Letras

Thomas Mermall

“La profecía de Ortega sobre las masas se ha cumplido“

8 noviembre, 2000 01:00

Ortega y Gasset, hoy

El último día, el Congreso está dedicado a La rebelión de las masas (1930), "el libro más difundido, comentado y controvertido" de Ortega. Con un ponente muy especial: Thomas Mermall (nacido en Checoslovaquia en 1937), catedrático de Literatura Española en Brooklyn College y en el programa doctoral de la City Univertity de Nueva York, que es uno de los máximos orteguianos del mundo.

La rebelión de las masas apareció primero en los folletones de "El Sol" entre el 24 de octubre de 1929 y el 10 de agosto de 1930. Aunque el libro quedó concluido en 1929, Ortega y Gasset retrasó su publicación hasta el 31 de agosto de 1930 para que salieran primero las últimas entregas periodísticas.

Desde su publicación en forma de libro ha sido numerosas veces reeditado. Según explica el propio Thomas Mermall en su edición de la obra, esencial, publicada por Castalia en 1998, cuando en 1946 Ortega hace una importante revisión de sus Obras Completas, "se contaba ya con once ediciones". Además, se tradujo inmediatamente al alemán (1931), al inglés (1932) y "posteriormente al resto de los países europeos -la traducción francesa es de 1937, y la italiana, de 1945. En España, a los dos años de su publicación se había alcanzado una tirada de ciento veinte mil ejemplares y en Alemania se vendieron trescientos mil". En Inglaterra e Italia no tuvo demasiada difusión, mientras que en Estados Unidos se han vendido hasta la fecha más de cien mil ejemplares.

En cuanto a las reacciones en la Prensa en el momento de la publicación de la obra, vale la pena recordar lo escrito, hace sesenta años, por Thomas Mann y Herman Hesse. Así, el autor de La montaña mágica elogia desde las páginas del "New York Herald Tribune", el 13 de septiembre de 1931, La rebelión de las masas "como una obra de excepcional acierto sobre la psicología del hombre-masa -desde el punto de vista cultural el fenómeno más amenazante de nuestro tiempo". Por su parte, Hesse recomienda encarecidamente la obra "porque es uno de esos libros en los que una época lucha por tomar conciencia y trata de dibujar su propio rostro..., obra de uno de los pocos hombres que tienen un conocimiento verdadero de la esencia de la historia y con ello de la situación de la humanidad actual".

Los efectos de la rebelión

-Setenta años más tarde de su publicación, ¿por qué sigue siendo "tema de nuestro tiempo" el análisis de Ortega y Gasset sobre "la rebelión de las masas"?
-Lo es porque no sólo se ha cumplido la profecía de Ortega con pasmosa exactitud sino que las nuevas tecnologicas han ampliado y exacerbado la difusión de la mediocridad como norma, que es el principal efecto de dicha rebelión.

Para explicar contundentemente este carácter "profético", Mermall parte de la declaración que figura en el último párrafo del primer capítulo que Ortega pone en cursiva: "Lo característico del momento es que el alma vulgar, sabiéndose vulgar, tiene el denuedo de afirmar el derecho de la vulgaridad y lo impone dondequiera", lo que a su juicio es hoy "mucho más evidente que entonces". También, sigue Mermall, "unas líneas antes el autor reconoce y aplaude el incremento de bienes materiales de los que disfrutan las gentes, pero deplora la intervención directa de los no cualificados y los mediocres en política, así como la imposición de gustos y preferencias del hombre-masa en todos los órdenes de la cultura". Pues bien, nunca ha sido más cierta que ahora.

Pero hay más. Como escribe Mermall, "Ortega fue el gran clarividente de la desmoralización de la vida europea: previó el fracaso del fascismo y del bolchevismo -vías anacrónicas y contraproducentes para dar solución a la crisis europea-; amonestó contra los desvaríos de un nacionalismo a ultranza cuyos horrores presenciamos pasmados estos días..."

-¿Qué cree que hubiera cambiado Ortega y Gasset, de haberlo escrito en nuestros días, a la vista de los acontecimientos del siglo?
-El peligro del fascismo que Ortega anunciara en su famoso libro ha desaparecido y los efectos de la rebelión de las masas son políticamente más benignos -aunque no menos insidiosos para la vida pública.

