Eisenhower abraza a Franco en su visita a españa en 1959

Galaxia Gutenberg, 2011. 704 páginas, 24 euros



Con la explosión y posterior hundimiento del acorazado USS Maine en la bahía de La Habana como falso pretexto, Estados Unidos declara la guerra a España en 1898, masacra la flota y pone fin al imperio español. Ese mismo año el Tratado de París consagra la pérdida de Cuba, de las islas Filipinas, la isla de Guam y Puerto Rico. Medio siglo más tarde, la administración del general Eisenhower apuntala al régimen del general Franco. Los acuerdos de Madrid firmados en septiembre de 1953 rompen el aislamiento internacional de España y permiten a EEUU construir cuatro grandes complejos militares en Torrejón de Ardoz, Morón, Zaragoza y Rota. En diciembre de 1959 el presidente Eisenhower visita Madrid, algo que ningún jefe de Estado europeo en activo hizo, como leemos en este volumen, a excepción del portugués Antonio de Oliveira Salazar.



La centralidad política, económica y militar de Norteamérica hace que sus relaciones con España tengan para nosotros una relevancia capital. El amigo americano ofrece, desde el rigor académico, una novedosa interpretación de las vicisitudes de dicha relación centrada entre los años 1969 y 1989, aún cuando su autor se extiende, en realidad, desde los años de la Guerra Fría hasta casi la actualidad. La peculiar posición del autor, a caballo entre el Reino Unido y España, proporciona a estas páginas un aliciente añadido a la compleja y apasionante relación entre Washington y Madrid en unas décadas tan cruciales.



En abril de 1991 un investigador nacido en 1960 ganaba el Premio Espejo de España. Charles Powell, hijo de padre inglés y madre española, obtenía uno de los galardones más codiciados del panorama literario español. Editorial Planeta había tenido la feliz idea de orientar su enorme potencia mediática y pecuniaria a premiar ensayos destinados a analizar el desarrollo de la joven democracia española. Textos que sin duda contribuyeron a hacer más inteligibles los rápidos cambios que estaban transformando la España del postfranquismo.



El título con el que Charles Powell ganó expresa muy bien su contenido: El piloto del cambio. El rey, la monarquía y la transición a la democracia. En dicho texto, Charles Powell subrayaba el papel desempeñado por el Rey Juan Carlos en la consolidación democrática y, a la vez, mostraba la articulación política de la transición.



El piloto del cambio sorprendió por una combinación de elementos que mezclaba una gigantesca cantidad de información con un estilo que, sin dejar cierto tono académico, resultaba ameno y de lectura agradecida. No en vano Charles Powell, tras licenciarse en Historia Moderna en la Universidad de Oxford, se había doctorado allí en 1989 con una tesis dirigida nada más y nada menos que por Sir Raymond Carr (véase en la excelente biografía de Carr escrita por María Jesús González). Dicha tesis, Reform vs. 'ruptura' in Spain's Transition to Democracy, 1973-1978, que el lector curioso tiene a su disposición en la Bodleian Library de Oxford, marca el comienzo del fructífero quehacer historiográfico de Charles Powell en los últimos treinta años.



Si 1991 marca el sólido inicio de la obra de Charles Powell, 2001 es el año de la aparición de España en la democracia, 1975-2000, IV Premio Así Fue de Plaza & Janés. Aquí, se abre el abanico analítico y se enjuicia la transformación de España desde la muerte del general Franco hasta la actuación política, ya en el poder, de José María Aznar.



Diez años después, El amigo americano aparece como una tercera gran entrega de Charles Powell a sus lectores. Atrás quedan otros libros, artículos, conferencias o investigaciones académicas que pese a tener su propio brillo y estar referidos a la España contemporánea nos llevarían demasiado lejos. El amigo americano es también el reflejo del interés del autor por las relaciones hispano-americanas dentro del contexto internacional, lo cual encaja con su posición de Subdirector de Investigación y Análisis en el Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos. Profesor de Historia Contemporánea en la Universidad San Pablo-CEU y director de la Fundación Transición Española, Charles Powell abre este volumen con una minuciosa nota en la que señala sus novedosas fuentes documentales que en buena medida proceden de materiales norteamericanos desclasificados con posterioridad a 2006, especialmente aquellos procedentes del Departamento de Estado y del Consejo de Seguridad Nacional. En este sentido, conviene señalar que El amigo americano se ha nutrido de materiales con los que, por poner un ejemplo, Ángel Viñas, conocido especialista en los pactos con los EEUU, no ha podido contar en su libro de 2003, En las garras del águila o, incluso, en su contribución de 2005 Los pactos con los Estados Unidos en el despertar de la España democrática, 1975-1995.



Junto al esfuerzo por acceder a fuentes norteamericanas de máxima actualidad, Charles Powell se ha servido del Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación (AMAEC) y de los archivos personales de los ex ministros de Asuntos Exteriores Marcelino Oreja y José Pedro Pérez Llorca y del ex presidente del Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo. A toda esta información se añaden las entrevistas personales a un buen número de los protagonistas de los hechos a ambos lados del Atlántico que han ido conformando las relaciones hispano-norteamericanas.



Desde esta ingente cantidad de información se ha ido construyendo El amigo americano. Para no abrumar al lector, Charles Powell ha situado muchas de sus piezas informativas en las más de mil notas a pie de página. Muchas de ellas remiten a webs como las de los ex presidentes Ford y Carter o a las del material desclasificado por parte del Departamento de Estado. De este modo, la correspondencia entre la embajada norteamericana en Madrid y Washington, desde 1973 a 1976, puede leerse on line. Igualmente puede consultar el lector 25 documentos, la mayoría de ellos inéditos, que el autor ha utilizado. El primero contiene una conversación celebrada el 7 de octubre de 1968 por el vicepresidente del Gobierno, almirante Luis Carrero Blanco, con el representante de la petrolera Gulf Oil en España, John P. Fitzpatrick, en la que se pasa revista a la relación bilateral. El último recoge la conversación mantenida el 2 de diciembre de 1976 entre Kissinger y el emisario personal del rey Juan Carlos, Manuel Prado y Colón de Carvajal, en la que pasan revista a la situación política española tras la aprobación de la Ley para la Reforma Política.



A lo largo de estas páginas el lector asiste a la contribución de Washington al régimen de Franco y al tránsito de "bases por ayuda", una relación cuajada de desconfianza, al Convenio de 1970 y, sobre todo, al Tratado de Amistad y Cooperación de 1976. Los esfuerzos del gobierno de González plasmados en el Convenio de Cooperación para la Defensa de 1988 y las vicisitudes derivadas del desmoronamiento de la URSS marcan el final de un libro singular que corta la historia mirando a Washington.

Amigo de los sumisos

Un Estado moderno son diez tíos. Quien dice diez, dice catorce, qué más da. El resto hormiguea por las calles en busca de pan y diversiones, y aunque no se entera de mucho, según como vaya la cosa protesta o se resigna. En todas partes unos cuantos compran las almas, encienden el horno. Antes el pastel lo cocía un faraón, un rey absoluto, un tirano cualquiera con gorra de plato. Hoy un equipo soba la masa. El tiempo transcurre, los periodos históricos se suceden y no es improbable que salgan a la luz testimonios de antiguos cambalaches, de afectuosas traiciones, de dimes y diretes; eso sí, cuando ya es tarde, cuando no hay remedio ni acaso curiosidad. Charles Powell ha desempolvado documentos relativos a la Transición española que revelan pormenores de un secreto público: Estados Unidos es el mejor amigo de sí mismo. Les gustaba Franco. Fernando ARAMBURU