Carlos Meneses Nebot
A vueltas con la violencia, el sexo, la casquería y las drogas, Carlos Meneses (Palma, 1969), publica, tras más de quince años de rechazos editoriales, Sabor a proteína humana, un thriller caníbal sorprendente por su propuesta narrativa, su estilo y desenlace. En él, Sabino, un hombre que disfraza de violencia y desapego su desmoronamiento sentimental y laboral, se sumerge en un mundo paralelo y enfermizo, mientras en la ciudad sin nombre en la que vive se suceden inexplicables desapariciones de hombres, mujeres y niños, que se volatilizan sin dejar rastro. Una noche, borracho de fracaso y alcohol, conoce a Liz, una gótica que se dice detective contratada por Satán, y con ella se abisma en lo más oscuro de la sociedad y de sí mismo, hasta acabar descubriéndose en lo más íntimo. Y, como la protagonista del filme Otra mujer, de Woody Allen, lo que vio no le gustó. ¿O sí? El final vuelve a plantear una vez más los límites entre realidad y ficción, entre locura, certeza e intuición, y resulta, a no dudar, sorprendente y esquinado. Como lo es que en un “thriller” caníbal lo de menos sean las víctimas, convertidas en anécdotas del viaje sentimental y humano del protagonista, nieto de Bukowski y hermano pequeño de un Chuck Palaniuk desembocado. Meneses Nebot, autor de varios libros de relatos y novelas, acomodador en una sala de cine y colaborador el periódico “Última hora”, se descubre aquí como un narrador tan prometedor como poco convencional.
Secciones
- Entreclásicos, por Rafael Narbona
- Stanislavblog, por Liz Perales
- En plan serie, por Enric Albero
- A la intemperie, por J. J. Armas Marcelo
- Homo Ludens, por Borja Vaz
- ÚItimo pase, por Alberto Ojeda
- Y tú que Io veas, por Elena Vozmediano
- iQué raro es todo!, por Álvaro Guibert
- Otras pantallas, por Carlos Reviriego
- El incomodador, por Juan Sardá
- Tengo una cita, por Manuel Hidalgo
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