El poeta Carlos Edmundo de Ory (1923-2010)
Mientras el libro electrónico celebra su asentamiento definitivo en España entre toques de corneta, el editor con alma de orfebre continúa, ajeno al estruendo, su labor romántica. A este gremio pertenece Claudio Pérez, de Del Centro Editores. Para él, el ebook no es una amenaza sino un motivo de esperanza, pues "la muerte del libro será la salvación del libro". Se explica: "Con el ebook se quita de en medio el libro que no valora el formato, cuya única función es la transmisión del contenido de forma masiva. En ese sentido, el libro electrónico es mucho más eficaz". Y es que su editorial se encuentra en las antípodas de esa función utilitaria. Desde su nacimiento en 2006, Del Centro Editores se dedica a la elaboración artesanal de libros-objeto de tirada muy reducida que combinan literatura y arte gráfico. Y desde hace tres, han aumentado su catálogo en unos treinta títulos por año. Hoy presentan en su sala de exposiciones Centro de Arte Moderno, en Madrid, un nuevo título para engrosar la lista: Poemas y collages, del gaditano Carlos Edmundo de Ory, que falleció hace poco más de un año. Con él se conmemora la parte menos conocida de su creatividad, que no se limitaba a la palabra. "Nos interesó muchísimo hacer este libro porque es de los pocos casos en los que la parte literaria y la parte gráfica son obra del mismo autor. Hasta ahora sólo teníamos un caso similar en nuestro catálogo, el del poeta mallorquín Jacobo Sureda", explica Pérez. Como dijo Luis Buñel, no se puede dejar de ser surrealista porque es una forma de ver la vida. Quizá por eso, el padre del introrrealismo -movimiento que se decía sucesor de aquél-, cultivó durante toda su vida la técnica del collage, mezclando imágenes al azar en composiciones imposibles. "El collage es una actividad surrealista, fruto del azar, es la gracia que tiene el collage. Primero seleccionaba las imágenes, y a partir de su combinación le iba viniendo la idea", explica Laure Lachéroy, viuda del autor y presidenta de la fundación que lleva su nombre. "Carlos era un ser muy creativo, tenía la necesidad de estar creando algo siempre, yendo contra los clichés y los prejuicios. No se puede decir que sus collages complementen su poesía, pero sí se inspiran en ella. Son imaginativos, llenos de fantasía, humor, ironía, mucho erotismo, denuncia e iconoclastia".
Secciones
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- En plan serie, por Enric Albero
- A la intemperie, por J. J. Armas Marcelo
- Homo Ludens, por Borja Vaz
- ÚItimo pase, por Alberto Ojeda
- Y tú que Io veas, por Elena Vozmediano
- iQué raro es todo!, por Álvaro Guibert
- Otras pantallas, por Carlos Reviriego
- El incomodador, por Juan Sardá
- Tengo una cita, por Manuel Hidalgo
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