Carta manuscrita de Rubén Darío.
En esa subasta no celebrada estaban en juego 900 páginas manuscritas del poeta nicaragüense valoradas como "de gran importancia", pues permiten reconstruir parte de la vida y la obra del máximo representante del modernismo, además de descubrir datos hasta ahora ignorados como su relación sentimental con el también escritor Amado Nervo. La colección de papeles fue reunida mientras Darío vivía por su secretario personal, Alejandro Bermúdez de Núñez, parte importante de la biografía del poeta, pues fue quien le persuadió para ir a Norteamérica para defender la paz en 1914. Posteriormente, en los años 30, los autógrafos pasaron a su hijo, Raúl Bermúdez de Baca, abogado e historiador, que decidió custodiarlos durante 60 años hasta su muerte en 1995.
Antes, en los 60, y con motivo del centenario del nacimiento del poeta, Bermúdez donó seis de aquellas cartas a la Bibilioteca Nacional de Nicaragua, todo ello -aseguró el vendedor a El Remate- "como una exploración para donar la totalidad de la vasta colección de documentos que atesoraba", algo que nunca ocurrió. El terremoto de Managua de 1972 hizo desaparecer cinco de esos seis autógrafos cedidos. Uno se recuperó, pero "en completo estado abandono", recuerda el dueño, un descendiente de Bermúdez con quien elcultural.es no ha podido hablar directamente. Los siguientes acontecimientos de la historia de Nicaragua en el último cuarto del siglo XX propiciaron finalmente la salida del país del resto de la colección por temor a nuevas pérdidas.
A día de hoy el conjunto se encuentra en buen estado aunque con huellas del paso del tiempo en un país de clima tropical. En cualquier caso, todos los documentos son "perfectamente legibles". La ausencia de tachaduras, enmiendas y correcciones y la utilización, como norma general, de papel grueso y de calidad, hace deducir que se trata de copias en limpio destinadas a confeccionar un archivo definitivo y manuscrito de la obra del poeta nicaragüense (especialmente la parte literaria). Además, la gran mayoría lleva la firma de Darío.
De la etapa del escritor como diplomático en España la colección incluye sus cartas enviadas al presidente de Nicaragua, José Santos Zelaya, entre ellas una en la que le agradece su el nombramiento como cónsul de en Madrid, y otras dirigidas a cónsules, ministros y varias al citado escritor mexicano Amado Nervo, entre las que figura una misiva polémica y de gran importancia en la que Darío cita un poema escrito a Nervo en Barcelona y en la que habla de ser amantes en secreto.
Entre otros documentos de interés figura la carta remitida a Francisco Castro (3 de julio de 1882) en la que Darío expresa que el contenido de la misma no debe ser conocido por nadie más que por el destinatario y en la que habla de su situación en aquel momento y de sus planes de futuro. También incluye la colección parte del epistolario familiar del poeta, con cartas enviadas desde París a Francisca Sánchez, su mujer, a lo largo del año 1903.
Más allá de la correspondencia personal, la colección incluye recibos de contenidos variados e igualmente firmados por Darío, como un adelanto de 1.000 pesetas por la primera edición de su libro El canto errante. Asimismo, el lote contiene un apartado de documentos escritos en francés referentes a operaciones bancarias realizadas durante su cargo diplomático en instituciones diversas. Pero quizá la parte más interesante, junto a la personal, sea la relativa a su obra poética, con hojas firmadas por Darío y numeradas a mano. Por ejemplo, las composiciones Poema del otoño (cuatro cuartillas escritas por ocho caras) y ¡Oh! Recuerdos, dedicado a Amado Nervo. También hay textos a Nacarro Ledesma, Juan Ramón Jiménez, a Paul Grousac... Por otra parte, la última vez que el poeta pasó por Nueva York queda recogida en La gran cosmópolis, poema que se incluye junto a otros textos como La bella, Libros extraños, Sé que soy, Los encajes, Mariposa y flor, Sonatina...
Su paso por Chile, Argentina y El Salvador también forma parte del conjunto. De esas tres épocas de su trayectoria también hay manuscritos originales, cartas personales, cantos... Por último, el lote incluye Membretados de la Revista Mundial Magazine y un apartado especial de contenido relacionado con Simón Bolívar.
Si bien es cierto que los expertos nunca pueden asegurar la autenticidad al cien por cien de este tipo de hallazgos, en el caso de los de este lote la Universidad Complutense, que tiene la máxima autoridad sobre el tema, los ha considerado "no malos". Lo cierto es que pertenecen a una época de la vida de Darío en la que el poeta consumía mucho alcohol, de forma que su caligrafía muta considerablemente en función del estado de ánimo con que escribiera. De cualquier manera, desde Remate no dudan de la valía de un conjunto que, de llegar a subastarse, podría ir a parar a una institución. Tal vez no a la Biblioteca Nacional, cuyo presupuesto ha sido restringido, pero sí a la Biblioteca de la propia Complutense, que alberga el archivo de Francisca Sánchez. Otra opción, añaden desde la casa de subastas, es que acabara interesando al Gobierno nicaragüense. Por el momento, y mientras el custodio no se decida a venderlos, permanecerán ocultos y ajenos al estudio. Por su parte, El Remate sí celebrará este jueves una subasta de una réplica exacta del desaparecido Códice Calixtino.