Normandía, principio del fin de una guerra
Se cumplen sesenta años del histórico Desembarco
3 junio, 2004 02:00Considerada la más sangrienta de las guerras del siglo XX, la segunda guerra mundial vuelve a resurgir, y lo hace debido a la conmemoración del sesenta aniversario del Desembarco de Normandía. Para recordar la famosa batalla que puso fin al trágico conflicto, resulta imprescindible recordar a los personajes cuyas influencias fueron claves para la victoria. Así, Roosevelt, despreciando los argumentos de Churchill, ordenó el desembarco de 250.000 hombres y 50.000 vehículos pertencecientes a los ejércitos norteamericano y británico en Francia con el fin de acabar con la llamada Muralla del Atlántico (establecida por los alemanes en la costa francesa). A pesar de que las primeras incursiones de las tropas aliadas no fueron demasiado acertadas, finalmente lograron imponerse a las tropas enemigas y poner fin así a casi seis años de hostilidades.
LOS PROTAGONISTAS DE LA CONTIENDA
Franklin Delano Roosevelt. Nace en Nueva York, el 30 de enero de 1882, en una familia acomodada. Tras recibir una educación elitista y doctorarse en Derecho en la prestigiosa universidad norteamericana de Columbia, en 1910 decidió dar el gran salto a la política. En 1928, tras una imparable carrera política, se hizo con el gobierno de Nueva York y cuatro años más tarde fue elegido presidente gracias a casi veintitres millones de votos.
El inicio de la II Guerra Mundial en 1939, y el avance de los nacionalismos alemán e italiano, supuso el principio del intervencionismo de Estados Unidos en cuestiones internacionales. Así, tras el comienzo de la Guerra, Roosevelt apoyó económica y materialmente a sus aliados, Gran Bretaña y Francia. Pero el hecho que determinó la entrada de Estados Unidos en la gran contienda fue, sin duda, el ataque japonés a Pearl Harbour (Hawai) en 1941. A partir de ese momento, el país entero fue movilizado para suministrar armamento, resultando primordial su participación en el curso del conflicto. Sin embargo, el propio Roosevelt no pudo ver personalmente la victoria aliada al fallecer el 12 de abril de 1945.
Winston Churchill. Hijo de lord Randolph Churchill y de la norteamericana Jennie Jerome, nació en el Palacio de Blenheim en 1874, propiedad de su abuelo, séptimo duque de Marlborough. Mal estudiante, dedicó su vida a combatir en el Cuarto de Húsares, uno de los más famosos regimientos del ejército británico, en Cuba, la India y el Sudán. A pesar de su amplia experiencia bélica, su entrada en política no se produjo hasta 1898, cuando decidió abandonar el ejército y solicitar el ingreso en el Partido Conservador.
Su papel durante la II Guerra Mundial fue decisivo para la conclusión del conflicto. En su cargo de Primer Ministro, Churchill fomentó un gobierno de unidad nacional, no sólo eliminando las diferencias partidistas, sino creando el ministerio de Defensa para racionalizar el esfuerzo bélico. Ante la inminente supremacía del ejército alemán, los esfuerzos de Churchill se centraron en lograr la entrada de la Unión Soviética y de Estados Unidos. Ambos objetivos se cumplieron, como ya confirmarían las posteriores reuniones con sus aliados Stalin y Roosevelt. Fallece el 24 de enero de 1965.
BIBLIOGRAFíA ESENCIAL
El desembraco de Normandía: Diez días para el día D
David Stafford
Espasa Calpe. 2004. 472 páginas, 21,51 euros
Este libro de reciente publicación relata la cuenta atrás del desembarco del Normandía desde diversos puntos de vista de sus protagonistas. Una interesante crónica que describe un momento clave de la historia, escrita con el estilo de un relato de intriga. El mismo autor publicó en el año 2000 Roosevelt and Churchill: Men of Secrets, si bien, hasta el momento, la obra no ha sido traducida a nuestro idioma. La Editorial óptima publicó en nuestro país en 2002 Desembarco de Normandía: El Raid más grande de la guerra, de Douglas Bolting (Trad. Daniel Laks. óptima. 2002. 208 páginas, 12 euros).
El día más largo
Cornelius Ryan
Trad. Aurora Ortiz de Zárate. Inédita Editores. 2004. 432 páginas, 24 euros
Una de las grandes obras del corresponsal de guerra Corenelius Ryan (1920-1974), quien avanzó por Francia y Alemania acompañando al Ejército del General Patton. El libro, originalmente publicado en 1959, es el fruto de casi diez años de trabajo y más de mil entrevistas con personajes que vivieron los acontecimientos de junio de 1944. El resultado es una obra que ofrece la visión humana de lo que fue el desembarco de Normandía, en la que se reflejan los testimonios de alemanes, franceses, británicos, canadienses y estadounidenses.
