El Festival Eñe y Acción Cultural Española congregan a periodistas españoles y extranjeros para debatir sobre el futuro de los suplementos culturales y sobre la repercusión de la literatura española en la prensa internacional.

El festival literario Eñe, que se celebra en Madrid hasta el 5 de noviembre organizado por La Fábrica, ha inaugurado gracias a Acción Cultural Española (AC/E) unas nuevas jornadas profesionales en las que se ha debatido sobre la proyección de la literatura española en el extranjero y sobre el presente y el futuro de los suplementos culturales. Para ello, el festival que dirige Luis Posada y que en esta edición ha tenido como director literario al periodista Antonio Lucas, ha invitado a tres editores y periodistas de suplementos literarios extranjeros de referencia: Pamela Paul, editora de The New York Times Book Review (EE.UU.); Rupert Shortt, uno de los editores de Times Literary Supplement (Reino Unido), y Florence Bouchy, periodista de Le Monde des Livres (Francia). Los tres se han reunido los días 26 y 27 con editores y periodistas españoles y expondrán al público el resultado de sus conversaciones este sábado 28 a las 11 horas en un coloquio moderado por el periodista Winston Manrique Sabogal en CentroCentro Cibeles y cuyas impresiones generales resumen a continuación para El Cultural.



Este viernes 27 los tres periodistas extranjeros invitados a Eñe se han reunido con colegas españoles: Blanca Berasátegui (El Cultural), Iker Seisdedos (Babelia, El País), Laura Revuelta (ABC Cultural), Daniel Arjona (El Confidencial), Daniel Gascón (Letras Libres) y Antonio Iturbe (Librújula). Con ellos han compartido impresiones sobre los retos a los que se enfrenta hoy el periodismo y, especialmente, el cultural y literario.



Pamela Paul considera "fascinante" comprobar que el periodismo literario se enfrenta a los mismos retos tanto a un lado como al otro del Atlántico, a pesar de sus diferencias de "escala". A la periodista estadounidense le preocupa especialmente identificar bien a la competencia: "En cuanto a historias, nos comparamos con otras publicaciones; pero si hablamos de contenido en general, para atraer lectores nuestra competencia es Google, Facebook, YouTube, incluso Amazon. Todas estas redes sociales y plataformas están acaparando la atención de muchísima gente, y en cierto modo nos la están robando a los periodistas".



Pamela Paul, Rupert Shortt y Florence Bouchy

En cuanto al dilema de cobrar o no por los contenidos digitales, que ha tenido a la prensa dando palos de ciego sin encontrar un modelo definitivo desde el cambio de siglo, Bouchy defiende la política de "pago integral" que practica Le Monde des Livres. "Yo creo que la gratuidad de los suplementos culturales online es una trampa que nos hace perder dinero y, si bien ganamos lectores, perdemos credibilidad porque baja la calidad de lo que ofrecemos, y esto no es una noticia para nadie. El contenido de calidad tiene un coste y es importante que los lectores no lo olviden", señala. Por su parte, Shortt se muestra satisfecho con el modelo mixto que adoptó hace un tiempo el Times Literary Supplement, en el que se combinan los contenidos gratuitos y de pago.



Letras españolas en la prensa extranjera

Paul, Shortt y Bouchy se reunieron el jueves 26 con los editores Elena Ramírez (Seix Barral), David Trías (Plaza y Janés), Ofelia Grande (Siruela), David Villanueva (Demipage), Enrique Redel (Impedimenta), Marina Sanmartín (Tres Hermanas) y Valeria Ciompi (Alianza) para intercambiar sus impresiones sobre la repercusión de la literatura española en los medios extranjeros. Ante las quejas de algunos editores españoles sobre la escasa representación de nuestros autores en la prensa de Reino Unido, Estados Unidos o Francia, tanto Paul como Shortt y Bouchy consideran que el problema, en todo caso, procede de la escasez de traducciones de la literatura española actual a otros idiomas. "Además las editoriales españolas no suelen enviarme ejemplares de sus libros; cuando llegan a la oficina es porque yo los he solicitado. O sea, quien está promoviendo la literatura española esos casos no son las editoriales españolas, sino yo", opina Shortt. Por otra parte, aunque el Times Literary Supplement reseña libros escritos en cinco idiomas además del inglés -español, francés, alemán, italiano y ruso-, el periodista británico considera que la literatura anglosajona es tan "sobresaliente" que "no es enormemente necesario importar mucha literatura" a su país, del mismo modo en que "no es necesario importar vino a España". "Sin embargo, en mi revista reseñamos muchas obras traducidas al inglés, y créeme que estamos haciendo todo lo que podemos para conseguir un enfoque más internacional. Ya lo hemos logrado, me parece, pero siempre estamos tratando de mejorar. No quiero dar la impresión de ser complaciente, ni mucho menos".



Pamela Paul también alega que su publicación, The New York Times Book Review, se limita a reseñar aquello que se traduce al inglés, por lo que invita a las editoriales españolas a concentrar sus esfuerzos en promover la traducción y publicación de sus libros en el extranjero. "Intentamos mantener la vista puesta donde hay calidad, pero siempre limitándonos a libros traducidos, ya sean de España, Latinoamérica o China". No obstante, reconoce que "la cultura tiene mucho que ver con la geografía" y por eso normalmente las obras traducidas del español que figuran en el suplemento que dirige proceden de Latinoamérica. "Obviamente, siempre reseñamos los libros de Javier Marías cuando sus libros son publicados en Estados Unidos", concede.



Florence Bouchy también menciona a Marías, y a Javier Cercas, como ejemplos de novelistas españoles conocidos en su país. "En Francia se trata muy bien a los grandes nombres de la literatura española", afirma la periodista de Le Monde des Livres. No obstante, para ampliar el conocimiento francés de la narrativa española contemporánea -Bouchy se centra en el género porque es al que ella se dedica-, recomienda una vez más fomentar la traducción y se sorprende de que los editores con los que se reunieron reconociesen no estar muy enterados del funcionamiento de las ayudas públicas españolas a la traducción. Además la periodista considera que buena parte de las novelas españolas que le llegan "abordan siempre los mismos temas y en particular la guerra civil". "Es normal, porque es un tema muy importante, pero me sorprende que no nos llegue ese autor español de 35 años que nos cuente su vida diaria y sus pensamientos, y ni siquiera sé si existe ese tipo de escritor en España. Imagino que sí, pero a Francia no nos ha llegado".



@FDQuijano