-¿De qué manera se han visto confirmados los peores temores del filósofo sobre el poder de las masas y sobre las minorías?
-Esta rebelión se ha confirmado en el mundo mediático, en las instituciones y profesiones de las sociedades de Occidente, en las que todo valor se mide por el más bajo rasero y el intento de algunas minorías de elevar el nivel intelectual y cultural del público queda descalificado por "elitista." Según Ortega, la democracia es deseable e imprescindible como derecho político pero queda exceptuada del ámbito intelectual y estético al que no se le puede aplicar la tabla igualatoria.

Tergiversaciones maliciosas

-¿Por qué en alguna ocasión se ha considerado que este libro justifica las dictaduras?
-Los que pretenden justificar dictaduras a base de La rebelion de las masas no han entendido o han tergiversado maliciosamente el contenido y la intención del libro. Ortega fue liberal-demócrata firme y confeso. Por cierto que Ortega pedía autoridad, pero ésta sería la autoridad intelectual y moral que emana de la ejemplaridad y nada tiene que ver con la coercion o la fuerza.

Es ésta una de las cuestiones esenciales en torno a la obra que el propio Mermall intentó desmontar en su introducción a La rebelión: "No es posible dar una explicación enteramente satisfactoria de la extrema politización de que ha sido objeto la obra orteguiana. Conviene, sin embargo, intentarlo. En primer lugar, los términos "masas" y minorías selectas" conllevan en nuestro siglo unas connotaciones políticas y morales de alto voltaje, imágenes que disparan reacciones automáticas en cualquier discurso cultural .
»Si bien es cierto que el concepto de muchedumbre adquiere carta de naturaleza en la era moderna con la Revolución Francesa, será la ideología marxista la que contraponga a masas y minorías en conflicto de clases y estableciéndolo como fundamento de la realidad social y motor de la historia (fundamento que Ortega rechaza).
Como el marxismo ha sido hasta hace fechas muy recientes la gran creencia confesa e inconfesa de nuestro tiempo, no ha de sorprender que no pocos intelectuales, no ya de confesión marxista sino también los que defienden principios liberal-democráticos y progresivos comulguen con la demonización de las elites y la beatificación de las masas. La habitual crítica hostil formulada desde la izquierda contra La rebelión en particular y contra la obra de Ortega en general procede de la mitificación de los conceptos "clase obrera", "clase humilde", etc. y la firme convicción de que el pensamiento orteguiano es su enemigo implacable. [...]
»Si bien es cierto que Ortega ha criticado las instituciones de la democracia y el Parlamento nunca rechazó su valor como medios de convivencia; liberal convencido y firme, insistió en el difícil e inestable equilibrio entre libertad personal y democracia, pero siempre aceptó que la tensión entre ambas era la consecuencia inevitable de un sistema preferible, con creces, a la revolución proletaria o al Estado nacionalista en su versión fascista. Ortega jamás niega la igualdad política, social o jurídica de la democracia, pero insiste en que ésta debe quedar exceptuada del orden estético, científico y religioso. El lector confirmará en las páginas de La rebelión una enérgica defensa de principios democráticos en la esfera política y la inequívoca condena del bolchevismo y del fascismo como vías muertas de convivencia"

-¿En qué consiste la condena orteguiana al nacionalismo?
-Ortega consideraba el nacionalismo no sólo socialmente dañino y contraproducente sino también anacrónico. Su ideal fue la Unión Europea.

Repensar la modernidad

-¿Qué supone hoy La rebelión de las masas en el pensamiento contemporáneo?
-La rebelion de las masas supone hoy una gran oportunidad de repensar nuestra modernidad y posmodernidad. Se da el caso de que Ortega y Gasset también notó una vertiente positiva en la sociedad-masa. Señala en otro libro suyo una "crisis de los deseos" en la que las gentes disponen de toda clase de bienes y de una gran potencialidad técnica pero no saben cómo aprovecharlas por falta de imaginación. El pensamiento actual podría indicar el camino hacia la resolución de esta crisis.

-¿Cómo ha sido el proceso de las masas a lo largo del siglo, desde la "rebelión" a la "degradación" de la que hablan algunos filósofos?
-El proceso de la degradación de las masas es tema al que dedicara su ponencia el profesor Ignacio Sánchez Cámara. Yo sólo diría que el bajísimo nivel intelectual que campea por los mundos mediáticos, en los centros de enseñanza y en el discurso público ha incapacitado las facultades analíticas y reflexivas de las gentes hasta un punto que quizá sorprendería al propio Ortega.