Màxim Huerta: He tratado de reconstruir los lugares comunes de mi infancia
El periodista y escritor publica La noche soñada (Espasa), novela que se alzó a finales de febrero con el Premio Primavera
1 abril, 2014 02:00Màxim Huerta. Foto: José Aymá
"Soy feliz. El impulso que tuve con esta historia, que lleva tanto de mis tripas, se ha cumplido". Màxim Huerta (Utiel, Valencia, 1971) está entusiasmado con el recibimiento que ha acaparado su último libro, La noche soñada (Espasa). El periodista y escritor, que recibió a finales de febrero el Premio Primavera de Novela de la editorial Espasa y Ámbito Cultural de El Corte Inglés, ha entregado una emocionante historia que reflexiona sobre cómo nos afectan los secretos que guardamos y cómo trasformamos nuestra memoria a través de la mentira. Para ello, Huerta planea por tres líneas temporales protagonizadas por Justo Brightman, un joven que en la noche de San Juan tratará de cambiar el destino de su familia. La novela además arranca con un invitado muy especial, la actriz Ava Gardner.- ¿Cuál fue el punto de partida de esta novela?
- Soy un escritor con suerte. Una tienda en París surgió durante un viaje a la ciudad de la luz. Haciendo tiempo para una cena me encontré con el establecimiento que aparece en el libro y me quedé fascinado. Al día siguiente volví para preguntarle a la dueña por la historia del local y de ahí surgió la novela. Con La noche soñada me pasó algo similar. Me encontraba en la terraza de la casa de verano de unos amigos en Tossa de Mar con el sobrino de Carmen Laforet, Álvaro Laforet. Dentro de la casa me encontré con unas fotos colgadas de la pared que me llamaron mucho la atención y en algunas de ellas descubrí a Ava Gardner. Cuando salí me fijé que la terraza, incluso las mesas y sillas en la que estábamos sentados, era la misma que disfrutaban Ava Gardner y Frank Sinitra en las instantáneas y me picó tremendamente la curiosidad. No pude resistir la tentación de interrogar a mis anfitriones sobre el asunto. Después ya me enteré que en los 50 la actriz había estado rodando Pandora y el holandés herrante en la Costa Brava y que tuvo un romance con el torero Mario Cabré. Pero el origen de la novela responde a que me enamoré de aquellas fotografías. Después fui desarrollando la historia con cuidado y escribiéndola poco a poco.
- Pero el episodio de Ava Gardner no es más que el punto de partida de la historia...
- De hecho el regreso de la actriz a la Costa Brava en los 80 es una invención para la novela como también lo es Calabella, el pueblo de la Costa Brava en el que transcurre parte de la novela y que funciona como un homenaje al Macondo de Cien años de soledad de García Márquez. Durante la noche de San Juan, en la que la actriz va a inaugurar un cine de verano en este lugar imaginado, Justo pretenden cambiar el destino de su familia siendo tan solo un niño de 12 años. La novela trata sobre la búsqueda de la felicidad.
- Este episodio da lugar a una historia mucho más compleja que se mueve en tres planos temporales...
- Moverme en estos tres planos me permitía hablar también de la mentira, de esa que utilizamos para tratar de hacer felices a los demás pero que al final nos pasa factura. En primer lugar nos situamos en esa noche de San Juan en la que Justo pretenden aprovechar la visita de Ava Gardner para cambiar el destino de su familia. Después el verano de 1981 en la que Justo descubre su vocación y el primer amor y, por ultimo, el 14 de febrero de 2010 en el que viaja a Roma para celebrar el cumpleaños de su madre y regalarle una confesión.
- ¿Los secretos pueden ser una condena?
- Justo es una persona que, a pesar de ser un fotógrafo de éxito, necesita quitarse un peso de encima. En este sentido no creo que exista un sitio más adecuado para hacerlo que la Plaza de Santa María del Trastevere de Roma, un lugar en el que según la leyenda empezó a brotar aceite del suelo. La Basílica de Santa Cecilia está detrás de esa fuente de vida, la capilla es casi un lugar cárnico. No hay mejor emplazamiento para exorcizar un secreto.
- Uno de los detalles más divertidos del libro son las escenas familiares con las 9 hermanas de la madre de Justo...
- Estoy completamente enamorado de estas tías. Su origen, con esos nombres tan peculiares, está también en Cien años de soledad, una novela que he leído tantas veces... Son un acicate, una pila alcalina que convierten el dolor en alegría. La felicidad en medio del drama.
- Ciertos fragmentos tienen ese aroma rural que parece en muchos sentidos olvidado...
- También es un relato muy urbano porque Justo visita un gran número de ciudades a raíz de su trabajo como fotógrafo. Pero sí que he querido reconstruir esos lugares comunes a mi infancia con el olor de los hornos, la harina caliente, los tuppers, el aroma a lavanda y romero... Ese es el ambiente en el que yo me crié.
- Enhorabuena por el premio Primavera. Supongo que recibir un premio como este ayuda a afrontar la publicación del libro con mayor confianza...
- No te puedes hacer una idea del estimulo tan positivo, gigantesco, que significa ganar un premio como el Primavera con un jurado al que admiro tantísimo. Además se tratada de la novela que más me gusta, en la que más he trabajado. El premio además te ayuda a conseguir la portada que deseas, a que esté bien situado en las tiendas... Es un auténtico regalo.
- ¿Cree que influye de alguna manera en su faceta de escritor el hecho de ser una cara conocida de la televisión?
- No creo que sea más conocido que Ruiz Zafón o que Pérez Reverte. Además hay muchos escritores que venden sin ser conocidos. Te da mucha seguridad cuando comienzas a vender fuera. Te das cuenta de que no tiene tanta influencia.