La Feria del Libro de Madrid

La novela negra cosecha un año más buenos resultados en la Feria del Libro de Madrid y los editores hablan de éxito continuado y de consolidación del género tras el boom experimentado hace unos años a rebufo de los autores nórdicos.

La Feria del Libro de Madrid podría ser un escenario perfecto para una novela negra. Pongamos por caso que entre las concurridas casetas del Parque del Retiro aparece asesinado un escritor del género. Junto al cadáver, un ejemplar firmado con un enigmático mensaje que pondría el dedo acusatorio quizá sobre el editor. Éste se vería obligado a esconderse entre los jardines con el riesgo implícito de que se le caiga una rama encima. Mientras la policía le persigue, el editor tendría que descubrir por su cuenta quien es el verdadero asesino (sin duda mediante una serie de acertijos desplegados por el parque cual gymkhana) si no quiere acabar con sus huesos entre rejas... Esta es una posibilidad, aunque también podría ser la víctima el editor y el escritor el principal sospechoso o podría suceder que fueran cayendo como moscas las personas que compran un ejemplar de un autor minoritario. Las variaciones son infinitas.



Si como escenario para una novela negra parece que podría funcionar, mientras algún autor se decide a pergeñar tal obra, hemos hablado con los editores sobre cómo está resultando esta edición para la venta del género. En resumen, la novela negra sigue obteniendo grandes resultados y que lo que en principio parecía un boom, es decir, un fenómeno de gran repercusión y poca duración, surgido a partir del éxito de los escritores suecos por el año 2008, se ha convertido en un interés continuado de los lectores. "Hoy en día en España hay una buena oferta de autores y títulos de novela negra procedentes de todos los continentes y en todas sus variaciones: de suspense psicológico, noir, de detectives, de misterio, thriller, de espionaje...", explica la editora de Salamandra Black, Anik Lapointe. "Yo hablaría de 'continuo éxito' y 'consolidación del género' entre el público español".



Salamandra Black es la colección de novela negra que ha inaugurado recientemente la editorial Salamandra. Dentro de su catálogo, Una revelación brutal de la canadiense Louise Penny es el título que mejor está funcionando en la Feria del Libro mientras que autores del género de la editorial como Andrea Camilleri o Robert Galbraith (seudónimo de J. K. Rowling), que no se editan bajo la nueva colección todavía, siguen dando muy buenos resultados. "En la Feria hemos confirmado el crecimiento sostenido que ha tenido la novela negra, en general, durante los últimos años", explica Lapointe.



"Sigue habiendo mucha atención por el género negro", comenta Emili Rosales, editor de Destino. "Esto lo demuestra el hecho de que por todo el país proliferen festivales dedicados a la novela policíaca y que cada día se le ofrezca un mayor espacio en la red y en las librerías". Destino ha apostado en esta edición de la Feria del Libro por la Trilogía del Baztán de Dolores Redondo, El aroma del crimen de Xabier Gutiérrez y El secreto del sabio de Jordi Llobregat. "Todas ellas están funcionando muy bien y cumpliendo las expectativas con las que veníamos", comenta Rosales, que sin embargo opina que el mercado está algo copado de títulos. "Es una situación que vivimos desde hace años", explica. "La clave está en publicar libros que se singularicen. Nosotros no hemos aumentado el número de títulos que publicamos, al contrario. Medimos muy bien cada uno de los lanzamientos que hacemos".



Similar es la estrategia que lleva a cabo la editorial RBA que este año pone en juego a Phillip Kerr con Mercado de invierno y Michael Conolly con El quinto testigo. "Nos está yendo muy bien este año pero a la calidad de las obras hay que sumar otros factores", comenta el editor de RBA Manel Martos. "Rediseños, bibliotecas de autor, políticas de precios acordes con la realidad del lector...". En cuanto a la proliferación de colecciones de serie negra en las editoriales (Anagrama también se ha unido a esta corriente), Martos opina que no es algo que vaya a cambiar especialmente el panorama. "La novela negra siempre ha estado ahí, no solo como producto de entretenimiento, también como ejemplo de alta literatura", explica. "La novedad ahora es que las editoriales apuestan no tanto por el libro como por la colección... Ya se verá si hay suficiente alimento para tanta colección".