El poeta, ensayista y traductor Antonio Rivero Taravillo (Melilla, 1963) sabe bien cuál es la gran joya de su librería: Edda Mayor, la recopilación de antigua poesía escandinava (Alianza tiene una buena versión). Le es imprescindible, sí, por razones no sólo sentimentales -"fue el primer regalo de mi mujer, antes de que empezáramos a salir juntos"- sino profesionales: "Con este libro, que aúna poesía y mitología, respiré el mismo aire que Borges, que me había llegado a interesar mucho, y me aguzó el gusto para los estudios de anglosajón que empecé meses después en la carrera". Su influencia fue tal que por esas fechas cambió su rumbo, dedicándose no ya a la germanística sino a los estudios célticos: "Sí, empecé a aprender gaélico escocés, irlandés e incluso galés. Vi entonces a los vikingos desde el otro lado: recuerdo ahora el poema de un monje irlandés del siglo XI que teme la llegada de los saqueadores del norte".



Comprador habitual de literatura, su biblioteca está vivapues constantemente entran y salen libros, pero posee una notable colección de libros de literaturas célticas, y una nutrida sección poética, "además de muchas obras empleadas como documentación para traducciones, ensayos, la biografía y la novela publicadas y otras que están en camino". Librero antes que escritor, entre sus librerías favoritas destacan, en Sevilla, su ciudad, Birlibirloque; la Rosario Castellanos en el DF; en Londres, Daunt Books, y Hodges Figgis en Dublín.