Samar Yazbek y el infierno sirio
La periodista y escritora, infiltrada en su propio país, documenta en La frontera la crueldad del ejército de Al-Asad y la expansión yihadista entre 2012 y 2013
12 noviembre, 2015 01:00Samar Yazbek. Foto: The New York Times.
Tras la mirada dulce de Samar Yazbek (Jableh, 1970) se yergue un espíritu fuerte y valiente como pocos. La periodista siria, una de las principales voces del feminismo árabe en la prensa occidental, huyó de su país en 2011, cuatro meses después del estallido de la revolución pacífica y tras haber sido detenida por sus críticas al régimen de Bashar al-Asad. Pero decidió volver a su país porque pensó que era su deber y el de todos los intelectuales, los artistas y los activistas civiles "formar parte del proceso de cambio político, contribuir al progreso y a la instauración de la democracia en Siria", explica a El Cultural. De modo que regresó, en medio de la guerra, hasta en tres ocasiones, cruzando clandestinamente la frontera turca y arriesgando seriamente su vida.Yazbek tenía un doble objetivo: empaparse de todo lo que estaba ocurriendo en Siria para contárselo después a la indolente comunidad internacional y, al mismo tiempo, emprender proyectos de apoyo a las mujeres del país, que se debaten entre las matanzas del régimen de Asad y la atroz alienación del fundamentalismo islamista en las zonas controladas por los terroristas del Estado Islámico (Daesh por su acrónimo en árabe e IS o ISIS por el inglés) y otros grupos yihadistas. Mueren más hombres, pero ellas no se libran de las bombas, las torturas y las violaciones, al tiempo que "mantienen la vida cotidiana en la retaguardia".
Para cumplir con el segundo objetivo, Yazbek creó la ONG Mujeres Ahora por el Desarrollo, mientras que el primero se materializó en el libro A Woman in the Crossfire, premiado con el Pen Pinter Prize "International Writer of Courage" en 2011. También recibió el premio Oxfam Novib/Pen Award en 2013 y ahora publica La frontera. Memoria de mi destrozada Siria. El libro ha sido un éxito en Alemania y acaba de editarse en Francia. A España llega de la mano de la editorial Stella Maris.
Un amplísimo abanico de testimonios de civiles y combatientes del Ejército Libre de Siria recogidos por la autora, más sus propias experiencias, componen una espeluznante crónica de la Guerra de Siria. Yazbek regresó a su país en agosto de 2012, en febrero y en julio de 2013. Además de narrar la extrema crueldad del ejército de Al-Asad (francotiradores que masacran aleatoriamente a la población civil, rebeldes arrastrados por el asfalto hasta morir, violaciones a niñas, ejecuciones caprichosas de madres por llorar a sus hijos...), la secuencia de los viajes de Yazbek permite apreciar cómo la revolución laica y democrática que encabezaba el Ejército Libre de Siria fue progresivamente desplazada por el terror yihadista ante la pasividad internacional. Por ejemplo, una arriesgada entrevista de la autora a un comandante del Frente Al-Nusra avanzaba en el verano de 2013 los objetivos del islamismo radical, justo antes del auge del Estado Islámico.
Antes de derramarse en las páginas de La frontera, el horror en estado puro ha pasado por las pupilas de Yazbek, ha hecho palpitar sus sienes y ha congelado su respiración en incontables ocasiones. Bajó muchas veces a precarios refugios con niñas pequeñas agarradas a su cintura y colgadas de sus brazos y estuvo en el epicentro de más de un bombardeo. Después de sus viajes muchas veces le llegó la noticia de que algunas casas y cuarteles en los que había estado habían sido arrasados. La autora está viva de milagro y, como pasa a menudo en situaciones de guerra, casi se siente "culpable por haber sobrevivido".
Como siria exiliada en occidente, Yazbek se siente "decepcionada por la falta de compromiso de Europa, que tanto ha luchado por la democracia y los derechos humanos. Eso me duele y al mismo tiempo me impulsa a hablar de ello con los europeos. Tenemos que mantener viva la memoria de las víctimas porque la causa justa del pueblo sirio se ha convertido en un conflicto destructivo".
Yazbek acusa a las potencias extranjeras de llevar a cabo "una guerra mundial en Siria" al defender cada una sus intereses particulares. Por una parte, explica la periodista, está el apoyo de Irán y Rusia al régimen de Al Asad; por otra, el apoyo financiero de algunas potencias de la zona a los yihadistas y la apertura de fronteras turcas que ha permitido su entrada a Siria procedentes de lugares tan dispares como Europa, Paquistán o Yemen. "El pueblo sirio estaba muy bien preparado para hacer una revolución pacífica y democrática. Ahora la gente solo quiere sobrevivir y ya no tiene tiempo para pensar en la revolución".
También lamenta Yazbek que la comunidad internacional no actuase con la determinación necesaria en su momento, antes de que Irán tomara partido por Asad. "El reciente apoyo de Putin a Al-Asad y la llegada masiva de refugiados a Europa, ha obligado a la comunidad internacional a empezar a buscar soluciones". Llegados a este extremo, la autora se muestra partidaria de una vía de la que se está hablando mucho últimamente: una transición pactada por las grandes potencias que implique la continuidad temporal del actual régimen (eso sí, sin Asad), hasta la celebración de unas elecciones presidenciales que traigan a Siria "un verdadero cambio democrático".
@FDQuijano