Tomás Segovia. Foto: Archivo

El escritor de origen español Tomás Segovia, exiliado en México después de la Guerra Civil, ha muerto en Ciudad de México a los 84 años. "Su talento, su sabiduría y su gran humanismo enriqueció la vida cultural de nuestro país desde que llegó aquí arrojado por la Guerra Civil española. Sus dotes de escritor, editor, promotor y formador de literatos lo hacen uno de los intelectuales más queridos por los mexicanos", dijo Teresa Vicenciola, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, organismo encargado de difundir la noticia.



Segovia, que murió por complicaciones de un cáncer de hígado, había recitado poesía, con voz ronca y tos, hace apenas unos días, el 16 de octubre, en un homenaje en el Palacio Nacional de Bellas Artes junto al poeta argentino Juan Gelman. Nacido en Valencia el 21 de mayo de 1927, llegó a México en 1940, donde entabló amistad con figuras como Octavio Paz. Ha vivido más tiempo fuera de España que en ella. Emigró con su familia a una edad demasiado temprana como para sentir nostalgia, por lo que rechazó la inclusión de su obra en el saco de la "poesía del exilio". En una entrevista reciente en elcultural.com Tomás Segovia afirmaba: "Yo no quiero que se juzgue mi obra como la obra de un exiliado, sino de un hombre, como si fuera mujer no quisiera que se juzgara mi poesía como poesía de mujer, sino de poeta". Para él el exilio fue su "condición, o sea lo que con espíritu romántico trata uno de convertir en un 'destino'. Pero aceptar nuestro 'destino' es justamente no utilizarlo en provecho propio."



Fue director de la Revista Mexicana de Literatura y profesor en la Universidad Autónoma de México, su país de adopción, y más tarde en Princeton (Nueva Jersey, Estados Unidos). Aunque ha cultivado también la narrativa, el ensayo y el teatro, en su haber literario predomina la poesía, incluyendo su último libro, Estuario. En 2009 publicó el primer volumen de sus cuadernos de notas -que no memorias-, El tiempo en los brazos. Entre sus obras figuran también Apariciones (1957), Cuaderno del nómada (1978) y Cantata a solas (1985), Otro invierno (2001), Salir con vida (2004), Día tras día (2005).



De él escribió en El Cultural el crítico Joaquín Marco: "Poeta culto y cultivado, y excelente traductor. Es poeta de excelente oficio y nada hay en sus versos que no sea fruto de la reflexión sobre un consciente quehacer y la consecuente forma de desarrollarlo". Segovia fue galardonado con el premio Xavier Villaurrutia en 1972, el Octavio Paz en 2000, el Juan Rulfo en 2005, el Premio de Extremadura a la Creación en 2007 y el Federico García Lorca de Poesía 2008.