó al Oeste sin un plan concreto. En realidad, sólo tenía algo muy claro: el negocio era internet. Bezos estaba impresionado por las estadísticas que confirmaban que internet estaba creciendo al año un 2.300 por cien. "Si algo crece tan rápidamente, va a ser universal de forma casi inmediata. Fue un verdadero despertar", ha explicado.
Cuenta la leyenda -difundida, obviamente, desde Amazon y por internet- que mientras Bezos viajaba rumbo al Oeste en un chevrolet, comenzó a analizar metódicamente las oportunidades más prometedoras del comercio virtual, así que hizo mentalmente una lista de posibles productos susceptibles de ser comercializados en la red. La primera relación, de veinte, acabó reducida a cinco: libros, música, vídeos, sofware y hardware. Finalmente eligió los libros porque resultaba la categoría más numerosa y con más posibilidades de todas.
Instalado junto a su mujer en Seattle, logró reunir varios millones de dólares de inversores privados y en julio de 1995 Amazon comenzó a funcionar. Hasta hoy. Hace unos meses, un empresario americano llamado Seth Godin captaba la atención de los dos mil delegados de la Conferencia Nacional de "Database Marketing" agitando un nuevo fantasma: ¿qué pasaría si, ahora que Bezos conoce los hábitos de lectura de millones de clientes, y que tres millones de ellos, por ejemplo, compraron el último libro de Stephen King, le telefonease a su casa de Maine y le propusiera editarle el siguiente y repartirse los beneficios? Amazon obtendría diez millones de dólares. "Y Amazon, concluía Godin, puede hacer algo así cada quince minutos". ¿En el futuro se convertirá entonces en una editorial virtual? Según los expertos, no es descartable, aunque los portavoces de la empresa sólo reconocen estar dispuestos a mantener el primer lugar conquistado.

Bertelsmann, en acción
Algo que la competencia está muy lejos de consentir. Para empezar, Bertelsmann anunciaba a mediados de agosto su intención de convertir su entonces futura librería electrónica, Booksline, en la más importante del mundo. Y a finales del 98 confirmaba una inversión de doscientos millones de dólares en la división on-line de la ya citada Barnes & Noble. Al cabo, se trata del tercer grupo multimedia del mundo, dueño de la BMG, de la mayor editorial americana, Random House, socio de America Online en Europa y de Lycos Europa, con poderosas divisiones editoriales en Europa, España inclusive. Sin mencionar cómo podrían afectar a Amazon acuerdos internos entre las editoriales de Bertelsmann y su canal-on line. La batalla acaba de empezar.