Vidas de cómic
El éxito de las biografías en la novela gráfica las ha convertido en un subgénero en el que triunfan los escritores
31 diciembre, 2012 01:00Viñeta de Virginia Woolf, de Michèle Gazier y Bernard Ciccolini
Lo cierto es que el aspecto híbrido del cómic, la unión de lengua y dibujo, enriquece enormemente la biografía al plasmarla en este formato. "Mediante las ilustraciones se pueden expresar cosas de forma más evidente, más expresiva que con palabras. Con las imágenes se transmite un contenido emocional, no sólo racional", afirma Terrones. En el caso de La niña de sus ojos, los dibujos logran una dimensión emocional que completa el guión escrito por Mary M. Talbot, objetivo y poco sentimental. La historia de Lucia Joyce se alterna con la autobiografía de la propia Talbot y su conflictiva relación con su padre, estudioso de Joyce. La autora quería evitar el melodrama y, en el caso de su relato, la autocompasión, consciente de que "los elementos visuales se encargarían del golpe emocional", cuenta a El Cultural.
Viñeta de La niña de sus ojos, de Mary M. Talbot y Bryan Talbot
En cuanto a las escritoras mujeres, Impedimenta ha puesto a la venta recientemente Virginia Woolf, de Michèle Gazier y Bernard Ciccolini, una inmersión en las inseguridades de la escritora que no deja ningún cabo suelto. En menos de cien páginas Gazier, traductora de Juan Marsé y Vázquez Montalbán al francés, consigue en su primera incursión en el cómic resolver la compleja personalidad de este mito del feminismo, "sin hurtar al lector ninguna información escabrosa", desde el trastorno bipolar hasta la bisexualidad, comenta Enrique Redel. Incluso es capaz de plasmar la relación incestuosa con su hermano George en apenas dos viñetas. Redel destaca además el esfuerzo de Ciccolini al retratar de forma realista a los personajes que rodeaban a Virginia Woolf, con unos colores muy cuidados "que tienen la habilidad de meter al lector en la situación".
451editores presentó este otoño Superzelda, novela gráfica sobre la musa y esposa de Scott Fitzgerald, aquejada, como Virginia Woolf, de cierto grado de locura. Los italianos Tiziana Lo Porto y Daniele Marotta retratan las obsesiones de uno de los iconos de los locos años 20. Las propuestas de Sexto piso incluyen el homenaje a Nietzsche de Michel Onfray y la original biografía del escurridizo B. Traven de Guy Nadeau. Hasta la fecha, el premio a la originalidad se lo lleva la propuesta interactiva sobre Ana Frank realizada por la cadena de televisión Arte. Alain Lewkowicz, Vincent Bourgeau, Samuel Pott y Marc Sainsauve han desarrollado Ana Frank en el país del manga, por desgracia sólo disponible en francés, por el momento. En formato papel, Ana Frank, la biografía gráfica, de Sid Jacobson y Ernie Colón, incorpora, además de la narración del famoso diario, una explicación del resto de la familia Frank, desde el nacimiento de su padre, Otto.
Pero las letras no son las únicas protagonistas de la novela gráfica. La guitarra de Jimi Hendrix inunda de sonidos Electric Requiem, de Gianluca Maconi y Mattia Colombara, que bebe de las influencias de Voodoo Child, la leyenda de Jimi Hendrix, de Bill Sienkiewicz, aunque se aleja del mundo más onírico de Voodoo para trazar una biografía del cantante desde su infancia. Una canción en viñetas, salpicada de drogas y sexo. Cambiando de tercio completamente, Joann Sfar nos acerca al humor irreverente de Georges Brassens en Brassens o la libertad en ochenta páginas que destilan admiración por el cantautor por antonomasia de la chanson française.
Dalí, de Edmond Baudoin
Muller y Bocquet han repetido colaboración en la novela gráfica Olympe de Gouges, otro icono feminista, la mujer que se rebeló contra la Declaración de derechos del hombre por excluir a la mitad de la población. Reinhardt Kleist se atreve con un revolucionario contemporáneo en Castro, una biografía ilustrada sobre el líder cubano. Kleist vuelve al subgénero después de I see a darkness, sobre la vida del cantante Johnny Cash.
Vidas ilustradas para todos los gustos, y lo cierto es que se venden muy bien. "Las librerías y las grandes superficies le están dedicando espacio de una forma natural", comenta Enrique Redel, encantado de que Virginia Woolf haya sido acogido de manera tan entusiasta por el público. El libro de Impedimenta ha funcionado tan bien que la editorial ya está preparando otra biografía sobre Henry David Thoreau.