Pablo García Casado en el taller de poesía
"Prefiero a un buen fontanero que a un mal poeta", les decía Pablo García Casado a sus alumnos en el taller de poesía que comenzaba el lunes. En la Casa Góngora, 22 amantes de la poesía se dejaron llevar por las manos del poeta cordobés, que reconocía que con el paso del tiempo tenía menos capacidad para aceptar algunas cosas: "Soy menos complaciente, ya no soporto las ñoñerías", aseguraba sin tapujos. Le irrita el retroceso en un momento en el que la poesía ha avanzado tanto. "Eso ya no vale", rechazaba quien ha asumido su rol de impartir un taller de escritura de la manera más dinámica. Buscando la interpretación de los cinco sentidos, la fórmula de Casado para sus alumnos es la de la poesía en constante movimiento. Primero una foto para potenciar la mirada (la vista); luego la escucha de La muerte y la doncella, un ritmo frenético que contagiaba a los alumnos, que debían escribir su percepción; más tarde una copa de vino para valorar el gusto y el olfato; y por último el acto de tocar un abrigo para sentir el tacto. García Casado entiende la articulación de un artefacto poético a través de la activación de un estímulo exterior. Así comenzaba la primera jornada de Cosmopoética, con la poesía expuesta a debate y las palabras de Pablo García Casado para El Cultural."En la actualidad queda menos del dadaísmo que del surrealismo", asegura el poeta, que tiene claro que el segundo "dinamitó las fronteras de la poesía" en el siglo XX. En contra de la opinión de Fernando Arrabal respecto a la figura de André Breton, Casado afirma que el dadaísta es "quien pone en marcha la máquina de la dispersión del sentido; por tanto, ha sido el que nos ha liberado. Nos ha otorgado la libertad para provocar". La poesía está "en el aire, en las canciones de Cadena Dial y también en Mercadona; no es un cuerpo extraño", ha dicho García Casado, que aboga por normalizar la presencia de la poesía en la vida cotidiana de la gente. Por ello, un festival como Cosmopoética ha sido tan bien acogido en Córdoba, donde "ha habido un caldo de cultivo muy interesante durante estos años". En este sentido se expresaba el director literario del festival, Nacho Montoto: "Cosmopoética es el colofón del trabajo que se ha hecho por la poesía en Córdoba durante los últimos años". Además, añadía que en la actualidad "hay más lectores de poesía de lo que la gente cree".
Los antólogos Jesús Aguado, Vicente Luis Mora y Marta López Vilar
Más tarde, el coloquio de antólogos en el que participaron Vicente Luis Mora, Jesús Aguado y Marta López Vilar también se celebraría en la Orive, que será centro neurálgico del evento hasta su clausura el 8 de octubre. Las tres antologías reúnen a poetas nacidos después de 1960, aunque cada una tiene su propia naturaleza. Mientras que la del cordobés Mora responde a un personal "criterio de excelencia" y la de Jesús Aguado a "la poesía que a mí me hubiera gustado escribir", la de Marta López Vilar es una reivindicación de las poetas femeninas olvidadas. En cualquier caso, los tres antólogos -también poetas- concluyeron que "la hora de la selección es muy desagradable", aunque "a un antólogo hay que juzgarle por las presencias, no por las ausencias".
Juan Antonio Bernier, Bruno Galindo y Fernando Vacas
Mientras tanto, en la sala del Colegio Oficial de Arquitectos de Córdoba, la poesía confluía con el arte en la exposición 12 poemas, 12 miradas, que mezcla la poesía y la fotografía. Uno de los seleccionados por "Dinamopoética", José Miguel García Conde, ha señalado la importancia de este festival para que la poesía trascienda, pues "acerca los versos a los niños, realiza actividades lúdicas y fomenta la mezcla de géneros, ya que la poesía no sólo está en los poemas, sino también en las canciones, en la fotografía, en la vida en general". Así, la primera "Acción poética del festival" era una mezcla de todo esto. Música, cine, fotografía y sobre todo poesía estaban presentes en el espectáculo Pepito Grillo, la voz de la conciencia, una idea original de Fernando Vacas interpretado por el grupo Prin La Lá. A continuación, en una charla-coloquio moderada por Bruno Galindo, Fernando Vacas, recientemente nominado al Grammy Latino por su trabajo de producción en el nuevo disco de Remedios Amaya, y Juan Antonio Bernier, hablaban sobre la creación del proyecto, un homenaje a Germán Coppini. Bernier concluyó que "Cosmopoética es un festival que vertebra en torno a la poesía todas las disciplinas".Bruno Galindo habló para El Cultural sobre este asunto. "La música y la poesía es una convivencia completamente natural, más aún que la que se da entre los poetas y los narradores", aseguraba. Por otro lado, Galindo cree que en la actualidad "el proceso de la escritura y la lectura de poemas no está completo", por lo que publicar tus poemas en un libro ya no es necesariamente la opción final. En este sentido, reivindica la labor de la joven poesía, que "ha dado en los últimos años una lección de creatividad, reinventándose en múltiples formatos". Uno de ellos es la jam session, que tampoco iba a faltar en Cosmopoética. En el bar O'Donoghue's, la argentina Macky Chuca turnaba sus poemas con los de Marcos Lizano, ante la cercanía de un público que disfrutaba o ignoraba el asunto, eso sí, cerveza en mano.
El reflejo de la convivencia entre disciplinas está en Cosmopoética, que este año además ha apostado por acercar la poesía a los niños. Este martes comienza la sección "Cosmopeque" y el director Nacho Montoto se ha mostrado muy orgulloso de esta propuesta. "El objetivo es que la cultura tenga un arraigo desde la infancia, para que les ayude a reflexionar y crecer junto a la literatura, que sepan que está ahí". Comienza así Cosmopoética, una edición que camina hacia la consolidación absoluta de Córdoba como una de las capitales de la poesía europea.
@JaimeCedilloMar