Samanta Schweblin
La escritora argentina obtiene los 50.000 euros del galardón con un conjunto de relatos en el que "indaga en la normalidad rara o en la rareza de los normal".
Schweblin, que actualmente vive en Alemania, en donde da clases de literatura, no es ni mucho menos una desconocida en el mundo de la narrativa breve; Guadalupe Nettel, la última ganadora del galardón, ha destacado su fidelidad a un género que, según ella, ha de sobrevivir como puede ante el empuje comercial y editorial de la novela. En el turno de preguntas posterior a la entrega del premio, Schweblin se ha quejado de lo mismo: "No entiendo por qué hay que justificar que se escribe cuentos como si se tratara de un género por el que los escritores transitamos de camino a la novela". Y después: "Si me lo preguntan les diré que es el género donde yo me encuentro más cómoda".
Siete casas vacías es el tercer libro de relatos de la escritora argentina. Antes publicó El núcleo del disturbio (2002) y Pájaros en la boca (2009). Este último, ganador del Premio Casa de las Américas, fue traducido a trece lenguas, todo un éxito tratándose de un libro de relatos. En 2014 publicó su primera novela, o nouvelle, Distancia de rescate, en Literatura Random House. Apegada al género fantástico, la obra de Schweblin guarda una gran coherencia, si bien ella misma ha señalado que, en este último libro, lo fantástico, lo extraño, "se aborda desde un punto de vista más real".
"Yo a Samanta la veo como una científica cuerda contemplando locos", ha dicho Fresán. Y Andrés Neuman: "Su territorio es reconocible y personal, sus cuentos son un clima, su tensión es imparable y su técnica es aterradora". Y Pilar Adón: "El espacio es muy importante para Samanta. Son esenciales las relaciones que se establecen en los espacios cotidianos, en ese ambiente que parece sencillo, habitable, pero lleva dentro una crueldad soterrada". Y, por último, Jon Bilbao: "Las casas de Schweblin en realidad no están vacías, están llenas de emoción, de personajes admirablemente dibujados psicológicamente; es decir, no se trata, tan solo, de una atmósfera lyncheana".
Andrés Neuman ha destacado el nivel de los cinco finalistas, y ha valorado brevemente cada uno de sus libros. Del de Edmundo Paz Soldán ha destacado la "profundidad política"; del de Alberto Olmos, "su prosa y su capacidad de experimentación"; del de Cristina Cerrada, "su audacia sintáctica"; y del de Vera Giaconi, "su intensidad, su inteligencia y su ironía".