Atlas de la España imaginaria
El escritor Julio Llamazares, el fotógrafo José Manuel Navia y el ilustrador David de las Heras se unen para ofrecer una visión personal de los lugares míticos de España: Babia, Las Batuecas, Los cerros de Úbeda..
13 noviembre, 2015 01:00Aquí puedes leer y descargar el primer capítulo de Atlas de la España imaginaria
Atlas de la España imaginaria es un viaje por lugares tan fantásticos como Babia, Jauja o la Ínsula Barataria, todos reales y, al mismo tiempo, míticos. Siete enclaves, tres de Andalucía (Los Cerros de Úbeda, Fuenteovejuna y Jauja), uno de León (Babia), uno de Salamanca (Las Batuecas), uno de Madrid (entre Pinto y Valdemoro) y uno de Zaragoza (la Ínsula Barataria), que están en el imaginario colectivo y que el escritor leonés Julio Llamazares rescató en sucesivas entregas en La Vanguardia. Ahora adquieren formato de libro mágico de la mano de Nórdica, con fotos de Navia e ilustraciones de David de las Heras."Son viajes a lugares que la gente cree que no existen, como Babia, que fuera de León piensan que no es real; también a Jauja, que está en Córdoba; o a la Ínsula Barataria, un pueblo aragonés que inspiró a Cervantes y que cuando crece el Ebro se transforma casi en una isla. Lugares que se han convertido en míticos por la literatura, sobre todo del Siglo de Oro, y el teatro que iba de pueblo en pueblo. Tierra de Jauja, por ejemplo, es un entremés de Lope de Rueda, un sitio que el imaginario colectivo asocia con la abundancia", afirma el escritor.
Julio Llamazares, curioso pertinente, pintor de paisajes geopoéticos, viaja en persona desde unos tópicos lingüísticos hasta sus orígenes. Contrasta la lírica de la fantasía con la realidad prosaica. Desmitifica la toponimia mágica poniéndoles rostro a los vecinos de carne y hueso que habitan esos lugares. Y no marcha solo en esta aventura. Le acompaña un imaginero de semblanzas, un cazador de horizontes, como es Navia. Ilumina su texto un ilustrador de escenas de cuento como es David de las Heras. Y al final de esta andanza de nuestro escritor, tras cartografiar los confines del atlas de la España imaginaria, los lectores ávidos de odiseas anhelamos disfrutar con su cuaderno de viaje. Necesitados, como estamos, de cuentos al amor de la lumbre, de relatos al solaz de los jardines.