Óscar Collazos. Foto: Archivo
El escritor colombiano ha fallecido a los 72 años en Bogotá tras varios meses de lucha contra el ELA. Siempre inquieto, tanto política como intelectualmente, y absolutamente crítico, sus opiniones suscitaban polémica y atención obligada.
La enfermedad se hizo pública a comienzos de este año, pero a pesar del avance de la dolencia, Collazos reiteró que su vida intelectual seguía siendo la misma y continuó escribiendo dos columnas diarias, informándose de lo que ocurría en Colombia y el mundo. Siguió de lleno en el mundo de las letras, del que nunca se desprendió.
Nacido en la población de Bahía Solano, el 29 de agosto de 1942, Óscar Collazos se inició en la literatura con unas obras muy comprometidas con la región pacífica colombiana que plasmaba las realidades sociales problemáticas como el desplazamiento y la vida marginal.
A mediados de 1966 publicó su primer libro de cuentos, El verano también moja las espaldas y casi enseguida, Son de máquina, también de cuentos. Posteriormente llevaría una vida nómada que le llevó a Europa del Este, París y luego a Cuba, donde reemplazó a Mario Benedetti en la dirección del Centro de Investigaciones Literarias de Casa de las Américas.
Collazos también estuvo varios años viviendo en Barcelona. Siempre inquieto, tanto política como intelectualmente, y absolutamente crítico, sus opiniones suscitaban polémica y atención obligada. En 1970 publicó un libro que lo proyectó internacionalmente: Revolución en la literatura y literatura en la revolución, en coautoría con figuras de relieve como Julio Cortázar y Mario Vargas Llosa.
Entre sus escritos se entremezclan grandes reportajes periodísticos como Cartagena en la olla podrida (2001) o Desplazados del futuro (2003) y novelas como Rencor (2006) Señor sombra (2009), En la laguna más profunda (2011) y Tierra quemada (2013), aunque siempre se le ha achacado la falta de una gran novela comparable a algunas de sus contemporáneos.
A su regreso a Colombia, en los años noventa, comenzó a ejercer una profusa labor de columnista. Su espacio editorial en el diario El Tiempo, titulado Quinta columna, fue reconocido con el Premio de Periodismo Simón Bolívar en el 2003, por su columna Soy zurdo a mucho honor. Un año más tarde, recibió el mismo galardón, con la columna Bebo luego vivo, que publicó en la revista SoHo.
Collazos publicó sus últimas columnas en el diario El Universal de Cartagena de Indias, donde vivía y en el diario El Tiempo, en el que escribía desde 1997. En el primero habla sobre el panorama político de Cartagena en miras de las próximas elecciones. En la escrita para El Tiempo, retomó el robo de un ejemplar firmado de Cien Años de Soledad en la reciente Feria del Libro de Bogotá.