Ray Loriga y Guillermo Arriaga durante Cosmopoética

Recorremos una de las jornadas más esperadas del festival de poesía cordobés Cosmopoetica, que este año consolida su importancia ampliando la afluencia de público gracias a la presencia de Ray Loriga, Guillermo Arriaga, Ricardo Lezón (McEnroe), Guille Galván (Vetusta Morla)...

Uno de los festivales de poesía más importantes de Europa no deja de crecer. Se ha sobrepasado el ecuador de Cosmopoética y aquello que pretendían, derribar muros, ya lo han conseguido. En este caso, en forma de afluencia de público. Antes de terminar el festival, los miembros de la organización no se aventuran con cifras, pero sí estiman una participación mucho más alta que en la edición anterior. Mucha culpa de ello recae sobre el director literario, Antonio Agredano, cuyas propuestas para esta edición, vistos los resultados, han sido más que buenas. Nos centramos en una de las principales jornadas del evento. Tres platos fuertes repletos de nombres importantes en el panorama literario español e internacional garantizaban el lleno del pasado martes en la sala Orive.



El momento más esperado era el de Ray Loriga, último ganador del Premio Alfaguara de novela por su obra Rendición, junto a su cuate Guillermo Arriaga, narrador y guionista de películas como Amores Perros, Babel o 21 gramos. Antes del encuentro con el público, dentro del ciclo Conversaciones en la frontera que cada día reúne a dos autores de parecida idiosincrasia, ofrecieron una rueda de prensa para los medios donde ya transmitieron la sintonía tan especial que existe entre dos autores amigos. "Yo quise hacerme amigo suyo cuando empecé a leer sus novelas", confesaba Arriaga, que se encuentra en plena promoción de su última y densa novela, El salvaje, también publicada por Alfaguara. Loriga, también guionista, compartió con su compañero su opinión al respecto del guion de cine, al que incluía dentro de la literatura.



Preguntado por la hipótesis de que los conflictos fronterizos entre México-Estados Unidos y Cataluña-España pudieran convertirse en novelas, el madrileño fue contundente: "Son dos obras que no pienso leer". La conversación no fue tan entretenida como la coincidencia por parte de los dos autores en que la intención de sus obras no era transmitir un mensaje. "Una cosa es escribir con el objetivo de lanzar un mensaje y otra es descubrirlo mientras escribes la novela", aclaró el mexicano cuando protestó el presentador.



Ricardo Lezón (McEnroe) y Guille Galván (Vetusta Morla) durante su concierto recital

Recitales y fusión de poesía y música

El recital a cargo de Karen Villeda, Karmelo C. Iribarren y Javier Sánchez Menéndez era otro de los eventos atractivos de la jornada. La autora mexicana, que tuvo el coraje y el respeto de acudir al festival sólo diez días después de perder su casa por culpa del terremoto que asoló México, es responsable del taller de Ciberpoesía, en el que enseña a rentabilizar las redes sociales como instrumento para difundir la poesía. Comenzó con un fragmento de un poema narrativo lleno de enumeraciones donde predominaban las imágenes sugerentes. Iribarren, un clásico en los recitales, desgranó sus poemas breves de lenguaje sencillo y voz profundamente poética, mientras que Sánchez Menéndez hizo gala de su habitual ironía -"Tenemos que dormir más deprisa / mañana hay que naufragar-" en la lectura de una selección de poemas de su último libro, El baile del diablo, publicado por la editorial Renacimiento.



Sólo faltaba la actuación de los cantantes-poetas en el ciclo Sol Sostenido, dedicado a la mezcla de música y poesía. Ricardo Lezón, del grupo indie McEnroe, y Guille Galván, de Vetusta Morla, batieron el récord de asistencia hasta el momento en el festival. Un mayoritario público adolescente, derivado de la afición anterior por los proyectos musicales correspondientes, disfrutó y cantó con los nuevos poetas, recientemente publicados por la editorial cordobesa Bandaáparte, que hace años apuesta ya por esta fórmula. Preguntados por el ya cansino debate que les enfrenta a los puristas, que no consideran poesía lo que escriben, Galván se reconoce un impostor, aunque asegura que "la música y la poesía son habitaciones de una misma casa y tienen las ventanas abiertas", mientras que Lezón defiende que "nadie se prepara para la poesía ni nadie es más poeta que otro". Una canción cada uno y una a medias completaron un espectáculo complaciente con un público que esperaba lo que recibió.



Nada tuvo que ver la intervención del día anterior en Sol Sotenido de Ángelo Néstore y El Niño de Elche, tan irreverentes como distintos entre sí. Apadrinados también por Bandaáparte, no dejaron indiferente a nadie. El italiano afincado en Málaga protagonizó una performance de declamación, lectura, interpretación y confesión acompañada de vídeo, mientras que El Niño de Elche leía sus textos protestones y rebeldes, a los que añadía algún comentario nunca exento de sarcasmo sobre política, televisión o industria musical. Tampoco pasaron desapercibidos en los días anteriores Nacho Vegas, Xoel López, Santiago Auserón o el flamenco Lin Cortés junto a Josep María Rodríguez. Los talleres, las exposiciones, la poesía mexicana en los bares dentro del ciclo Cantinas, Cosmopeque para los niños, la poesía en los mercados y las jamsessions para terminar la jornada completan el día a día de Cosmopoética, una fiesta donde, aunque no lo parezca, se habla poco o nada de Cataluña. Iba en serio lo de romper fronteras.