La Feria del Libro de Madrid se convierte en la cita perfecta para las editoriales de poesía. Allí se propicia el contacto directo entre autores y lectores que dan pie a tertualias. Cada vez hay más jóvenes que consumen poesía y sus lectores, dicen, son más gratos y fieles
Cuenta la leyenda que es tan difícil encontrarse con un público lector de poesía como con un unicornio. Pero desde la Feria del Libro de Madrid lo desmienten, el consumo aumenta y cada vez hay más lectores jóvenes que se inician en el género. El fin de semana, no obstante, no parece ser el día para la poesía porque, por lo visto, este tipo de lector, que está más especializado y es más fiel a sus autores, saben lo que buscan. El panorama es favorable y la feria se convierte en el lugar propicio para entablar un contacto directo entre el autor y el lector. Que siempre gusta."Ahora hay un auge en la poesía y tanto los circuitos como los recitales poéticos funcionan muy bien", percibe Belén Bermejo de Espasa es Poesía. "Público siempre ha tenido, a veces más minoritario porque está la creencia un poco falsa de que la poesía no se entiende", amplía. Jordi Doce, de la editorial Vaso Roto, va un poco más allá ya que nota un movimiento positivo con el que "viene gente con el catálogo a por un libro de otros años porque no lo encuentran en las librerías". Por lo que la cita se convierte en un buen momento para dar a conocer el catálogo de las novedades con libros que, a veces, no se encuentran en las baldas de las librerías o pasan más desapercibidos por la vorágine. Algo que secunda Manolo Ramírez de Pretexto: "en el trato con el público te das cuenta de que la gente sabe lo que quiere y se deja asesorar sobre determinadas cosas".
De modo que ese contacto directo que propicia la feria hace que las recomendaciones se puedan personificar según los intereses e inquietudes del lector. Este año los editores tienen sus apuestas. Chus, de Visor, recomendaría "la versión bilingüe de Pessoa" mientras que Belén Bermejo apuesta por el nuevo poemario de Diego Ojeda, Siempre donde quieras, ya que se trata de "una poesía contemporánea muy cercana al lector". Manolo Ramírez, de la editorial valenciana Pretextos, en cambio, amplía su selección si se trata de un lector primerizo. "Es complicado porque depende de la persona pero los haikus y la poesía japonesa es más directa", comienza. Claro que también optan por "Jaime Jaramillo y su divertido libro Método fácil y rápido para ser poeta, sobre la iniciación a la poesía".
Este mismo camino es el que sigue Jordi Doce de Vaso Roto, que dice que "hay gente a quien hay que descubrirle qué debe leer". A ellos les recomienda a Clara Janés, Vicente Valero y Menchu Gutiérrez como poetas nacionales y a Charles Simic y a Alda Merini a quien le interese "una poesía más espiritual o con carga más trascendente". Además de editor, Jordi Doce es profesor en la universidad, algo que le ayuda a entender las inquietudes de los jóvenes. "Les suenan los grandes nombres pero con los de ahora se pierden. No saben por dónde empezar y lo que piden son nombres para ir a la sección de poesía así que se les da una puerta de entrada y luego ellos van tejiendo su propia red", anota.
Por otro lado, cada uno de ellos ha notado ya los nombres de los poetas que más salida han tenido en estos días de feria. La biografía de Wislawa Szymborska, Charles Simic, Julieta Valero (publica Que concierne), Alda Merini, Luis Alberto de Cuenca, Luis García Montero, Benjamín Prado, Elena Medel y Antonio Lucas. Sin olvidar, por su puesto, a los clásicos como Rimbaud y Baudelaire.
Hay algo en lo que coinciden, sin aristas ni matices, los cuatro editores y es que el lector de poesía es más fiel a sus autores. "Es un público muy grato porque de año a año reconoces las caras que vienen y preguntan por lo que les interesa", explican desde la editorial Pretextos. Ahonda un poco más sobre el tema Jordi Doce, editor de Vaso Roto, alegando que "cualitativamente no hay mucha diferencia. Hay mucho lector de novela pero es más un lector de consumo. Al lector literario, ya sea de novela, ensayo o poesía, le gusta investigar y tiene autores a los que es fiel". Incluso se trata de gente "más segura, más joven, gente que lee, gente de cultura", sentencia Chus de Visor.
Por su parte, Belén Bermejo, encuentra una posible respuesta a esta tendencia del mundo de la poesía. "A lo mejor es porque en este mundo de prisas en el que estamos, la inmediatez de la poesía y e leer un poema no es como empaparse de otro tipo de lectura. Pero eso no significa que sea una lectura profunda, que también puede ser. Pero la inmediatez o el hecho de poner un verso o poema en las redes sociales llama la atención".