Vaclav Havel
En mala hora muere Vaclav Havel, uno de los hombres con una noción más clara de las ventajas del proyecto de unificación europeo, que tan malos momentos vive en las últimas fechas, asediado por los recelos financieros de unos socios hacia otros. El ex presidente checo ha muerto en Praga a los 75 años, también dramaturgo y cineasta, falleció mientras dormía, acompañado de su mujer Dagmar, en su finca cerca de Hradecek, en Bohemia oriental.El ex mandatario sufría una enfermedad respiratoria crónica que contrajo a consecuencia de su largo encarcelamiento bajo el régimen comunista. En 1996 fue además operado de cáncer de pulmón. Actualmente se encontraba retirado en su casa de campo en las montañas. Una de sus últimas apariciones públicas fue el pasado marzo, cuando acudió a la premier de su película Odchazeni (Saliendo), que supuso su debut como director de cine.
Havel fue una figura clave de la lucha pacífica contra el régimen comunista en la antigua Checoslovaquia, que duró entre 1948 y 1989. Las Cartas a Olga escritas entre 1979 y 182 desde prisión a su primera mujer fallecida en 1996 dieron a los lectores de occidente una imagen de las injusticias y desesperanzas de esa época en el país.
En 1989, el año de los cambios democráticos, Havel fue uno de los líderes de la revolución de terciopelo. El grito de las masas de la plaza de Wenzel en Praga "Havel al castillo" lo catapultó a la presidencia de la nueva Checoslovaquia democrática. El castillo de Praga, a orillas del Moldava es la sede del jefe de Estado.
Entre 1989 y 1993 presidió ese país y en 2003 se convirtió en el jefe de Estado de la recién fundada República Checa, tras la escisión de Eslovaquia. Aunque la presidencia es un cargo más bien representativo se erigió en una enorme instancia moral. Hasta su salida del cargo, Havel llevó a su país a la OTAN y la Unión Europea.
Además de su faceta como político, Havel fue antes y después de su época como presidente un exitoso autor de obras teatrales. El primer ministro checo, Petr Necas, alabó al que dijo fue un gran hombre de Estado. A él hay que agradecerle que la República Checa se haya orientado hacia Occidente. Su muerte supone una enorme pérdida, dijo Necas citado por la agencia de noticias CTK. "Su palabra tuvo peso en la política y la sociedad", añadió el político.