Guerrilla Girls
El machismo de hoy es menos visible que el de ayer y, por eso, más difícil de combatir. En el Día de la Mujer preguntamos a jóvenes creadoras de distintos ámbitos de la cultura -letras, arte, teatro, música, cine, ciencia- en qué notan ellas la desigualdad de género en su entorno profesional; si sigue siendo para las nuevas generaciones un problema de primera magnitud; qué gestos "micromachistas" observan a su alrededor, esos que hombres y mujeres defensores de la igualdad realizan inconscientemente por herencia cultural. Todas coinciden en algo evidente: se ha avanzado mucho en las últimas décadas, pero no lo suficiente para que la lucha por la igualdad de género pase a un segundo plano, y señalan uno de los síntomas más claros: el techo de cristal que dificulta el acceso de las mujeres a la primera línea de la creación artística o a altos cargos directivos (las mujeres ocupan solo el 27 % de ellos, a pesar de que representan el 53 % de la población con estudios universitarios, según un estudio recién publicado por la consultoría Grant Thornton).Con cinco novelas publicadas, la primera de ellas cuando tenía 22 años, Jenn Díaz (Barcelona, 1988) se ha consolidado como una de las escritoras más valoradas de su generación. Desde su posición advierte que la de hoy "no es una batalla de grandezas, como la de nuestras predecesoras, sino de matices: el machismo se camufla mejor, es más sutil. Y por eso cuesta detectarlo y eliminarlo, porque está mejor vestido". En el mundo de las letras, dice la autora de Madre e hija y Es un decir, de entrada los críticos son mayoritariamente hombres. "Eso nos lleva a una segunda desigualdad: se habla menos de libros de mujeres. Es absurdo, no debería tener relación, pero años de crítica literaria lo corroboran". Señala también la mayoría masculina en los premios y en las "tribunas importantes" del sector literario. "Y también el trato a las escritoras jóvenes: su físico, su ropa, su vida. La mujer siempre tiene que dar más explicaciones". Y en el terreno de los micromachismos, un detalle comentado muchas veces por otras compañeras: "Si una mujer escribe sobre personajes femeninos se le pregunta por ello y se intenta catalogar el libro de femenino. Cuando un autor hombre escribe sobre personajes masculinos, nadie dice que es un libro para hombres, ni se le pregunta el porqué".
La actriz María Hervás (Madrid, 1986), nominada en dos ocasiones al Premio Valle-Inclán de Teatro por su trabajo en Confesiones a Alá y Amnesia, ha estado en las últimas semanas en el Centro Dramático Nacional con Los Gondra. La versátil intérprete opina que en el mundo del teatro "la desigualdad se nota principalmente cuando intentas desarrollarte en el ámbito de la dramaturgia, de la dirección, de la gestión. Parece que como mujer solo puedes ser actriz, y si se trata de personajes frágiles y vulnerables, mejor que mejor. Y aun como actriz, es muy normal que se establezcan unas jerarquías silenciosas en el elenco, que siempre van a estar lideradas por los hombres".
Así pinta Hervás el estereotipo que se le pide cumplir a las mujeres del mundo de la escena: "A día de hoy, siglo XXI, una mujer artista no solo ha de tener talento, sino llevar el cabello perfectamente arreglado, el rostro maquillado, la manicura hecha, no exceder jamás una talla 36 (38 si tus curvas evocan esencia latina), ser competente y productiva (pero menos que el actor o el director hombre con el que trabaje), regalar sonrisas, comprensión y dulzura (pues es lo que se nos atribuye como condición nata), estar de acuerdo con cualquier decisión (si no quieres parecer un 'marimacho revolucionario'), ser inteligente, pero medir hasta qué punto demostrarlo para no generar inseguridades en los que te rodean, ser libre pero nunca 'libertina' (fina línea que ha sido dibujada, una vez más, por ellos y para ellos, y que no tiene el mismo ancho en su caso), estar dispuesta a conversar con cualquier hombre que disfrace de 'profesionalidad' una cita, con motivo de hablar de tu último trabajo o de tu proyecto futuro. Esa es la 'mujer artista' que se nos exige ser. Si no: estás fuera, o eres la 'loca excepción'. Por suerte, confío en que esas excepciones vayan multiplicándose hasta convertirse en lo natural. Y cada vez hay más mujeres y hombres dispuestos a que así sea".
