José Manuel Lara amenaza de nuevo con abandonar Cataluña si esta se independiza

José Manuel Lara rodeado de los miembros del jurado. Foto: Antonio Moreno.

10 novelas optan este miércoles a ganar el LXIII Premio Planeta de Novela, dotado con 600.001 euros para el ganador y 150.250 para el finalista, en un fallo que se dará a conocer en el transcurso de una cena literaria en el Palau de Congressos de Catalunya. El concurso ha contado con 453 obras presentadas, con una mayor proporción en esta edición de novelas policíacas, mientras que ha bajado el volumen de novela histórica, según explicaron este martes en rueda de prensa el jurado y el presidente del Grupo Planeta, José Manuel Lara.

Como cada año, la prensa congregada para cubrir el evento intercambia rumores sobre el posible ganador. Entre los nombres más sonados, la mallorquina Carme Riera, la colombiana Ángela Becerra, y la creencia de que este año el elegido será un autor mexicano, que bien podría ser Ignacio Padilla o incluso Guillermo del Toro...

Lara se ha prodigado en comentarios sobre la situación política durante la rueda de prensa, aunque menos que otros años. Ha urgido al diálogo entre "los líderes" para conseguir el encaje de Cataluña en España, antes de que haya fractura social entre los catalanes, porque sería irreversible. Pronosticó que "todo depende de lo que se vaya alargando y enconando el proceso" y se mostró crítico con "la actitud de ambas partes", en referencia a los gobiernos catalán y español. También advirtió de que, si hay independencia, su empresa y todas en general reaccionarán según los intereses de sus accionistas, incluida la decisión de si deben trasladar su sede fuera de Cataluña. "No conozco ningún editor que tenga sede en el país extranjero del idioma de origen", volvió a advertir años después de avisar por primera vez cuando empezó el proceso soberanista.

La cena literaria durante la que este miércoles se conocerá al ganador del premio contará con la presencia de personalidades del mundo de la política y la cultura, como el presidente de la Generalitat, Artur Mas; el alcalde de Barcelona, Xavier Trias; la ministra Ana Pastor; la delegada del Gobierno, Llanos de Luna; el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. El jurado está formado por Alberto Blecua, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Rosa Regàs, Emili Rosales, y Fernando Delgado, que se ha incorporado este año en sustitución de Ángeles Caso.

Las obras finalistas

Respecto a las diez obras finalistas, la costumbrista Un hombre indeciso, del autor con seudónimo Lares, está protagonizada por una mujer que deja plantado a su marido para irse a una ONG a Etiopía, de donde regresará embarazada. Los crímenes del cromosoma XY, del autor con seudónimo Eduardo Nevado, es una obra de estilo anglosajón que habla sobre mafias ucranianas establecidas en Marbella; la historia Alas retráctiles, de Alfonso Pereyra, trata sobre un exitoso arquitecto que padece alucinaciones tras divorciarse.

Se llamaba Sébastien, del seudónimo Coral Teide, es una "intriga detectivesca", que narra una historia de amor otoñal por parte de una mujer de mediana edad superviviente de la gauche divine barcelonesa que se enamora de un francés.

El 44 de la calle Armonía, de Jesús Miguel Martínez, habla sobre una comunidad de vecinos que se sirve de un crimen para chantajear al propietario del inmueble, que pretende vender la finca a una cadena hotelera; mientras El viaje, de Miguel Siso-Fernández, es la historia de un hombre apocado casado con la exmujer de un policía corrupto, una pareja que quiere comprar un bebé.

La novela policíaca La ciudad de las tormentas está ambientada en la Venezuela actual, donde un periodista ingenuo decide explorar los bajos fondos de Caracas; a la vez que Donde brotan las violetas, de Daniel de Jorge, es una novela costumbrista y romántica en la que una anciana va desgranando sus recuerdos a su cuidadora.

Comiendo sonrisas, de Tadea Lizarbe Horcada, es una novela híbrida con tanta intriga como frescura, donde una joven soltera con problemas de autoestima indaga sobre su madre, y La vida no regalada de Lorenzo Almendro, de Luis Cabrera Sánchez, es una saga familiar costumbrista que empieza en la Guerra Civil por parte de una familia de Jaén que acaba en la Barcelona del tardofranquismo.

Clara Sánchez fue la ganadora del Premio Planeta el año pasado por El cielo ha vuelto, mientras que la finalista fue la exministra de Cultura Ángeles González-Sinde por El buen hijo.