Jorge de Esteban. Foto: Antonio M. Xoubanova
Cuenta Jorge de Esteban que cuando llegó a la universidad, con 17 años, adquirió un vicio del que no se ha podido desprender todavía, más de 50 años después: "Leer con un cuaderno al lado en el que anoto las citas que le llaman la atención y dan que pensar". "En todos estos años he acumulado unos treinta o cuarenta cuadernos, con miles de frases, que he tomado de mis lecturas, pero también de películas, conversaciones...", explica. En los últimos meses el actual presidente del Consejo Editorial de El Mundo ha intentado poner cierto orden en ese magma de reflexiones, máximas, ocurrencias, aforismos, dichos, sentencias...Lo ha hecho para compilar una selección en el volumen Calendario de frases, que acaba de publicar Huerga & Fierro. ¿Calendario? "Sí, es que yo padezco el defecto del cartesianismo, que me ha dejado mis estudios en Francia. Necesitaba darle al libro un criterio racional. Meter más de 1.000 citas seguidas era una barbaridad. Así se me ocurrió lo distribuirlas a lo largo de tres años, una por día".
Ese caudal de sabiduría, sin embargo, se ha visto afectado por las constantes mudanzas de este catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense, en su día embajador de España en Italia (1983-1988). "He tenido que hacer más de 20 a lo largo de mi vida... He vivido en Francia, Estados Unidos, Italia...". En ese trasiego incesante algunos cuadernos se iban quedando en el camino. "De todas forma me queda material para sacar más libros así, si este tuviera cierto éxito", afirma De Esteban.
Para él lo más importante es "lo que se dice", mucho más que "quién lo dice". Se ampara en la célebre afirmación de que "la verdad es la verdad, la diga Agamenón y su porquero". Y por esta razón las citas recogidas en el libro no figuran firmadas, salvo las que son de autoría archiconocida (por ejemplo: "Todos tenemos tres vidas: la privada, la pública y la secreta. La más interesante es esta última". García Márquez dixit).
Aunque en su opinión el ideólogo de los diversos enunciados recogidos (1.098 para ser precisos) no es, pues, lo sustancial, De Esteban no se resiste a desmontar dos paternidades secularmente aceptadas. En el prólogo precisa que la declaración Alia iacta est no fue Julio César el primero en pronunciarla, sino el comediógrafo Menandro. Y la celebérrima "el hombre es un lobo para el hombre" no la acuñó Hobbes en El leviatán, no, fue Plauto en el siglo III antes de J.C.
En última instancia, lo que hace Jorge de Esteban en esta obra es delinear algunas claves de su personalidad. "El hecho de escoger supone manifestar tus orientaciones y está claro que muchas de las citas las he seleccionado porque se acercan a mi manera de ser y de pensar". Y de eso, de pensar, se trata: "Esa es mi intención. Como ahora la gente no tiene apenas tiempo y va a todas parte corriendo difícilmente puede leer tratados de filosofía. Con un libro así se suplir en parte esa carencia". Antes de empezar con él, escuchen esta recomendación del autor: "Hay que leerlo poco a poco, como se debe beber un buen cognac, a pequeños sorbos". Pequeños sorbos de sabiduría y genialidad concentrada.
SOBRE LA POLÍTICA
- "El nacionalismo es la religión adaptada a la política o la política convertida en religión".
- "Para subsistir en política hay que tener al menos el mismo instinto asesino que los adversarios".
SOBRE EL AMOR
- "El amor es una extraña combinación del egoísmo más absoluto con la entrega más generosa".
SOBRE EL PERIODISMO
- "Para hacer literatura hay que escapar del periodismo".
- "Cuando se desentiende de la prensa, se desentiende de la vida".
SOBRE LA VIDA MISMA
- "La mejor venganza puede ser el perdón".
- "No podemos controlar lo que nos sucede, pero sí podemos decidir lo que nos afecta".
- "El trabajo es el refugio de los que no tienen nada que hacer".