De izda a dcha y de arriba abajo: Jenn Díaz, María Hervás, Gloria Pascual, Nely Reguera, Elena Alonso y Leticia Moreno
"De todas las películas que se hacen en España, solo un 20 % son dirigidas por mujeres", afirma la cineasta Nely Reguera (Barcelona, 1978), nominada a mejor dirección novel en la última edición de los Goya por María (y los demás). "Normalmente se achaca a que hay menos mujeres que quieran ser directoras de cine. Esto quizá era cierto antes, porque durante mucho tiempo las mujeres han sido educadas de tal forma que han tenido menos expectativas. Pero ya no es así: en las clases que imparto las mujeres son casi la mitad del alumnado". La directora considera que el primer síntoma de machismo es precisamente la preocupación de la prensa por hacer balance del problema solo durante el Día de la Mujer, y señala algunas contradicciones que a la mayoría nos pasan desapercibidas. Por ejemplo, la gala de los Goya incluyó en su guion una reivindicación "oficial" de la mujer con Dani Rovira en tacones (un acto simbólico que fue muy discutido), pero la realización televisiva de la gala "mostró muchos más planos de las novias de los actores que de Belén Atienza", la productora de Un monstruo viene a verme, la película más premiada de la noche. "Lo importante no es la reivindicación explícita, sino lo que demostramos con nuestros actos", recalca la directora.
Reguera ha dirigido en 2016 su primer largometraje, pero acumula años de experiencia en el mundo del cine y ha visto cómo las profesiones técnicas -sonido, fotografía...- son las más aquejadas de machismo. De sus tiempos de ayudante de dirección recuerda una anécdota que lo ilustra: "Estaba en el set de rodaje con la directora de la película, la directora de fotografía y el jefe de producción. Llegó un cámara nuevo y, tras presentarnos, en ningún momento se dirigió a nosotras. Preguntó al hombre qué tenía que hacer, a pesar de que éramos nosotras quienes teníamos que darle instrucciones".
La violinista Leticia Moreno (Madrid, 1985) es la nota discordante en esta sinfonía reivindicativa: "Realmente pienso que en el campo artístico y en especial en mi campo, la música, la mujer está viviendo un momento maravilloso y me uno a celebrarlo hoy. Hay orquestas de primer nivel internacional que tienen un mayor número de integrantes del género femenino, como violinista solista me atrevería a afirmar que somos más mujeres al frente de las orquestas y pienso que realmente es una batalla ganada en todos los ámbitos de mi campo. Hasta hace poco en la dirección de orquesta era muy raro ver a una mujer en el podio, pero yo creo que ya no da ni para mantener una discusión este tema. ¡Es un momento estupendo para la mujer directora de orquesta! Prevalecen únicamente los valores artísticos y es maravilloso ser parte de un gremio que ha alcanzado este reto que es cierto que debe seguir progresando en ciertos campos...". La intérprete basa su opinión en la experiencia que acumula ya a nivel internacional pese a su juventud. En mayo girará por España con la Filarmónica de San Petersburgo, conducida por Yuri Temirkánov, y en junio publicará un disco dedicado al maestro del tango Astor Piazzolla grabado junto a la Filarmónica de Londres. "Por supuesto hay que seguir adelante con el progreso y luchar porque en todas las circunstancias haya igualdad, pero no haría hincapié en las sobras "negativas" sino en reforzar las actitudes y hechos que han logrado el progreso. Pienso que es un paso hacia atrás seguir fijándonos en conductas que están cambiando".
La artista Elena Alonso (Madrid, 1981) expone actualmente en Matadero Madrid Visita guiada, una intervención site specific en la antigua cámara frigorífica del complejo. "Quizá en el campo del arte se vive un ambiente más igualitario, pero en los puestos con mayor poder o influencia sigue habiendo una alta cuota masculina. En mi caso creo que el hecho de ser mujer ha podido influir unas veces a favor y otras en contra. Por suerte estoy teniendo muchas oportunidades y el trato desigual que he podido percibir en algunas ocasiones lo achaco más a cuestiones sociales que profesionales".
