Image: 200 años de Orgullo y prejuicio

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Letras

200 años de Orgullo y prejuicio

La novela de Jane Austen, hoy un clásico de pleno derecho, puso de manifiesto el apocamiento de la burguesía rural del siglo XIX y levantó tantas críticas como alabanzas

28 enero, 2013 01:00

Ilustración de la edición conmemorativa de Alianza, realizada por Hugh Thompson en 1894


Hace exactamente 200 años, un 28 de enero de 1813, Thomas Egerton publicó la primera edición de Orgullo y prejuicio, una novela que en origen iba a llamarse Primeras impresiones y que se convertiría en la obra más conocida y reconocida de Jane Austen. La autora la escribió en un año, tras una estancia en Kent, en la casa de su hermano Edward y su mujer, y sin contar con esa habitación propia por la que clamó Virginia Woolf más de un siglo después. Austen no firmó su libro. En lugar de su nombre rezaba "por la autora de Sentido y sensibilidad", que a su vez había rubricado como "una dama".

La recepción fue positiva, aunque la literatura de Austen tuvo defensores y detractores por igual. Entre aquellos que se inclinaban ante su talento, su sutileza y su ironía estaba Sir Walter Scott, alabador de su "toque exquisito". E. M. Forster llegó a reconocer que su amor por las novelas de Austen le volvía "ligeramente imbécil", y Rudyard Kipling escribió "cuanto más la leo más la admiro y respeto y reverencio". Incluso redactó una pequeña historia, The Janeites, como homenaje. Por el contrario, Charlotte Brontë manifestó su decepción ante Orgullo y prejuicio. Mark Twain gustaba de burlarse de lo que él consideraba ñoñería, y Henry James despreciaba sus historias, aunque ambos abordaran el tema de las solteronas decimonónicas, cada uno a su manera: Austen desde la sátira, James desde la amargura.

Ilustración de C. E. Brock realizada en 1985

Más que una historia de amor, aunque también, Orgullo y prejuicio es un retrato incisivo de una sociedad en la que el único objetivo de una mujer es conseguir un buen marido. O un marido a secas, si empieza a ser demasiado mayor. De ahí la abrumadora preocupación de la señora Bennet, madre de nada menos que cinco hijas (que no podrán heredar la hacienda de la familia por su condición femenina) a las que tiene que colocar como buenamente pueda. Esta mujer histriónica, rozando la caricatura, refleja hasta qué punto era necesaria la presencia de un hijo varón en una casa. Y, sin embargo, como en el resto de la obra de Austen, el happy end está garantizado: las protagonistas se emparejan con sendos esposos que, por supuesto, poseen una cuantiosa fortuna. La autora inglesa sienta precedente de la chick-lit con heroínas que, a pesar de los obstáculos, consiguen la vida que siempre habían soñado. Valeria Ciompi, editora de Alianza, califica Orgullo y prejuicio de "chick-lit atemporal". "Refleja las reglas del perfecto bestseller", comenta a El Cultural, puesto que, "a pesar de estar encuadrado en un momento histórico concreto, las emociones y los sentimientos siguen vigentes, y se puede trasladar a las historias románticas de la época actual". La propia Austen no se casó nunca.

Orgullo y prejuicio es, probablemente, la obra maestra de Austen, y desde luego su novela más divertida. El espíritu pragmático de la autora se deja ver a lo largo de toda la obra, mano a mano con su visión romántica. El constante duelo de ingenio entre los dos protagonistas, Elizabeth Bennet y Fitzwilliam Darcy, no tiene nada que envidiar a algunos secundarios delirantes, como el señor Collins y su mujer Charlotte, la mejor amiga de Lizzie, cuyo matrimonio de conveniencia se sostiene gracias a los constantes esfuerzos de Charlotte por mantenerle ocupado, preferiblemente en otra habitación. Austen retrata a la crème de la crème de la aristocracia y la burguesía rural sin escatimar en ironías y dardos envenenados, para poner en evidencia a una sociedad un tanto irracional.

Jennifer Ehle y Colin Firth en la adaptación de la BBC

Es una verdad universalmente conocida que todo libro con una historia susceptible de atraer al público será convertido en película. Dos adaptaciones cinematográficas de Orgullo y prejuicio son dignas de mención, aunque hay más: la de 1940, dirigida por Robert Z. Leonard e interpretada por Greer Garson y Laurence Olivier, con el dudoso título en español Más fuerte que el orgullo, y la realizada en 2005 por Joe Wright, con Keira Knightley y Matthew Macfadyen. Aunque quizás la más aplaudida sea la miniserie que realizó la BBC en 1995, con un inolvidable Colin Firth como Mr. Darcy y Jennifer Ehle como Elizabeth Bennet. Asimismo, ha dado pie a numerosas revisiones, desde La muerte llega a Pemberley de P. D. James hasta Orgullo y prejuicio y zombis, un relato calcado del original con ocasionales referencias a muertos vivientes de Seth Grahame-Smith. Sin olvidar El diario de Bridget Jones.

Las editoriales angloparlantes han tirado la casa por la ventana ante la efeméride, y las españolas no han querido desaprovechar la ocasión para lanzar reediciones de este clásico. Planeta presenta un pack que incluye el libro y el DVD de la BBC. Alba Editorial y Debolsillo han publicado una edición conmemorativa del bicentenario, igual que Alianza Literaria, que además cuenta con la traducción de José Luis López Muñoz, Premio Nacional de Traducción, y dÉpoca ha colocado en las estanterías la primera edición íntegra de todas las cartas que se conservan de la autora, más de 160, traducidas al español y comentadas.

El "querido hijo" de Jane Austen

Bajo estas líneas se puede leer un fragmento de la carta que Jane Austen envió a su hermana Cassandra al día siguiente de la publicación de 'Orgullo y prejuicio', de las 'Cartas' de la autora publicadas por Ediciones dÉpoca.


Cassandra Austen, de Chawton a Steventon

Viernes 29 de enero de 1813

Espero que la noche del miércoles recibieras de J. Bond mi pequeño paquete, mi querida Cassandra, y que estés dispuesta a tener noticias mías de nuevo el domingo, pues siento que debo escribirte hoy mismo. Tu paquete ha llegado sano y salvo y todo será entregado como es debido. Gracias por tu nota. Dado que en ese momento no habías tenido noticias mías has sido muy buena escribiendo, pero pronto ya no estaré en deuda contigo. Quiero decirte que he recibido mi querido hijo de Londres [la primera edición de Pride and Prejudice publicado en Londres el día anterior a la presente carta].

El miércoles recibí un ejemplar, enviado por Falknor, con tres líneas de Henry para decir que le había dado otro a Charles, y enviado un tercero en la diligencia a Godmersham; justo los ejemplares que estaba menos ansiosa por enviar. Le escribí inmediatamente para pedirle otras dos copias, a menos que estuvieran dispuestos a tomarse la molestia de enviarlos directamente a Steventon y Portsmouth, pero no tengo idea de si ya han salido de Londres a día de hoy; por lo que me dices de todos modos se fue antes de escribir la carta. El único problema es la demora, no se puede hacer nada hasta su regreso. Explícales que iba a ser de este modo a James y Mary, con mis saludos afectuosos.

Por tu propio bien estoy muy contenta de que haya ocurrido así, pues podría haber sido incómodo para ti estar en el vecindario en el momento del primer impacto del asunto. El anuncio aparece hoy por primera vez en nuestro periódico, dieciocho chelines. Pedirá una libra y un chelín por los dos próximos y una libra y ocho chelines por el más estúpido de todos los que he escrito. Le escribiré a Frank para que no se sienta descuidado.