La Segunda Guerra Mundial (Vol.1 y Vol.2)
Winston Churchill
Vol I. Trad. A. Devoto. La Esfera de los Libros. 2001. 528 pags, 28 euros
Vol II. La Esfera de los Libros. 2002. 590 pags, 25'84 euros
Como testigo de excepción, Churchill describe el transcurso de la segunda guerra mundial y los principales episodios que en ella acontecieron, con la profundidad y la inteligencia del que está compuesto su análisis y la intensidad de su vivencia. Se trata, pues, de un testimonio directo sin parangón con ningún otro de sus protagonistas coetáneos: Hitler, Stalin o Roosevelt.
Winston Churchill: Una biografía
Sebastian Haffner
Trad. Rosa Sala Rose. Destino. 2002. 288 págs. 16'85 euros
De la lectura de la biografía de Sebastián Haffner se desprende que las circunstancias vitales de Churchill parecen haber concurrido para que éste desempeñase, justo en el momento oportuno, ni antes ni después, tras pasar por un largo periodo de ostracismo político, el papel que, tal como él creía, le tenía preparado el destino: llevar las riendas de su país en el momento más crítico de su historia, mantenerlo a flote y, finalmente, derrotar a sus enemigos. Una obra plena de brillantez e inteligencia.
Con nombre propio: de Franklin D. Roosevelt en adelante
John Kenneth Galbraith
Trad. Antonio Desmonts. Critica. Páginas 146. Precio: 10,80 euros
El prestigioso economista John K. Galbraith nos ofrece en esta obra sus recuerdos acerca de los grandes personajes que conoció, sin duda figuras clave de la historia del siglo XX, que aparecen aquí en su dimensión más íntima y más humana, hablando y comportándose de manera muy distinta a como lo hacían en el escenario público.
EL DESEMBARCO EN LA GRAN PANTALLA...
El cine ha sido uno de los grandes anfitriones a la hora de recoger y reproducir estos hechos históricos. Aunque la producción cinematográfica cuenta con numerosos filmes relacionados con la II Guerra Mundial, quizá los más relevantes sean, entre otros, El día más largo, una produción en blanco y negro , dirigida por Andrew Marton y Bernhard Wicki en 1962, en la que se recrea con gran realismo el momento del desembarco. También el inigualable Steven Spielberg fue el encargado de reproducir estos hechos en Salvar al soldado Ryan, una producción de 1998, en la que el director estadounidense mostró, según aseveran las críticas, la mejor reconstrucción del desembarco jamás realizada. Aunque, sin duda, las imágenes más reales nos llegan de la mano de un clásico, el actor y director norteamericano John Ford, quien fue testigo de excepción de la batalla, siendo comandante del Ejército de los Estados Unidos. El cineasta norteamericano grabó imágenes sorprendentes de dos acontecimientos trascendentales durante la II Guerra Mundial: el ataque de Pearl Harbour y el desembarco de Normandia, imágenes posteriormente recopiladas en el documental Gloria en la derrota.
... Y TRAS EL OBJETIVO
Exposición - Robert Capa: Guerras en blanco y negro
Museo Reina Sofía. Dirección: Santa Isabel, 52. Horario: Lunes a sábado de 10,00 a 21,00 h. Domingo de 10,00 a 14,30 h. Martes, cerrado.
Considerado uno de los más célebres reporteros gráficos de guerra de la historia, Robert Capa (André Friedman) fue testigo del desembarco de Normandía y otras muchas batallas de la II Guerra Mundial. En conmemoración del 50 aniversario de su muerte, falleció en Indochina cuando efectuaba un reportaje de guerra, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía muestra una exposición en la que además se pueden contemplar 50 imágenes que el fotógrafo captó de la Guerra Civil española.
Exposición - Joachim Schmid
PHotoEspaña. Metro Nuevos Minsiterios. Hasta el 30 de junio
La obra de Joachim Schmid habla de un tipo muy particular de coleccionismo aunque quizá deberíamos hablar de su opuesto. Schmid recoge fotografías desechadas por sus dueños, imágenes inservibles, sin ningún valor para ellos. La elevación de estas fotos a la categoría de arte propicia una especulación narrativa. El espectador quiere conocer, saber más de los personajes y, de algún modo, reconstruir sus vidas. La exposición muestra la serie Decisive Portraits, imágenes de soldados estadounidenses de la Segunda Guerra Mundial.