El libro se divide en tres partes. Por la primera transitan seres inanimados con sentimientos, animales desolados y personas en busca de abrazos de rebaja en grandes almacenes. Son los relatos menos realistas. La segunda, dedicada a la música, homenajea a la otra ocupación de su autora, que es violinista. El libro se cierra con los aforismos mencionados, acompañados de las graciosas ilustraciones de Mellado.
El perro que comía silencio
Isabel Mellado
1 abril, 2011 02:00El libro se divide en tres partes. Por la primera transitan seres inanimados con sentimientos, animales desolados y personas en busca de abrazos de rebaja en grandes almacenes. Son los relatos menos realistas. La segunda, dedicada a la música, homenajea a la otra ocupación de su autora, que es violinista. El libro se cierra con los aforismos mencionados, acompañados de las graciosas ilustraciones de Mellado.