Una trama urbana, impregnada de una cierta conciencia generacional, sirve a Belén Gopegui en esta, su tercera y acaso su mejor novela, para tratar el drama de la soledad en compañía y sus terribles consecuencias. Personajes que avanzan por líneas paralelas -empleados en una multinacional, parejas en crisis o en plena superación de la ruptura- pero igualmente desengañados son los actores de una historia en la que la decepción -aunque nunca la desesperanza- prevalece después de todas las peripecias. Una mirada lúcida y crítica sobre la sociedad actual contada por una de las mejores -¿la mejor?- plumas de su generación.