Paco Roca ha conseguido su sueño de la infancia: vivir en pijama, y lo que esto supone, la libertad absoluta a la hora de trabajar. El dibujante lleva 20 años publicando, pero dio el salto a la fama en con Arrugas, su entrañable historia sobre la vejez y el Alzheimer que le valió, entre otros premios, el Premio Nacional del Cómic en 2008 y cuya adaptación cinematográfica se alzó con dos premios Goya. El Espacio Fundación Telefónica de Madrid acoge hasta el 15 de febrero Paco Roca. Dibujante Ambulante, una exposición con más de 200 piezas, entre originales, bocetos, apuntes, carteles, guiones, publicaciones, trabajos en prensa y audiovisuales que nos muestra el mundo creativo de este artista de la narración.



En 1994, Roca comenzó a publicar historietas para en la revista Kiss Comix y luego en El Víbora. Pronto dio el salto al mercado francés, la meca del cómic europeo. De hecho, fue allí donde publicó originalmente Arrugas, con el título Rides, antes de que la obra fuera lanzada en España y otros países. También es autor de las novelas gráficas El juego lúgubre (2001), Hijos de la Alhambra (2007), El Faro (2004) y Las calles de arena (2008).



Sus obras más recientes son El invierno del dibujante (2010), que recrea la vida de unos historietistas de la Editorial Bruguera en la España de los 50; Los surcos del azar (2013), sobre los exiliados republicanos de la Guerra Civil que más tarde liberaron París de los alemanes; y la serie de historietas costumbristas Memorias de un hombre en pijama (2011), aparecidas originalmente en el periódico Las Provincias y que, según nos cuenta el autor, se convertirá en película cuando consigan terminar "la difícil búsqueda de financiación" para que el proyecto se haga realidad.



El dibujante nos habla también de otros proyectos, de lo que supuso Arrugas en su carrera, de la libertad de trabajar a su ritmo y en los márgenes del sistema y de lo que ha supuesto en el mundo del cómic la aparición del concepto "novela gráfica", que ha ampliado los horizontes del medio permitiendo una mayor libertad del autor y la incorporación de nuevos lectores al maravilloso mundo de la narración con dibujos.



La exposición irá acompañada de cuatro coloquios en los que se hablará del cómic costumbrista, autobiográfico, bélico y del papel de los dibujantes como denunciantes de las desigualdades sociales.