Julian Barnes recibe el V Premio BBK del Festival de la Risa de Bilbao
No es lo mismo echarse a reír por la caída de una persona que se ha tropezado con un obstáculo en la calle que reír por una gracia elaborada. Es decir, no es lo mismo la risa que el sentido del humor. La carcajada se configura como un ejercicio para la mente; sanea, purifica y te evade de los problemas. Este es el telón de fondo con el que juega el Festival de la Risa de Bilbao que llega a su quinta edición y arranca este jueves. Siendo el único de estas características en Europa, se pueden permitir el lujo de que la principal premisa sea la ausencia de la propia premisa y, por eso mismo, el programa es más ecléctico que nunca. Bilbao hace un guiño al loro de Flaubert, se viste la chistera y el monóculo (protagonista del cartel) y premia al novelista británico Julian Barnes. Muy british.Los primeros años del Festival estuvieron más centrados en el humor gráfico para abrirse, después, a otras ramas artísticas pero siempre buscando la excelencia con invitados de primera categoría. Han pasado ya Tom Sharpe, Martin Amis, Michel Houellebecq y Robert Crumb, el artista más reconocido del humor underground. "Ha ido cogiendo prestigio y raigambre", apunta Juan Bas, director del evento. Este año es el turno de Julian Barnes. "Le teníamos ganas de hace tiempo pero quedó afectado por la muerte de su mujer y no iba a nada". Ahora ha aceptado viajar a Bilbao para ser entrevistado por Nuria Barrios. El día 11 recibirá, pues, el V Premio BBK La risa de Bilbao.
Tanto la crítica internacional como sus lectores coinciden en hacer hincapié en el sentido del humor del escritor así como en la inteligencia que sobresale en las líneas de su pluma. Él mismo, sabedor de esta faceta, dijo una vez que "uno no puede escapar de sus huellas dactilares". Y esas huellas, tan únicas y propias de cada ser, inigualables e indelebles, se trasladan a sus novelas, enmarcadas en el postmodernismo literario. Un movimiento en el que se encuentran colegas de oficio como Paul Auster, Thomas Pynchon y Chuck Palahniuk u obras como El nombre de la rosa de Umberto Eco o Si una noche de inverno un viajero de Italo Calvino. La primera novela de Barnes fue Metrolandia, con su tercera obra, El loro de Flaubert, se hizo un hueco en el exigente paradigma literario y con El sentido de un final fue galardonado con el Premio Booker.
Original de Robert Crumb creado para el V Festival de la Risa de Bilbao
Pero tal vez uno de los diálogos más interesantes que se van a desarrollar en la Sala BBK sea el de los escritores franceses Emmanuel Carrère y Jean Echenoz. "Ellos son amigos pero nunca han hablado juntos ante el público, puede ser interesante. Echenoz practica un humor particular, a veces surrealista y peculiar. En cambio Carrère lo emplea menos y es más negro, soterrado quizá", comenta Bas. Serán ellos quienes, frente al público, charlarán sobre el humor literario y sobre cómo lo emplean. O no.
A su juicio, los diálogos son lo que mejor funciona y recuerda uno en particular. Hace tres años se dieron cita Bernardo Atxaga y Jon Juaristi en Humor contra la barbarie, dos escritores que después de años de amistad se enemistaron. "Da buen juego escénico porque al fin y al cabo un festival de este tipo se basa en la puesta en escena, en la palabra, en diálogos y encuentros y no deja de ser un peculiar obra de teatro", se sincera el director. Pero, ¿existe literatura de humor? Se le dio respuesta a esta pregunta en la primera edición: tan solo existe la literatura, de cualquier género, que contiene humor o no. En ese sentido el abanico es amplio. Desde El Quijote.
La programación se completa con una exposición del artista del cómic Paco Roca, Dibujante Ambulante, otra de Forges, Metro a metro el machismo Vade Retro y Página par de Gallego&Rey. Asimismo, pasarán figuras como Fernando Marías, Joan Manuel Serrat, Lionel Shriver e Isabel Coixet. Todos ellos en busca de una explicación para la risa, para el sentido del humor. Para cultivarlo, para desarrollarlo. Porque la falta de sentido del humor puede considerarse una carencia.
Al fin y al cabo, el sentido del humor como forma de inteligencia y de hedonismo. "A fin de cuentas todo es un chiste". Ya lo decía Charles Chaplin.