La poeta y traductora Clara Janés lleva toda la vida dando a conocer a los lectores españoles la obra de autores extranjeros, especialmente checos, turcos y persas, una labor que vio reconocida en 1997 con el premio nacional a la obra de un traductor. Estudiosa también de la literatura femenina, ahora nos regala Guardar la casa y cerrar la boca (Siruela), un ensayo sobre el papel de las mujeres en la literatura universal, una historia llena de paradojas y sorpresas.



"Una de las mayores paradojas es que en la Edad Media, muchas mujeres decidieran encerrarse en un convento para ser libres; libres para leer, escribir y pensar", explica Janés. Otra de ellas es el hecho de que en el antiguo Japón, la educación impusiera a los hombres el uso de la compleja escritura ideográfica, kanji, procedente de China, y reservara para las mujeres una escritura silábica, kana, más simple. Esto permitió a las mujeres escribir una poesía más viva y directa, más cercana a las vivencias y a los sentimientos.



Además, entre las sorpresas que la autora se ha llevado a lo largo de muchos años de investigación de la literatura femenina, las dos más importantes fueron el descubrimiento de que el primer escritor conocido fue una mujer, la sacerdotisa acadia Enheduanna, en torno al 2.500 a.C., y que "la primera gran novela de la literatura universal", en palabras de Janés, es obra de la japonesa Murasaki Shikibu, cuya La historia de Genji "ha sido comparada con el Quijote, con el Decamerón y con Proust".



Otros muchos nombres femeninos de la literatura china, japonesa, coreana, india, árabe, persa, griega, romana, andalusí y europea aparecen en el libro, acompañados de datos históricos, biográficos y sugerentes extractos de sus poemas, que resulta en un libro muy completo e interesante que viene a reparar en gran medida las omisiones sistemáticas que la historia oficial de la literatura ha cometido con las mujeres.



Aprovechamos el encuentro con la autora para preguntarle también por su temprano despertar a la literatura oriental, por su vocación como traductora, por su visión poética y por su próximo poemario, que se llamará La noche de la pantera.