Un año y 500.000 ejemplares después de su aparición, Patria, de Fernando Aramburu, ha seguido siendo
el libro del año. Elegido como tal en 2016, los críticos de El Cultural han valorado este año el regreso
de algunos clásicos (Marías, Landero, Piglia) y la confirmación de nuevos valores (Fonseca, Mairal).
1. Museo animal
Carlos Fonseca. Anagrama
A vueltas con los límites políticos del arte, Carlos Fonseca (San José, Costa Rica, 1987) plantea en
Museo animal un relato caleidoscópico de enorme ambición, tan agil como deslumbrante. Uno de los hilos del relato nos descubre a Viviana Luxembourg, juzgada por haber provocado el colapso de operadores económicos difundiendo informaciones falsas o progresivamente distorsionadas como una forma de arte. Otro de los hilos es la historia del Subcomandante Marcos... Como destacó Nadal Suau al reseñar este "magnífico libro", la narrativa de Fonseca, "inteligente, evocativa y atmosférica cuando quiere, precisa y analítica en muchos otros tramos, tiene la energía obsesiva de un postmoderno norteamericano, y al mismo tiempo un carácter propio que sólo admite equiparación con algunos compañeros de generación. [...] Un libro importante".
2. Berta Isla
Javier Marías. Alfaguara
Novela de espías pero también de amor,
Berta Isla recupera al mejor Marías (1951), el de
Tu rostro mañana, con un relato de indudable poder evocador y en el que, según Nadal Suau, "hasta esos pasajes reiterativos en los que el lector duda si experimenta hipnosis o narcosis son necesarios, con sus vueltas y revueltas, para que Berta Isla cuente lo que tiene que contar". Y lo que tiene que contar es mucho: su relación amorosa con Tom Nevinson, un estudiante angloespañol obligado a convertirse en espía.
3. La uruguaya
Pedro Mairal. Libros del Asteroide
Escrita con fluidez,
La uruguaya es "una lectura absorbente, bien dosificada, llena de elementos que la hacen atractiva y sugerente". En ella, Mairal (Buenos Aires, 1970) relata la historia de un escritor argentino que percibe anticipos de varias editoriales por obras que aún no ha escrito y que mantiene una doble relación amorosa. A pesar de su brevedad, el relato "nos conmueve, nos coloca en la piel de otros y lo hace con brillantez. Pura literatura que estremece y pura vida en ella", en palabras de Ascensión Rivas.
4. Años felices
Gonzalo Torné. Anagrama
Un grupo de amigos en unos años inciertos, sus amores y desencuentros, son los protagonistas de esta tercera novela de Gonzalo Torné (Barcelona, 1976), un libro admirable, estructural y estilísticamente tan sólido como los referentes anglosajones a los que puede recordar (y mencionaba Nadal Suau a McEwan, Toibin y Ozick). Por si había alguna duda, nuestro crítico remató su comentario subrayando que resulta " psicológicamente sutil, divertida y devastadora a partes iguales, subrayable cada línea".
5. La vida negociable
Luis Landero. Tusquets
Que la vida iba en serio uno lo descubre siempre demasiado tarde, aunque generalmente no tarde tanto como Hugo Bayo, el pícaro protagonista de la última novela de Landero (Alburquerque, 1948), agria y desengañada, en la que brillan sus mejores cualidades como narrador. Ladrón, timador, mentiroso casi profesional, Bayo es tan capaz de chantajear a sus padres como de engañarse a sí mismo mientras sueña un futuro mejor armado con sus tijeras de peluquero.
6. El monarca de las sombras
Javier Cercas. Random House
Qué llevó a Manuel Mena, el mítico tío abuelo de Javier Cercas (1962), a combatir como voluntario con el ejército franquista en la guerra civil, defendiendo en el bando equivocado una causa que no era justa ni era la suya? ¿Es posible comprender qué y por qué pasó? ¿Se vuelve al pasado impunemente? Las respuestas a estos enigmas fraguaron en uno de los relatos más controvertidos del año, "una novela excelente, antibelicista, muy bien escrita y muy interesante en su exploración del pasado", según Basanta.
7. Connerland
Laura Fernández. Random House
Un escritor de ciencia ficción, Voss Van Conner, muere electrocutado por culpa del secador de pelo. Convertido en fantasma, se embarcará en una suerte de viaje lisérgico en el que visitará a todos los que significaron algo para él en el pasado. Así arranca Connerland, una novela distópica, ferozmente divertida, de Laura Fernández (Tarrasa, 1980). El resultado es eso, juerga loca, muy loca. "Una juerga no desprovista de subtexto, potencia romántica o crueldad crítica", como destacó Nadal Suau, que subrayó también su calidad e imaginación.
8. Un día en la vida
Ricardo Piglia. Anagrama
Sólo la muerte pudo poner fin a una de las aventuras creativas más destacadas del último medio siglo, la del argentino Ricardo Piglia (1940-2017). A modo de despedida, nos dejó el tercer volumen de los
Diarios de Emilio Renzi: Un día en la vida, un libro magistral en sí mismo que nos descubre "a un Piglia que siente el aliento del siglo XXI en el cogote, y lo encara de frente para hacer algunos de los apuntes más inteligentes que he leído últimamente sobre las condiciones de vida y de producción cultural en nuestros días" (Nadal Suau).
9. Clavícula
Marta Sanz. Anagrama
A caballo entre la novela y el ensayo, el diario y la autoficción,
Clavícula es el aullido de una Marta Sanz (Madrid, 1967) herida por el dolor "que anula la inteligencia" y por el miedo a la enfermedad y a la muerte. Su mal podría tal vez ser imaginario, aunque eso no mitigue la angustia. Por eso, como apuntaba Santos Sanz Villanueva al reseñarla, "con esta engañosa autobiografía apunta su autora un novedoso y atractivo camino para la actualización de la narrativa social".
10. Terroristas modernos
Cristina Morales. Candaya
Una conspiración triangular para derrocar a Fernando VII, según la cual cada involucrado sólo conoce al ángulo superior que le transmite las órdenes y a los dos ángulos inferiores a los que debe trasladar el mismo mensaje, es el tema central de una de las novelas más modernas y sorprendentes de la temporada,
Terroristas modernos, de Cristina Morales (Granada, 1985), un relato inteligente que juega con algunas de las bases de la literatura española, del realismo a la picaresca.