Max Aub en la cuesta de Moyano en 1972. Foto: Ignacio Soldevila. Fundación Max Aub
El Instituto Cervantes inaugura Retorno a Max Aub, una exposición de 120 objetos en los que se recorre la vida nómada del singular escritor español hasta el próximo 23 de abril.
El humor es uno de los rasgos característicos que unen al escritor de La gallina ciega con Miguel de Cervantes, del que se inaugura también la exposición Viaje alrededor del Persiles, y con Eduardo Mendoza, que recoge este jueves el Premio Cervantes. "Su humor es significativo y un medio para llegar a otros sitios, no quería contar chistes sino hablar de cómo somos", anota Juan Marqués, poeta y comisario de la exposición. La muestra, con vocación pedagógica y montada de manera cronológica, está dividida en cuatro bloques que desgranan la trayectoria vital de uno de nuestros escritores más originales y divertidos.
Pasaporte mexicano de Max Aub, que le permitió la entrada en España en 1969. Foto: Fundación Max Aub
El primer bloque, Primeros años, primeros libros abarca desde el 1903 hasta el comienzo de la Guerra Civil en 1936 donde se puede ver cómo "tenía un oído en la actualidad más rabiosa y otro en la cultura de su nuevo país", señala Marqués. Libros y documentos analizan, además, ese carácter "nómada por el que no pudo hacerse firme en ningún epicentro cultural". El segundo bloque, Campo de sangre, rastrea los años de la contienda entre 1936 y 1942 cuando "escribe piezas de combate, literatura combativa", señala Marqués. En las vitrinas se muestra también el catálogo de la Exposición Internacional de París de 1937 en la que Aub participó "en las conversaciones con Picasso y tramitó el encargo del Guernica". Pero sufrió condenas en diferentes campos de concentración franceses y argelinos al ser denunciado por comunista, cuando Aub siempre fue socialista. En un pequeño papel manuscrito, a modo de lista de las cosas que hacer, aparecen los nombres de María Zambrano y Josep Renau para contactar en la hora de su exilio.De Argelia emigró a México, país que le acogió y lugar en el que desarrolló gran parte de su obra, como muestra En el otro costado, que abarca de 1942 a 1968. Es la sección más amplia, en la que se suceden documentos, libros, fotografías, dibujos y pinturas de Jusep Torres Campalans, un pintor que él mismo se inventó y a quien llegó a dedicar una biografía a modo de novela. Pero era él mismo. "Es la etapa de su esplendor creativo", opina el comisario. Pero a pesar de que su obra Campo cerrado fue escrita antes del exilio, en 1939, hasta 1943 no fue publicada. "Hubiera sido la primera obra maestra sobre el duelo de la guerra", pero pasaron cuatro años y "eso apenó al escritor".
Hombre Azul, de Jusep Torres Campalans y, a la derecha, portada de la biografía Jusep Torres Campalans, escrita por Max Aub
Cuando llega el año 1968, Aub se prepara para volver a España en dos ocasiones. La primera para llevar a cabo el proyecto que Aguilar le había encargado: un libro sobre Luis Buñuel, con quien compartió también correspondencia y realizó entrevistas para el encargo. La segunda vez fue en 1972, poco antes de que "el corazón apátrida" de Aub constatara que "España no era su hogar y regresara a México con la sensación de que lo más cercano a un hogar que tuvo fue México".
No obstante tuvo tiempo de hacer una última broma en forma de epitafio: "Hice lo que pude".
@scamarzana