Pedro A. González Moreno

A Pedro A. González Moreno (Calzada de Calatrava, Ciudad Real, 1960) el anuncio del Premio Café Gijón por su novela La mujer de la escalera le "pilló contra la barra del bar viendo un partido de fútbol", según ha compartido en el acto celebrado esta mañana para anunciar el fallo del jurado. "La verdad es que el fútbol y la literatura no son incompatibles", ha bromeado antes de confesar su "gran emoción" por recoger este premio "de tanto prestigio y de tan larga tradición que ganaron aquellos autores que nosotros, como estudiantes, ya leíamos entonces".



Se trata esta de una doble alegría por recibirlo precisamente en el Café Gijón de Madrid, lugar que ya aparece en su primera novela, Los puentes rotos, por la que obtuvo el Premio Río Manzanares. De hecho, "representa un escenario ideal porque yo vengo del mundo de la poesía y desde muy jovencito ya tuve la curiosidad de venir a este café mítico", ha explicado. "Aquí tuve la oportunidad de conocer a algunos poetas, que luego fueron amigos". Entre otros, quiso recordar a José García Nieto y a Eladio Cabañero.



Premio José Hierro por El ruido de la savia, Tiflos por Calendario de sombras, e Hiperión por Anaqueles sin dueño, Pedro González Moreno ha publicado seis libros de poesía, dos novelas, un libro de viajes y varios ensayos. La mujer de la escalera, su última obra, es la historia de "dos crímenes y la búsqueda de unas supuestas obras de teatro anteriores a la producción de La Celestina", según ha recogido la opinión del jurado, formado por Mercedes Monmany, Antonio Colinas, Marcos Giralt Torrente, Rosa Regàs y José María Guelbenzu para la ocasión. En ella, el autor "crea una apasionante novela ambientada en el mundo universitario, donde la protagonista se verá inmersa en un cruce de intrigas que él desarrolla hábilmente y con un excelente despliegue de recursos literarios", ha leído Guelbenzu después de hacer público el nombre del ganador.



Con todo, no se trata esta de una obra autobiográfica, según ha querido subrayar el escritor. Aunque, reconoce, siempre hay algo del autor en la obra, "precisamente hay algo de mi generación, sobre todo, en esta historia y en estos personajes que terminaron la carrera allá por el año 80". Así, "el primer planteamiento con el que se abre la novela, al margen del suicidio o de la muerte de algunos de los personajes, es el enclave de esa generación un poco fronteriza, por no decir anfibia, que estaba y que de alguna manera sigue estando en una tierra de nadie".



"Estos personajes -continúa- se pasan en algún momento de la historia reflexionando sobre cuál es el sentido y la identidad de su propia generación dentro del devenir histórico de la sociedad madrileña de entonces. Hablamos del periodo de la Transición, donde se sienten fuera de sitio. Tienen la sensación de que llegaron tarde a todo o demasiado pronto y se reivindican a sí mismos dentro del ámbito universitario a través del teatro".



De ahí que el teatro sea uno de los pilares argumentales de la novela. "Existe -explica González Moreno- un gran vacío de casi dos siglos y medio o tres entre el Auto de los Reyes Magos y La celestina. Es de suponer que en ese hueco existió un teatro desconocido". Precisamente a la búsqueda material de esos libros supuestamente desaparecidos, por lo menos en la ficción, es a lo que se entregan los dos protagonistas principales de La mujer de la escalera, en una historia en la que no podían faltar guiños a la obra de Fernando de Rojas y a Luces de bohemia, las dos obras del teatro español que el escritor, que reconoce abiertamente su devoción por Valle-Inclán, considera "insuperables".



Con una presencia internacional creciente, la participación latinoamericana ha alcanzado el 50 % en esta edición del Premio Café Gijón. Creado en 1949 por Fernando Fernán-Gómez para servir de réplica al Nadal de Barcelona, es un referente de prestigio literario en lengua española. La última premiada, en 2016, fue la escritora Isabel Bono con la obra Una casa en Bleturge. Desde 2007 las obras galardonadas son publicadas por la editorial Siruela, que será la encargada de hacer lo propio próximamente con la obra de Pedro González Moreno.



@mailouti