Luis Goytisolo: "La novela no morirá nunca"
El autor barcelonés gana el Premio Anagrama de Ensayo con su obra la Naturaleza de la novela
3 abril, 2013 02:00Luis Goytisolo. Foto: Aida Muluneh.
Existe un amplio consenso en torno a que el periodo de máximo esplendor de la novela ha sido el que va desde las últimas décadas del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. Luis Goytisolo lo tiene muy claro. Pero no es pesimista respecto a la salud del género en la actualidad, a pesar de los agoreros que vaticinan su fin cercano. Son reflexiones que ha volcado en Naturaleza de la novela, volumen de alrededor de 200 páginas con el que ha ganado el Premio Anagrama de Ensayo, dotado con 8.000 euros."No quiero que me vean como un catastrofista: la novela no va a morir nunca", explicaba el académico de la RAE al El Cultural minutos después de hacerse público el fallo. "Lo que es impredecible es las distintas formas que irá adoptando en el futuro. La verdad es que me resulta muy difícil vislumbrarlas pero seguro que tendrán mucho que ver con los nuevos hábitos de lectura de las nuevas generaciones, que casi todo lo leen sobre pantallas cambiantes. Eso tiene que tener alguna influencia en los próximos años pero yo no voy a hacer de gurú".
El caso es que el paciente sobrevivirá. Sólo hasta ahí se pilla los dedos el autor de Antagonía, cuyo nombre suele aparecer en la quinielas del Nobel cada año. Hablemos pues de su pasado, concretamente de sus orígenes, que es otro de los capítulos sobre los que Goytisolo centra su estudio: "Para mí la novela en sentido propio nace en el Renacimiento. No concibo como novelas los cantares de gesta, ni las novelas pastoriles. El Quijote es el punto de partida sin duda. Y tiene precedentes como El lazarillo de Tormes y Gargantúa y Pantagruel".
Para Goytisolo, que ya ganó el Premio Biblioteca Breve con su primera novela (Las afueras), son dos los factores que determinaron su surgimiento, sin cuya convergencia la novela no sería lo que es: "Sería otra cosa". A saber: el nacimiento de la imprenta y la secularización de la vida cotidiana que se produjo durante el siglo XVI. A pesar de esta secularización, el escritor barcelonés considera que "la novela es un producto del occidente cristiano". "Aunque actualmente se le da rango de novelas a algunas creaciones literarias de Oriente, para mí la novela tiene una raíz judeocristiana esencial".
El cristianismo, según Goytisolo, "impregna toda la narrativa que conocemos, incluso en autores que ni siquiera son conscientes de esa circunstancia". Ese sustrato le sirve además para establecer dos grupos de escritores en la historia de literatura: los bíblicos y los evangélicos. Entre los primeros engloba a Faulkner, Balzac, Melville, Benet... "En sus libros siempre hay fuerzas superiores que rigen los destinos de los hombres".
"Los segundos perseguimos un fin, tenemos una empresa concreta que realizar, como Jesús, cuando, a petición de María, debía convertir el agua en vino en las bodas de Caná". Y aquí cita a Cervantes, a Proust y a sí mismo. "Mi empresa era escribir Antagonía". Nada menos: los cuatro tomos que lo componen alcanzan las 1.120 páginas.
Goytisolo advierte que su ensayo, que se publicará en mayo, tiene vocación de novela. Quiere poner distancia con los estudios que elaboran críticos, filólogos y científicos de la literatura. "Es cierto que mis novelas tienen mucho de ensayo pero este es mi primer ensayo puro, aunque con aspiraciones muy literarias, al estilo de los que escribieron Huxley, Valery, Eliot...".
El finalista del premio, al que se habían presentado 131 originales, ha sido Jorge Carrión por su obra Librerías, un estudio muy pertinente cuando este tipo de espacios parecen abocados a la extinción. En sus páginas recorre algunas de cabecera: la Strand de Nueva York; las parisienses Shakespeare and Company y la Hune; Bertrand, de Lisboa; Stanfords de Londres; Eterna Cadencia de Buenos Aires; Antonio Machado de Madrid; Laie y La Central de Barcelona; Green Apple Books, de San Francisco; Robinson Crusoe, de Estambul...
El jurado ha estado formado por Salvador Clotas, Román Gubern, Xavier Rubert de Ventós, Fernando Savater, Vicente Verdú y el editor Jorge Herralde.