Sonsoles Ónega. Foto: Raquel Molina

Premio Fernando Lara. Planeta. Madrid, 2017. 592 páginas, 21,90 €. Ebook: 12,34 €

Después del amor es la quinta novela de la periodista y escritora Sonsoles Ónega (Madrid, 1977) desde que se estrenó en 2004 y fue reapareciendo con títulos que no han pasado desapercibidos (Nosotras que lo quisimos todo, 2015). Pero hay algo que marca un punto de inflexión en este gran relato, además de la experiencia narrativa, razón de peso para crecer como autora. Lo que le distingue ahora es la ambición de enredarse en una trama que busca hacerse cargo de los tres grandes frentes de esta historia -personajes, ambientes y situaciones-, tomados de una realidad fielmente registrada y rigurosamente documentada; sostenerla, además, con el recurso de un estilo nada fácil, sencillo, fluido e intenso, y aderezarla con detalles (moda, vida social), curiosidades (la construcción de la Sagrada Familia), gestos (la familia pendiente de la vida a través de la prensa y la radio en las casas, las conferencias telefónicas,...), conquistas sociales (el voto de las mujeres, el divorcio) que contribuyen a la recreación de un tema difícil de defender sin prescindir de la talla impuesta por las grandes novelas de un género que aglutina lectores si se acierta a trasladar la intensidad emocional necesaria para otorgar credibilidad a lo que pretende contar: una gran historia de amor en tiempos de guerra.



En este caso una historia verdadera, la de Carmen Trilla y el capitán del ejército Federico Escofet, contada desde el lado de esta mujer de la burguesía catalana, casada con un médico de prestigio, madre de tres hijos, sometida a las convenciones de su tiempo y decidida, en un momento puntual de su vida, a apostar por la vida con otro hombre sin imaginar que esa vida estaría marcada por la humillación y la prohibición de ver a sus hijos, por despedidas constantes y promesas de reencuentros, y por el alejamiento cada vez mayor de su familia. Ficción y realidad conviven para otorgar veracidad a la puesta en escena de los movimientos bélicos, sinrazón de las razones de este ajetreo. Lo vivido en Barcelona entre 1931 y 1940, la II República Española y la República catalana, la Guerra Civil española y la II Guerra Mundial. Y las consecuencias para la pareja: prisión en Cádiz, "la carretera del exilio" a Francia, campo de concentración en Angèles-sur-Mer, Perpiñán, Bélgica. Acción recreada al ritmo exigido por los acontecimientos políticos, pues fueron estos los que condujeron la vida de Federico, comisario General de Orden Público, "de burgués monárquico a burgués republicano. Del pelotón de fusilamiento al indulto regalado. De la cárcel a la gala",... Y Carmen, enamorada, batallando por recuperar su patria: la vida con sus hijos.



Fueron las dos hijas (Tomía y Cucaya) las que le contaron a la autora la historia de su madre, o lo poco que supieron de esa historia de amor que ellas vivieron siendo niñas. Este libro también se crea para poner voz a esas vivencias de infancia obligada a construir la guerra desde su experiencia, anotando definiciones, sumando retales de lo que oían: "la guerra era el viaje de mamá", fronteras cerradas, medias verdades y medias mentiras. La guerra era también drama personal, historias como la de Carmen y Federico, que aciertan al tener quien las cuente con esta intensidad emocional. Por eso tendrá, seguro, muchos lectores dispuestos a escucharla.