Zygmunt Bauman y Javier Gomá
El sociólogo polaco y el filósofo Javier Gomá conversan sobre la importancia de la filosofía en un encuentro que abre el programa de actividades previas al II Foro de la Cultura de Burgos
Bauman, desconcertado por una decisión alejada a las políticas y prácticas educativas que se están adoptando en otros países europeos, reconoce que "sacar la filosofía de las aulas es un error". Lo explica alegando que "en cada sociedad la filosofía cumple el deber de enseñar a los alumnos la base del pensamiento lógico" y recuerda que vivimos en un momento de individualización de modo que "lo que antes recibía el ser humano a través de su convivencia en comunidad, ahora lo tiene que conseguir solo. Nunca ha habido un momento como este en la historia". Un fenómeno que, en palabras del sociólogo, "nos dirige a la servidumbre".
Ambos pensadores analizan la aportación de la cultura y las artes a la sociedad actual, así como su capacidad para articular y construir nuevos ecosistemas sociales. Bauman reconoce que la cultura ha sido utilizada, en ocasiones, como "un arma de estratificación, de jerarquización y de distinción social entre grupos de personas" y defiende una visión democratizadora: "todos somos productores de cultura". El premio Príncipe de Asturias, conocido por acuñar el concepto de modernidad líquida, también da cuenta de los retos y desafíos que asumen los filósofos y la sociedad en su conjunto: "El problema no es que la gente esté dejando de filosofar sino cómo la activamos y aplicamos en nuestra vida diaria".
Javier Gomá, por su parte, reconoce sentirse cómodo "en la periferia del pensamiento". De hecho, continua, cuando esta coincide con una periferia geométrica le produce "una satisfacción particular". En referencia a los espacios públicos que ocupa la filosofía en la actividad de muchas ciudades reconoce que echa de menos "el pensamiento comunitario en presencia de la gente y la posibilidad de tener un pensamiento dialogado en escena con Bauman representa una culminación del pensamiento auténtico y genuino".
Sobre la situación que la cultura y las artes viven en nuestro país, el autor de Razón: portería alerta de los daños que han sufrido durante la crisis "la industria cultural y las políticas culturales" y apuesta por una "literatura hecha con filosofía". Se pregunta, retóricamente: "¿Por qué dedicamos los mejores días y años de nuestra vida a algo que nadie te ha pedido? Eso es filosofía. Cuando uno entiende que la filosofía pertenece a todo el mundo y no a un grupo de profesores o profesionales, ocurre que entonces escribe para todos. Frente a ese aburrimiento literario que ofrece cierta filosofía, una de su excepciones es el pensamiento de Bauman, cuyas metáforas literarias son extremadamente brillantes", concluye.