Crisis y precariedad: ¿Igualdad a la baja o aumento de la brecha?
Elena Alonso: "Es complicado medir esta brecha cuando nuestra profesión apenas está regularizada. Firmar un contrato es algo realmente extraño, las condiciones de trabajo suelen ser imprecisas y, como otros autónomos, sufrimos los interminables retrasos en los pagos. Esto afecta tanto a mujeres como a hombres".Jenn Díaz: "Estoy segura de que ha provocado todavía una brecha mayor. Las mujeres siempre están en la primera línea, son las vulnerables. Si alguien tambalea, mejor una mujer (embarazada, con jornada reducida, con hijos pequeños, etc.).. Y, además, como sigue habiendo una gran diferencia de salarios, cuando hay que tomar decisiones bruscas, la mujer es siempre más cómoda".
María Hervás: "Depende de los círculos culturales de los que hablemos. Mis amigos hombres actores, directores, etc., padecen las mismas injusticias que nosotras porque se tratan de decisiones violentas por parte de un Estado. No son agresiones a la mujer, sino al arte. En ese sentido, ambos géneros las sufrimos por igual. Por otro lado, cuantos menos puestos de trabajo, más se les priorizará a ellos para desempeñarlos, con lo cual sí, la brecha entre ambos sexos se dilata y ensancha".
Gloria Pascual: "La precariedad y los recortes han afectado al desarrollo científico de nuestro país en general pero no considero que haya afectado específicamente incrementando la desigualdad entre ambos géneros, o si es así lo desconozco. En cualquier caso la poca inversión en ciencia nos afecta tanto a hombres como a mujeres y lo que es más importante, a la sociedad, al bienestar, a la economía, al desarrollo...".
@FDQuijano
El Día de la Mujer en Madrid
Además de la manifestación por el Día de la Mujer que se celebrará en las calles de Madrid este miércoles, 8 de marzo, y un sinfín de actos organizados por asociaciones de todo tipo, la agenda del Día de la Mujer en la capital incluye una serie de actos convocados por organismos oficiales.Del 8 al 25 de marzo, la Comunidad de Madrid organiza un ciclo de conferencias sobre la situación de la mujer en las artes plásticas y escénicas. Entre las ponentes figuran Eva Lootz, Cristina Lucas, la crítica de El Cultural Rocío de la Villa, Estrella de Diego, Natalia Menéndez y Lola Blasco, entre otras profesionales de ambos sectores.
Con el lema 'Madrid necesita feminismo', el Ayuntamiento de Madrid ha organizado hasta 230 actividades en distintos espacios públicos de la ciudad, entre coloquios, talleres, espectáculos, cine, exposiciones, campañas de sensibilización y actividades deportivas. También entregará el Premio Clara Campoamor a la filósofa y ensayista feminista Celia Amorós.
Medialab-Prado celebrará una jornada de edición en Wikipedia o "editatona" sobre artículos relacionados con fotógrafas, La Joven Compañía interpretará la obra De mujeres sobre mujeres en el Centro Cultural Lázaro Carreter.
Hasta el 12 de abril continúa en el Centro Cultural Conde Duque el festival Ellas Crean. Con un programa que bucea en la poesía, el cine, el teatro, la danza y la música, esta 13ª edición vuelve a reivindicarse un año más como la mayor cita anual para dar difusión a la creatividad de las mujeres.
Los museos nacionales se suman también a la celebración del Día de la Mujer. El Museo Arqueológico Nacional celebrará el 8 de marzo con visitas guiadas en clave de género, una jornada de edición en Wikipedia sobre mujeres arqueólogas, la presentación del blog Arqueólogas e Historiadoras y una breve pieza teatral. Por su parte, el Museo Nacional de Antropología se une a la celebración del Día Internacional de la Mujer con la exposición temporal ‘Mujeres del Congo' con fotografías de Isabel Muñoz y Concha Casajús. Todo el mes de marzo, el Museo Nacional del Romanticismo lo dedicará a la mujer en el siglo XIX y el de Arte Romano de Mérida celebra la semana de la mujer con conferencias, recreaciones históricas y visitas tematizadas donde la mujer es la protagonista.