Ambas características renuevan su artístico maridaje en los 29 cuentos de Historias de este mundo. Como explica el autor en una breve introducción, estos relatos nacen de la necesidad de mostrar el dolor de los que padecen las consecuencias de la injusticia histórica y los discursos mentirosos con los que se ha construido la realidad. Algunos recuerdan temas y formas ensayados en las historias intercaladas en la novela Un mar invisible. Entre otras, cabe citar el dramático éxodo europeo de inmigrantes rumanos en "Historia de una fotografía" y la cruel explotación laboral de otros compatriotas suyos en "Secuencias".
La técnica literaria predominante es el realismo, como vemos en "Todas las abuelas tienen un ojo de cristal escondido", donde se realza la solidaridad entre los que sufren por familiares desaparecidos en diferentes dictaduras y posguerras. Este realismo, despojado de adherencias tradicionales y enriquecido con innovadoras formas de narrar, cristaliza en múltiples registros literarios que abarcan historias muy diferentes pero con temas comunes relacionados con los más débiles y oprimidos por cualquier tipo de poder. A menudo afloran el humor y la parodia, por ejemplo en "El sabio tonto". Algunos relatos se adentran en los dominios del irracionalismo, como en la pesadilla sobre la falta de identidad en "Homenaje al andante", la visión onírica del laberinto existencial en que se mueven las criaturas de "La procesión de las moscas" o en la disparatada clase de literatura en "Lectura sangrienta".
No es fácil dar cuenta de la compleja variedad del conjunto ni tampoco entrar en su intrincado universo. Porque, hablando de nuestro mundo de hoy y de nuestras pérdidas, derrotas e insatisfacciones, se hace con técnicas experimentales que llegan a la fragmentación textual y al descoyuntamiento en narraciones caóticas, con hiperbólicos contrastes, pergeñadas como relatos in fieri o en monólogos en segunda persona autorreflexiva. Tales experimentalismos, a veces desmedidos, resultan acordes con el desquiciamiento de la realidad narrada, como en el caso de, entre otros,"El lógico castigo de la orgullosa Marcela y la romántica Galatea".