Image: El Talismán

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Letras

El Talismán

Visor publica una partitura inédita de zarzuela de Gustavo Adolfo Bécquer, autor de Rimas y Leyendas

3 junio, 2014 02:00

"Durmiendo está; / Y ocasión que se escapa / No vuelve más. (...)" Siguiendo sus versos iniciales, El talismán, la zarzuela inédita de Gustavo Adolfo Bécquer, decidió no dejar pasar la ocasión para salir a la luz. Lo hizo el dueño del manuscrito Manuel Vázquez de Plata, que justo hace un año, en la pasada edición de la Feria Del Libro, se lo comunicó a Víctor Infantes, responsable desde entonces de la publicación que acaba de editar Chus Visor. Aunque El talisman se integra dentro de su etapa madrileña, lo que la destaca de otras creaciones es la música de Joaquín Espín y Guillén, compositor decimonónico que fue el padre de Julia Espín, musa, en gran parte, de la obra. Reproducimos el artículo de Amy Liakopoulos, que introduce el libreto y que lleva por título Un acercamiento a las relaciones entre la música y el texto teatral.


A través de estas páginas nos preponemos fijarnos en El talismán y la musicalidad del teatro musical becqueriano. La existencia de la relación entre la música y la literatura es innegable, y a menudo los estudiosos recurren a trabajos de etnomusicología en busca de esta relación. Es fácil encontrar a lo largo de la historia de la reflexión estética alusiones a un momento mítico donde música y literatura tendrían una sola esencia y serían inseparables. Este es el punto de partida de gran parte de la reflexión músico-literaria del romanticismo, y también un supuesto que llega a ser un manifiesto o declaración de intenciones en gran cantidad de poetas románticos. Así, el poeta aspira a alcanzar por el medio limitado de la palabra una realidad superior que es comunicada por la música. La música se convierte entonces en el ideal de la expresión lírica verbal. Esta idea de la música como lenguaje de la expresión directa de los sentimientos y las emociones sigue siendo una tesis fuerte sobre su significado.

Las cuestiones teóricas con las que nos enfrentamos al comparar dos artes tan distintas derivan del punto de vista verbalista que caracteriza en general nuestra concepción del significado. Las preguntas que se formulan buscan un acercamiento de las dos artes que haga posible la comparación desde un punto de vista científico y no meramente impresionista. Por ejemplo: ¿Tiene la música capacidad referencial? ¿Tiene la música capacidad de establecer con sus signos una relación con el mundo extramusical? ¿Puede la música describir o narrar? Sin embargo, conviene ahora reconocer que en este trabajo nos preguntaremos con menor frecuencia sobre las capacidades de la música para referirse a sí misma y/o para confirmar el contacto comunicativo. Centraremos nuestra atención en la estructura musical de la obra y su relación con el texto.

MÚSICA Y TEATRO

Existen estudios centrados en la música y Bécquer que recogen su faceta teatral. Los más destacables son los de Gerardo Diego, "Bécquer y la música"; Enrique Sánchez Pedrote, "Bécquer y la música"; Josefina García, Music as a formative elementin Gustavo Adolfo Bécquer's prose works ; María Trinidad Ibarz Ferré, "Bécquer y la música: la música poética o la poesía musical" y Pedro Ángel Soriano, "Gustavo Adolfo Bécquer y la música".

Así pues, dicho aspecto becqueriano no es desconocido por los musicólogos ni por los becquerianistas. Pablo Riviere explica que "los literatos de cierto prestigio no querían colaborar en las zarzuelas y los que lo intentaron, como Larra, Zorrilla y Bécquer, que firmaba estas obras con pseudónimo, pasaron sin pena ni gloria o salieron bastante mal parados". Celsa Alonso reconoce la labor del poeta en el género zarzuela en La Canción Lírica Española en el siglo XIX, importante monografía donde repara en Bécquer y los becquerianistas en la música de salón, ofreciendo referencia de sus poemas musicalizados.

En este trabajo se describirán las partituras de El talismán y se proveerá un escueto comentario literario-musical. Dado que es un trabajo filológico, se analizarán las partituras y su relación con el texto desde un punto de vista estrictamente musicológico.

EL TALISMÁN

La partitura que se consulta en este trabajo consta de cuatro números cantados más unas hojas sueltas y/o tachadas, que no se analizarán. Las partituras forman parte del libreto destinado a ser cantado y están firmadas por Joaquín Espín y Guillén en varios momentos e indican el lugar y las siguientes fechas: Madrid, 1859- 1860. Aunque la partitura en sí es inacabada e incompleta, es bastante interesante e importante ya que es un ejemplo de la colaboración entre músico y poeta dentro del ámbito de la zarzuela.

La partitura que nos ha llegado, en realidad, es un conjunto de partituras inacabadas y/o fragmentarias de Joaquín Espín y Guillén. En total hay 24 fragmentos de variada extensión que nos aportan información sobre la obra y hay varias hojas pentagramadas en blanco. Transcribir la partitura musical fue bastante difícil ya que en algunos cantables (el Cuarteto y el Quinteto en concreto) la asignación de algunos personajes no quedó clara. Además surgieron otras dudas a lo largo de la obra en cuanto a ciertos motivos musicales tanto instrumentales como vocales ya que algunas melodías quedaron fuera del tono y en algunas ocasiones el compositor simplificó el texto para ajustarlo a la métrica. Consecuentemente, cabe mencionar que el objetivo principal de este trabajo es proporcionar una reconstrucción inicial de El talismán ya que el estado del documento no nos permite realizar una edición anotada de dicha obra.

La música de esta zarzuela es bastante sencilla y emotiva. Las melodías están caracterizadas por su aire fácil y las tonalidades son casi siempre mayores y sufren escasas modulaciones. La instrumentación de la obra es la siguiente: violines (1°, 2°), violas, flautas, oboes, clarinetes, pitones, cornetes, fagotes, trombones, ofigles, timbales, violoncelo y bajo continuo. Son cuatro cantantes principales Armando (tenor), el Barón (barítono), Genoveva (mezzosoprano) y la Duquesa (soprano) y un coro de tenores y bajos que actúa en la introducción, el cuarteto y el quinteto. (...)

CONCLUSIÓN

La partitura de El talismán es más bien un borrador ya que nos ha llegado unas partituras incompletas y fragmentarias con varias hojas pautadas que el compositor Joaquín Espín y Guillén debió reservar para completar la obra. Sin embargo, por lo que se ha podido analizar, se puede concluir que la música de esta zarzuela se caracteriza musicalmente por sus melodías sencillas y su tono dramático. La estructura musical está basada en el paralelismo y la repetición que a veces resulta ser demasiado sencillo. Dado el estado de las partituras, se ha tratado de proporcionar una reconstrucción inicial de El talismán con la esperanza de que pueda servir de punto de partida para otros trabajos de investigación en el futuro.