Berta Vias Mahou
Berta Vias Mahou (Madrid, 1961), escritora y traductora del alemán (entre otros de Stefan Zweig, Arthur Schnitzler, Joseph Roth o Goethe), ganó el Premio Torrente Ballester con su última novela, Yo soy El Otro (Acantilado), y apenas ha esperado un año para publicar su siguiente libro, esta vez en la editorial Lumen. Se titula La mirada de los Mahuad y son cuentos, algunos de ellos ya publicados en revistas. "Mientras los escribía fui viendo que tenían un ambiente parecido", cuenta Vias, que dice haberse tomado un respiro tras este libro a la espera de que salgan pronto tres traducciones que tiene pendientes en Acantilado.En los relatos predomina lo onírico. Un hilo conductor reconocible atraviesa el volumen de principio a fin: la historia de amor entre Elba y Jan. Como la propia Vias, Elba pasó una parte de su infancia en Alemania, de la que se ofrece un retazo en el inquietante primer cuento, y allí conoció a Jan, un muchacho polaco. Ese primer relato, el que da título al libro, y el último que escribió la autora, transcurre en un vecindario de la Alemania rural, en los años sesenta. Se describe un entorno amenazante, con los niños en el centro y un caso de exhibicionismo al fondo, e incluso se aborda, aunque lateralmente, el entonces reciente, y todavía muy problemático, pasado nazi.
La trama en estos relatos se suele adelgazar hasta alcanzar la estampa. Aunque dice la autora que "de alguna manera la trama siempre permanece. Pero es cierto que, como me dijo mi sobrino, algunos cuentos son casi como cuadros y funcionan, como los capítulos de mis novelas, de una manera independiente". Así, afirma, "mis libros de relatos y mis novelas están a medio camino entre ambos géneros. Quizás lo que los diferencie sea que la conexión es más sutil cuando se trata de relatos, pero todos giran en torno a los mismos temas y personajes".
"Puede que La mirada de los Mahuad se parezca más a Ladera Norte, que es mi primer libro de relatos. Son narraciones más intimistas y poéticas. También noto que se parece a Los pozos de la nieve, que es una novela que muchos leyeron como si fuera un libro de relatos. Mis novelas son bastante fragmentarias. Yo soy el Otro es distinto, hay sentido del humor, el mundo que se recrea en el libro, el de la España de los años sesenta, es distinto también. De todas formas, es curioso porque en Yo soy El Otro, aun con ese ambiente tan castizo, hay mucha influencia de Kafka. Mientras lo escribía leía a Kafka una y otra vez".
La influencia de ciertos autores europeos es notable en cada texto de Vias Mahou. "Casi no he leído a Carver ni a los americanos. Me han dicho que tengo que leerlos más, pero es que no me van mucho. A Chéjov sí. Los rusos en general, con Dostoievski a la cabeza". Vias arruga el gesto cuando se menciona a Borges. "Siempre leo más o menos lo mismo: Kafka, Robert Musil, Walser, Joseph Roth. La mayoría son autores en lengua alemana. A los rusos los leo también en alemán porque las traducciones son mejores, más fieles. Durante mucho tiempo pensé que Dostoievsky era incomprensible, o que simplemente estaba loco, hasta que lo leí en alemán y descubrí que lo que ocurría era que las traducciones que leíamos aquí eran confusas, venían del francés, que a su vez había sido traducido del ruso de manera muy libre".
Berta Vias, que escribió novela juvenil al principio de su carrera, se vuelve a la infancia en estos cuentos para confrontar la mirada infantil con la mirada adulta. "Creo que tiene que ver con la edad. Cumples años y ves que gente de alrededor va faltando, que muchos recuerdos se pierden porque las personas se han muerto. Y te apetece recuperar algo de todo eso. Y eso es mucho más fácil hacerlo con 55 que con 25 o 30". Afirma que escribe pensando en "un lector concreto", su marido, Antón Casariego, a quien dedicó Yo Soy El Otro y Venían a buscarlo a él, y que es hermano de Pedro, Martín y Nicolás Casariego y "un lector fantástico", según Vias. "Lo tengo en mente por la ilusión que me hace el hecho de que aprecie lo que escribo. Y esto hace que cuando conozco a lectores, me lleve grandes sorpresas. Sobre todo con lectores jóvenes, porque son muy sinceros y entusiastas y si les gusta algo les encanta y te lo dicen, y si no, también".