La autora de Infiel, Nómada y, más recientemente, Heretic (Hereje) leía muchas novelas de amor y libros de Jackie Collins cuando era joven: "No discriminábamos entre lo bueno y lo malo. Ahora cuesta creer que tuviésemos tan pocos libros".

¿Qué libros hay ahora mismo en su mesilla de noche?

El barón rampante, de Italo Calvino, una novela corta fantástica y tremendamente divertida sobre la determinación de los niños. El hobbit, de J.R.R. Tolkien, tan apasionante como siempre. Y El futuro digital, de Eric Schmidt y Jared Cohen, un análisis incisivo sobre la forma en que la era de la tecnología afecta a todo.



¿Cuál es su novelista favorito de la historia?

No sabría decidirme entre Charles Dickens, Wilkie Collins y Fedor Dostoievski.



En su opinión, ¿quiénes son los mejores escritores -novelistas, ensayistas, críticos, periodistas, poetas- que trabajan actualmente?

Ian McEwan, Cormac McCarthy, William Langewiesche, Jeffrey Goldberg, Charlie Rose, Megyn Kelly, Asra Nomani y Anderson Cooper.



¿Cuál ha sido el libro más interesante o importante que se ha publicado recientemente sobre el mundo islámico?

The Quran Speaks (El Corán habla), de Bahis Sedq: un libro importantísimo escrito por un estudioso del islam que es, en mi opinión, el disidente más sofisticado de todo el mundo musulmán. Lo trágico es que tiene que publicar bajo seudónimo. Podría ser el Lutero musulmán, si hubiese una forma de mantenerlo sano y salvo.



¿Y cuáles son los mejores libros que ha leído sobre los derechos de las mujeres?

Dos obras de Christina Hoff Sommers: Who Stole Feminism? (¿Quién robó el feminismo?) y Freedom Feminism: Its Surprising History and Why It Matters Today (El feminismo de la libertad: su sorprendente historia y su importancia actual).



¿Qué genero disfruta más leyendo? ¿Y cuál procura evitar?

Antes me encantaba leer novelas de suspense, luego me zambullí en las históricas. Ahora que tengo un hijo estoy adentrándome en la ciencia ficción, y disfrutando mucho.



¿Qué libro nos sorprendería encontrar en su estantería?

Make Way for Ducklings (Abran paso a los patitos), de Shel Silversten y Dr. Seuss.



Su marido, el historiador Niall Ferguson, es un autor prolífico. ¿Tiene algún favorito entre los libros que ha escrito?

Sí, El imperio británico, que leí antes de conocerle. Sigo creyendo que todo el mundo debería leerlo. Y también estoy muy emocionada con su próxima biografía: Kissinger. Volume I: The Idealist (Kissinger. Volumen I: El idealista).



¿Cuál es su héroe o heroína de ficción favorito?

Los héroes y las heroínas son aburridos y fáciles de olvidar; los villanos son mucho más interesantes. El conde Fosco de La dama de blanco, de Wilkie Collins, es un malo inteligente: malvado, pero simpático.



¿Qué tipo de lectora era durante su infancia? ¿Cuáles eran sus libros y autores favoritos?

Leía cualquier cosa que cayera en mis manos. No existía ese concepto de "favorito": nos limitábamos a leer lo que había. Me acuerdo de leer una antología de cuentos de hadas, solo porque estaba allí. Leí a Enid Blyton, Nancy Drew, los hermanos Hardy, Sherlock Holmes, Agatha Christie y montones de libros de Perry Mason. También leíamos muchas historias de amor, e incluso las novelas baratas de Jackie Collins. No discriminábamos entre lo bueno y lo malo. Ahora cuesta creer que tuviésemos tan pocos libros.



Si tuviera que nombrar un libro que la convirtió en lo que es hoy, ¿cuál sería?

Jamás podría ser solo uno; tienen que ser varios, porque los seres humanos evolucionamos. Cuando tenía nueve o diez años, en Kenia, los libros de Nancy Drew me mostraron un tipo de chica fuerte a la que yo no estaba acostumbrada en absoluto. Solía leerlos a escondidas con mi hermana. Cuando crecí, Charles Dickens inspiró mi sentido de la justicia y la imparcialidad. George Orwell criticó a los liberales por disculparse por el comunismo, y aún sigue inspirándome para mantenerme en mi postura de que el islam sin reformas, cuando se pone en práctica, conduce a una distopía. Hoy día Orwell nos diría que el Estado Islámico es islámico, y que los que se niegan a reconocer una verdad tan evidente deberían avergonzarse.



Si pudiese obligar al presidente Obama a leer un libro, ¿cuál sería?

Yo sugeriría Fighting the Ideological War: Winning Strategies From Communism to Islamism (Librar la guerra ideológica. Estrategias para la victoria desde el comunismo al islamismo). Es una antología de ensayos editados por Patrick Sukhdeo y Katharine Gorka.



Decepcionante, sobrevalorado, malo sin paliativos. ¿Qué libro pensó que iba a gustarle, pero no? ¿Se acuerda del último libro que dejó a medias?

Come, reza y ama: suponía que me gustaría, pero nada. Cincuenta sombras de Grey: no lo acabé. ¿Qué libro que está por escribir le gustaría leer?

Una historia que revelase las intimidades de la Casa Blanca de Obama.



¿A qué libros vuelve una y otra vez?

Delirios populares extraordinarios y la locura de las masas, de Charles MacKay.



¿Qué libros se avergüenza de no haber leído aún?

Guerra y paz: siempre lo empiezo, pero nunca consigo acabarlo.



¿Cuál es el próximo libro que tiene pensado leer?

¡Guerra y paz!