José Ortega Spottorno
Alianza editorial publica el libro José Ortega Spottorno (1916-2016): un editor, puente entre generaciones, coordinado por Mercedes Cabrera, un homenaje a la figura del intelectual en el centenario de su nacimiento.
Javier Zamora Bonilla, director del Centro de Estudios Orteguianos en la Fundación Ortega-Marañón y José Lasaga Medina, profesor en la Facultad de Filosofía de la UNED, escriben sobre la biografía y la relación entre José Ortega Spottorno y su padre, una relación sin la cual resulta imposible entender las iniciativas de su hijo, aunque asegura el hijo del escritor, Andrés Ortega Klein, que el volumen "no es una biografía, sino el relato de toda una época de España que sirve para enseñar a las generaciones de hoy que en aquel erial que fue el franquismo, se hicieron cosas que sirvieron para mantener una continuidad cultural y para formar a la gente que después hizo la Transición". Precisamente sobre esa época escribe el historiador Santos Juliá que aborda una interpretación de la década de los años sesenta, del desarrollo y el cambio social, de los conflictos y el horizonte político de las fuerzas del régimen franquista y de la oposición, una década clave en la trayectoria de José Ortega Spottorno.
"Reanudando las actividades de la Revista de Occidente", tema que aborda el también historiador Juan Pablo Fusi, "e impulsando la creación de iniciativas propias, con un talante auténticamente liberal, laico y siempre discreto, ejerció de puente cultural entre dos generaciones, los intelectuales, artistas y escritores que habían acompañado a su padre en la llamada Edad de Plata, y entre las nuevas generaciones, como los Novísimos, que encontraron acomodo en Alianza editorial y El País", asegura Cabrera, que ha escrito sobre la fundación de PRISA y el diario El País. Al escritor y crítico literario José María Guelbenzu, en su día director de Taurus y de Alfaguara, corresponde relatar lo que significó Alianza Editorial.
"La clave de la figura de Ortega Spottorno fue su espíritu emprendedor en una época en la que todavía no se hablaba de esa forma y su moderna visión empresarial, aunque siempre tamizada por el elemento cultural", explica la historiadora, que reconoce en el intelectual a un "maestro de editores" que formó a grandes profesionales de la edición que aprendieron con el oficio. "En Alianza editorial su nombre y su carisma, el valor de su figura, hizo posible reunir el capital para lanzar el concepto de libro de bolsillo, que se hizo inmensamente popular". Hablamos de libros que versaban sobre temáticas muy eclécticas, filosofía, libros universitarios, recuperación de clásicos... con el mismo precio de una entrada de cine, 50 pesetas, y que tenían tiradas de 200.000 ejemplares, algo inimaginable en la actualidad. "Vio la oportunidad creada por la existencia de una incipiente clase media y creó un modelo de editorial perfecto que hasta el día de hoy mantiene la esencia de interdisciplinariedad e independencia", asegura Valeria Ciompi, directora de Alianza editorial desde 2001.
Pero además de su papel como editor e impulsor cultural, le debemos a ese espíritu flexible e inquieto de Ortega Spottrono la fundación de un hito en el periodismo español como fue en su día El País. "Bebía de la tradición de sus abuelos, vinculados a la prensa con cabeceras tan importantes en su día como El Imparcial o El Sol, y se dio en él un precipitado de esa tradición", explica Cabrera. "Su principal objetivo era fundar un periódico de apoyo a la Transición, crear una cabecera para traer la democracia a España". Y a entender de su hija, Inés Ortega Klein, su generosidad no fue correspondida por sus primeros colaboradores, "Cebrián y Polanco no han sido tan generosos como fue mi padre con ellos. Cebrián en sus memorias asume la fundación de El País como propia y quiere borrar al resto". Hasta el final, incluso en su carta de despedida al periódico, no dejó de insistir en la importancia de mantener la independencia, por lo que asegura que "hoy en día no se reconocería en el grupo mediático, por ejemplo, estaría en contra de la salida a bolsa porque no entronca con su modelo de negocio que primaba la calidad frente a las ventas".
En su papel de intelectual y de guardián y transmisor de una tradición cultural, su hija es tajante al afirmar que "estaría horrorizado" con la situación actual de la cultura y la educación. Cabrera apunta por su parte, que "nunca ha habido tantas opciones culturales ni tanto nivel educativo, pero está claro que eso conlleva una masificación y popularización que casa mal con el concepto que él tenía de la cultura. Aunque quizá el sabría aprovechar esa corriente de algún modo innovador". Su otro hijo, Andrés, asegura, sin embargo, que "hubiera disfrutado de los avances científicos", él, ingeniero de formación y muy amante de las matemáticas y la física, "pero a la vez hubiera desdeñado la caída de los humanismos a nivel educativo, pues los consideraba la base de la formación de cualquier persona". "Una ambición que no pudo cumplir fue la de fundar una universidad, algo que barajaba hacia el final de su vida pero que ya no pudo acometer", recuerda Inés.
A la publicación del libro, se une la Residencia de Estudiantes con un ciclo de conferencias en las que diversos profesionales, muchos de los cuales participan en el volumen, como Mercedes Cabrera, Miguel Aguilar, María Cifuentes, Juan Cruz, Joaquín Estefanía, Juan Pablo Fusi, Santos Juliá, Azucena López Cobo y Javier Zamora, abordarán el papel de editor de Ortega Spottrono y el significado histórico de su legado cultural y empresarial. Una celebración que a entender de Cabrera, "supone un buen punto de partida para lograr el reconocimiento público de esta figura clave en un país que es tan poco generosos con sus gentes".