Espido Freire
Pregunta.- ¿De dónde surge la idea para el libro?
Respuesta.- Hace años que daba vueltas a la idea de hablar de psicópatas, de personalidades negativas, y de cómo detectarlas y evitarlas. Como estudiosa de los cuentos de hadas me pareció que servirían como una guía adecuada y universal para listar a esos "malos" de una forma inmediata e inequívoca.
P.- ¿La literatura infantil, las leyendas... nos previenen sobre lo que nos esperará en la vida adulta?
R.- Sí, claro. En su inicio eran metáforas de la sociedad, una manera simbólica de advertir de los peligros. Si no existe conflicto o una situación de peligro, no hay cuento.
P.- El libro bebe de los manuales de autoyuda. ¿Por qué enfocarlo de esa manera?
R.- Me pareció adecuado el incluir unas "guías de supervivencia". De otra manera, nos quedaríamos únicamente en el análisis de las personalidades negativas, y no en cómo evitarlas o neutralizarlas.
P.- En el capítulo dedicado a los vampiros se refiere a la violencia psicológica. ¿Se puede considerar un tipo de violencia de género? ¿Falta concienciación en la sociedad?
R.- La violencia psicológica no tiene género. Se produce en el ámbito de la pareja, la familia, el trabajo o las relaciones sociales. Es una lacra gravísima, y muchas veces disculpada por el pasado del maltratador, su carácter o las circunstancias. Nadie debería nunca tolerar insultos, humillaciones, degradaciones o el desprecio que ejercen estos vampiros.
P.- Habla de Crepúsculo como una apología del maltrato. ¿Le preocupa que fenómenos de masas de esas características impulsen ese tipo de mentalidad?
R.- La idea de entrega de una jovencita a un hombre poderoso, peligroso y al que debe redimir es muy antigua: se encuentra en La Bella y la Bestia, en muchas historias de monstruos, y por supuesto, en Crepúsculo y en 50 sombras de Grey, dos bestsellers con un mensaje cuestionable.
P.- ¿Se considera feminista?
R.- Por supuesto. ¿Quién con dos dedos de frente no defendería la igualdad entre hombres y mujeres?
P.- ¿Cómo se puede diferenciar entre estos diferentes tipos de monstruos, de personas tóxicas?
R.- Es necesario observar, analizar, apelar a nuestro instinto (muchas veces nuestros sentidos nos alertan de su presencia, nos sentimos mal, hay señales de alerta), y luego alejarse para comprobar si las actitudes de vemos corresponden a un tipo de monstruo u otro.
P.- ¿Quién es el malo del cuento en esta crisis?
R.- Imposible responder... el poder atrae a un buen número de monstruos, y a su vez, los malos del cuento se sienten cómodos en la manipulación, el robo de guante blanco, las estafas, los trapicheos, las demostraciones de fuerza... Gran parte de nuestra cúpula política y económica está formada por personalidades psicopáticas (esto es, carentes de empatía, que persiguen únicamente su beneficio y que no se arrepienten ni aprenden de sus errores). El país está gravemente enfermo y es codependiente. Ahora hay que iniciar la sanación.
P.- ¿Después de Los malos del cuento, qué nuevos proyectos tiene en mente?
R.- Una de las cosas positivas de la crisis es que obliga a buscar salidas nuevas e insospechadas. Trabajaré en una novela (suelo alternar ficción y no ficción), en teatro, y muy posiblemente en temas de nuevas tecnologías aplicadas a la cultura. Me aburro con facilidad, y necesito pequeños retos nuevos para no agostarme.