Camilo José Cela

La Biblioteca Nacional ha inaugurado esta mañana la exposición CJC 2016. El centenario de un Nobel. Un libro y toda la soledad. La muestra, organizada por Acción Cultural Española y la Fundación Pública Gallega Camilo José Cela y enmarcada en los actos del centenario del escritor, ofrece más de 600 piezas, entre libros, pinturas, manuscritos y otros objetos significativos de la personalidad ecléctica de Cela, que reúne la figura del novelista, articulista, poeta, lexicógrafo, viajero, coleccionista...



El comisario de la exposición CJC 2016, Adolfo Sotelo Vázquez, ha presentado el acto en rueda de prensa, en la que ha recordado la importancia de la figura del Nobel gallego en la historia de la literatura española. "La exposición es un recorrido por todas las facetas del autor a lo largo de su trayectoria", ha dicho, al tiempo que destacaba la relevancia que ha tenido el carácter poliédrico de su personalidad en la creación de la muestra, que ofrece multitud de objetos que dan cuenta de todas sus dimensiones más allá de la literatura.



Sotelo Vázquez ha establecido "tres grandes momentos" en la vida del autor, recogidos en su etapa de Ascensión, que va desde 1942 hasta 1955 y está caracterizada por una "salvaje potencia creadora", la época de la consolidación (desde 1956, fecha en la que funda la revista cultural Papeles de Son Armadans en Mallorca, hasta principios de los 80), marcada por la publicación de su obra maestra, La Colmena, y una última fase de reconocimientos, en la que recibió el Nobel de Literatura y el Premio Cervantes, entre otros.



A través de este recorrido cronológico se configura la completa exposición sobre la vida de Camilo José Cela, que fue mucho más que un novelista. Bajo esta premisa, Sotelo Vázquez distribuye los elementos en la muestra, que ofrece objetos tan significativos como el manuscrito de su opera prima, La familia de Pascual Duarte, y tan curiosos como la mochila con la que Cela viajó a la Alcarria junto al fotógrafo Karl Wlasak y su amante, Conchita Stichaner.



La pintura es otro de los aspectos más importantes en la exposición, que alberga decenas de cuadros realizados por el propio autor y una frase de su amigo íntimo, César González Ruano, que asegura que "Cela es mucho más pintor escribiendo que pintando". De su afición a los toros queda un enorme volumen del Cossío y unas pequeñas esculturas decorativas, mientras que su pasión por el cine aparece representada en la muestra con unos fragmentos sobre las tres películas en las que participó como actor: El sótano (1948), que supuso "un gran fracaso", según Sotelo Vázquez, Facultad de Letras (1950) y Manicomio (1953).



En la sección "Censura y creación" se muestra un fragmento del primer manuscrito terminado de La colmena, aunque "no como lo conocemos nosotros", explica Sotelo Vázquez, pues la censura "destrozó" esta novela. También son numerosos los recortes de sus artículos, publicados en periódicos de muy diverso signo como Arriba, Solidaridad Nacional, La Vanguardia Española, Informaciones, El País, El Independiente o ABC, y las botellas de alcohol dedicadas por Picasso y Joan Miró, prueba de su afición por el coleccionismo.



La sección más representativa de la exposición es la dedicada al premio Nobel, recibido en 1989, que supuso el último reconocimientro de la Academia Sueca a las Letras Españolas, siendo además el único novelista que lo ha obtenido. No obstante, no son la medalla ni el diploma del Nobel los elementos más valiosos de la exposición; ni siquiera el discurso íntegro de su ingreso en la RAE en 1957. Según Sotelo Vázquez, "la joya bibliográfica más importante de la órbita celiana" es un ejemplar original de Gavilla de fábulas sin amor, firmado a medias con Picasso en 1960.