Greg Greeley durante la presentación de Amazon.es. Foto: Antonio Heredia
Mucha expectación, gran puesta en escena al american way, orador tan simpático y expresivo como hábil en torear según qué temas... y muy pocas novedades. La puesta de largo de amazon.es en el Círculo de Bellas Artes de Madrid de la mano de su vicepresidente para Europa, Greg Greeley, ha servido por encima de todo para dar cuenta a los españoles de la filosofía de la empresa reina mundial de la venta por Internet.No en vano, el alumbramiento adelantado y alevoso de la apertura de la web en la medianoche anterior ya había sido noticia y proporcionado todos las informaciones relevantes: amplio catálogo de todo tipo de productos en el que destacan las más de 300.000 referencias de libros en español, aunque sin grandes descuentos debido a la Ley del Libro, envío económico que se torna gratuito para compras de títulos a partir de 19 euros, ni ebooks ni kindle, salvo a través de la web americana, y la puesta en marcha de su marketplace en España, la popular plataforma para la venta particular a través de Amazon.
Sobre todo esto insistió Greg Greeley en su comparecencia. Llegó acosado por los fotógrafos como una vedette, hizo memoria de la historia de la empresa y reseñó las virtudes de su modelo de negocio. Recordó cómo, por ejemplo, Amazon fue pionera ya en su nacimiento en 1995 en permitir los comentarios negativos de los clientes a los productos de su web: "A mayor libertad del cliente mayor negocio para Amazon".
"Nuestros tres principios básicos son el catálogo más extenso posible, precios baratos y la mejor experiencia de compra", enumeró Greeley que no podía dejar de contar cuál ha sido el primer producto vendido por amazon.es: la saga completa de Star Wars en blue-ray.
Pero ni las insistentes preguntas de los periodistas lograron que el ejecutivo de la firma precisase cuándo podremos comprar libros electrónicos en su web más allá de un lacónico "en el futuro". Y es que resulta mucho más fácil comprarle dos millones y medio de libros a las editoriales españolas (sobre todo a Planeta) que llevar a buen puerto las negociaciones de los derechos digitales con los sellos y, aún más arduo, con los autores. Y sin kindle y ebooks, Amazon no es del todo Amazon.
Por último no faltaron palabras para la competencia: "Otros no logran innovar, nosotros sí. Pero en la Red podemos ganar todos", exclamó Greeley. Palabras que, en lugar de molestar a un sector del libro en España que parece paralizado por el miedo, debieran ser un acicate para ponerse a trabajar.