Fiósofo, poeta y bloguero, Rafael Argullol (Barcelona, 1949) conoce bien la maldita perfección. Quizá por eso, de entre todos los ejemplares de su biblioteca, de cuatro mil volúmenes, elige como su libro más amado una edición de La Divina Comedia de Dante, publicada por la legendaria editorial barcelonesa Maucci en el año 1941. "Mi Divina Comedia pertenecía a la biblioteca de mi abuelo y contiene setenta y nueve láminas de Gustavo Doré", recuerda Argullol, que resalta, además, cómo disfrutaba con los grabados de Doré de niño: "Me encantaban, aunque me daban miedo.Una tarde que estaba enfermo, hacia el final de la infancia, mi madre me leyo fragmentos del ‘Paraíso'". Y no lo olvidó...
Supone que de esa edición en concreto no deben de quedar muchos ejemplares, aunque se trata de un libro "vivo" en el catálogo editorial español: hay ediciones recientes de Cátedra (2014), Alianza, Edaf y Losada (2012), Simancas (2010) e incluso una versión "manga" publicada en 2011 por Herder.
El autor de La atracción del abismo o de Visión desde el fondo del mar (Acantilado, 2010) posee una biblioteca reducida, dice él, de unos cuatro mil volúmenes y es así como imagina las bibliotecas del futuro: "reducidas, con pocos volumenes pero muy queridos y leídos". Tampoco sabe qué pasará con sus más amados libros, pero les desea lo mejor, esto es, que "viajen de mano en mano entre amantes de los libros". No es mal destino.
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