El Premio Nobel de Literatura 2012, Mo Yan, se ha negado a firmar una carta dirigida al nuevo dirigente chino, Xi Jinping, en la que 134 premios Nobel de todo el mundo, entre ellos Mario Vargas Llosa, Tomas Tranströmer y el Dalai Lama, pedían la puesta en libertad de Liu Xiaobo, al que se concedió el Premio Nobel de la Paz en 2010. Xiaobo fue declarado de culpable de incitar a la subversión contra el poder del Estado y cumple condena en prisión desde 2009. La misiva coincide con otra enviada por cerca de 40 intelectuales y activistas chinos.
Mo Yan, seudónimo de Guan Moye que significa "no hables", recibirá el premio el próximo lunes en Estocolmo. Aunque se ha mantenido apartado de los focos durante este tiempo, ha concedido una rueda de prensa previa a la entrega del galardón, en la que ha afirmado que la censura existe en todas las sociedades, no sólo en China. La diferencia, ha declarado, radica en su grado y en su forma. "Sin la censura, cualquier persona podría infamar a los demás por la televisión u online. Esto no debería estar permitido en ningún país. Cualquier desinformación, infamia, rumor o insulto debería ser censurado".
Mo Yan ha evitado pronunciarse sobre la liberación de su compatriota Liu, con un escueto "¿por qué quieren que lo repita? El tiempo es precioso", a pesar de que al recibir la noticia del Nobel mostró su esperanza por que quedase en libertad "lo antes posible" y que así "se pueda entregar por entero a sus investigaciones sobre el sistema político y social".
El escritor pronunciará hoy su discurso de aceptación del premio en la Academia Sueca. Se trata del primer chino radicado en su país que recibe el Nobel de Literatura, ya que Gao Xijian residía en Francia y tenía nacionalidad francesa cuando lo ganó en 2000. La concesión, según dictaba el fallo, galardonaba el "realismo alucinatorio" que une en su obra el cuento, la historia y lo contemporáneo.