Marta Sanz
La escritora madrileña ha sido galardonada por su obra Farándula mientras que Miguel Ángel Hernández ha resultado finalista
En Farandula Valeria Falcón es una actriz de cierta notoriedad que cada jueves visita a una vieja gloria del teatro, Ana Urrutia. La Urrutia padece el síndrome de Diógenes y no tiene donde caerse muerta. Su ocaso se solapa con la eclosión de un capullo en flor, Natalia de Miguel, una joven aspirante que enamora al cínico Lorenzo Lucas, álter ego de Addison DeWitt. Nadie tendrá derecho a destrozar la felicidad de Natalia de Miguel, una chica muy delgada que en pantalla da gordita. Por su parte, el ganador de la copa Volpi, Daniel Valls, confronta su éxito, su dinero y su glamour con la posibilidad de su compromiso político. A menudo llega a una conclusión: «Soy un débil mental». Charlotte Saint-Clair, su esposa, lo cuida como una geisha y odia a Valeria, gran amiga de Daniel.
Un ictus, el montaje teatral de Eva al desnudo y la firma de un manifiesto descubrirán al lector una historia sobre el miedo a perder un sitio. El sitio. Sobre la resistencia a la metamorfosis y la conveniencia -o no- de la metamorfosis. Sobre qué significa hoy ser reaccionario. Sobre los cambios de lenguaje que reflejan cambios en el mundo. Y sobre los cambios de lenguaje que no reflejan nada. Sobre las pompas de jabón, el desprestigio de la cultura y la posibilidad del arte de intervenir en la realidad. Sobre la devaluación de la imagen pública del artista. Y su precariedad. Sobre la contradicción entre glamour y compromiso. Sobre el público. Sobre el relevo generacional y el envejecimiento. Sobre la escritura como acto de mezquindad. Sobre los actores ricos que firman manifiestos y los actores pobres que no firman nada porque nadie los tiene en cuenta. Sobre la paradoja de que sólo cuando alguien es anónimo empieza a servir para algo en su comunidad. Sobre la caridad como mal y las galas de beneficencia como bucle reproductor de la injusticia. Sobre la predicación con el ejemplo. Sobre si se puede luchar contra el sistema desde el sistema. Sobre Angelina Jolie. Sobre la mise en abyme del teatro y el cine dentro del cine. Sobre la diferencia que existe entre decir «Es gente» o «Somos gente». Sobre el plural, el singular y la utilidad de la escritura. Marta Sanz utiliza la risa como herramienta de diagnóstico para un texto borde, divertido, triste, puntiagudo y urgente.
La escritora madrileña, columnista de El Cultural desde hace más de 5 años, es doctora en Filología. Ha publicado las novelas El frío, Lenguas muertas, Los mejores tiempos (Premio Ojo Crítico 2001), Animales domésticos, Susana y los viejos (finalista del Nadal en 2006) y La lección de anatomía. En 2007 recibió el Premio Mario Vargas Llosa NH de Relatos. Es autora de tres poemarios: Perra mentirosa, Hardcore y Vintage. En Anagrama ha publicado Black, black, black, Un buen detective no se casa jamás, Daniela Astor y la caja negra (Premio Tigre Juan, Premio Cálamo y Premio Estado Crítico) y una versión revisada y ampliada de la que es posiblemente su mejor novela, La lección de anatomía.
En El instante de peligro de Miguel Ángel Hernánde todo empieza con una sombra inmóvil proyectada sobre un muro en mitad de un bosque. Eso es lo que muestran las extrañas películas anónimas que han llegado al correo del profesor Martín Torres. La remitente, la joven artista Anna Morelli, las ha encontrado por azar en un anticuario de New Jersey y pretende utilizarlas para su nuevo proyecto artístico en el Clark Art Institute de Williamstown, institución de la que Martín fue becario hace más de diez años. Lo que Anna le propone no puede ser más atractivo: volver un semestre al Clark para escribir sobre las películas y dotar de historia a unas imágenes sobre las que nada se puede saber. Martín, que acaba de echar por la borda su carrera académica y cuya vida personal, tras su divorcio de Lara, va rumbo a peor, acepta la invitación sin pensarlo demasiado. Sin embargo, no va a ser tan fácil escapar del presente.
En Williamstown, su investigación acerca de las películas y su tortuosa relación con la artista comienzan poco a poco a cruzarse con su pasado. Y el recuerdo de los sueños iniciados en ese lugar, la promesa de felicidad de aquellos años, su relación con Sophie, su matrimonio con Lara, el amor más allá de lo convencional... regresan como fogonazos de un tiempo que creía desaparecido. Escrita a la manera de una larga confesión o, más bien, de una emotiva carta de amor, El instante de peligro es una novela sobre la memoria de las imágenes y el recuerdo de los momentos vividos. Una obra salpicada de reflexiones sobre el tiempo, el arte y la fotografía, pero también una exploración de las pasiones del alma, el sexo extraño, las relaciones abiertas y la fluctuación de las emociones. Una narración bajo la que no cesan de resonar las tesis sobre la historia de Walter Benjamin, en especial aquella que sugiere que «articular históricamente el pasado no significa conocerlo "como verdaderamente ha sido"; significa apoderarse de un recuerdo tal como éste relampaguea en un instante de peligro». Esta segunda novela supone la confirmación definitiva como narrador de Miguel Ángel Hernández, cuyo debut, Intento de escapada -traducido a cuatro idiomas-, entusiasmó a la crítica.
Miguel Ángel Hernández (Murcia, 1977) es profesor de Historia del Arte en la Universidad de Murcia. Ha sido director del CENDEAC (Centro de Documentación y Estudios Avanzados de Arte Contemporáneo), Research Fellow del Clark Art Institute (Williamstown, Massachusetts) y Society Fellow de la Society for the Humanities (Cornell University). Es autor de los libros de relatos Infraleve: lo que queda en el espejo cuando dejas de mirarte (2004) y Cuaderno [...] duelo (2011) y de la novela Intento de escapada (Anagrama, 2013, Premio Ciudad de Alcalá de Narrativa). Entre sus libros de ensayo y crítica de arte destacan La so(m)bra de lo Real: el arte como vomitorio (2006), Robert Morris (2010), Materializar el pasado. El artista como historiador (benjaminiano) (2012) y la edición de Art and Visibility in Migratory Culture (2012, con Mieke Bal). Colabora con varias revistas nacionales e internacionales de arte y cultura visual y, desde 2006, mantiene el blog No(ha)lugar (nohalugar.blogspot.com).