Salto de Página, Madrid, 2012. 123 páginas. 14 euros

La literatura es un canto de sirenas inventado para engatusar inocentes, por eso es importante no bajar nunca la guardia ante el poder cautivador de las palabras. Eso nos recuerda Juan Gómez Bárcena (Santander, 1984) en todos y cada uno de los quince relatos que componen este libro, su debut en las distancias cortas después de publicar las novelas El héroe de Duranza (2002) y Farmer Stop (2010).



Los cuentos de Gómez Bárcena tienen algo de homenaje y de ensayo con público, sin por ello desmerecer en absoluto, como no desmerece Van Gogh cuando imita a Millet, o como Picasso no se rebaja al remedar a Velázquez. Nos encontramos ante una colección de textos en la estela de una amplísima tradición que va de las crónicas de indias a las sagas nórdicas, de los relatos legendarios a los cuentos de hadas, de la distopía huxleyana a los robots de Asimov. Todos dentro de lo que podríamos considerar literatura fantástica.



El autor destroza los tópicos generacionales al demostrar un vastísimo bagaje de lecturas y una mirada puramente literaria. Y más allá de los homenajes logra construir un mundo personal y en muchas ocasiones fascinante. Entre el buen nivel de los relatos, quisiera destacar tres: el que da título al libro, protagonizado por el iletrado guardián de un museo de momias y sus criaturas durmientes; "La espera", el relato de un robot a la espera del advenimiento de un mesías en un mundo poblado por androides y "Fábula del tiempo", la emocionante leyenda de una princesa que emprende por amor un particular y hermosísimo viaje en el tiempo. Léanlo.