Víctor del Árbol (Barcelona, 1968) irrumpió en la narrativa española con El peso de los muertos, ganadora del Premio Tiflos de Novela en 2006. Su trayectoria se completa con media docena de novelas más entre las cuales destacan La víspera de casi todo, Premio Nadal 2016. En Por encima de la lluvia se entrecruzan cuatro relatos familiares que convergen en la misma historia como representaciones de un pasado que condiciona el presente. Su composición consta de siete partes, con prólogo y epílogo. En el prólogo comienza la desgraciada historia de Helena en Tánger, desde su niñez en 1955. Las siete partes se componen de cuatro capítulos cada una, salvo la sexta, que tiene cinco. Todas llevan por título la indicación del tiempo en que transcurre la acción, desde “Febrero de 2014” (Primera parte) hasta “Agosto de 2014” (Séptima).
En su discurso se despliega la narración alternante de las cuatro historias en espacios diferentes y su progresivo entrecruzamiento como ramas de una narración común. En Sevilla, Miguel se queda viudo, con amenaza de alzhéimer y una pésima relación con su yerno; en una residencia de ancianos en Tarifa, Helena rememora su turbio pasado en un colegio británico; a la ciudad sueca de Malmö llegaron Abdul (a quien Helena conoció en Tánger) y su familia, con la hija prostituida por su padre y la hermosa nieta Yasmina, atrapada en la red de sexo y drogas dirigida por el turco Sture, con implicación de un subcomisario de policía con ambición de poder.
En las siete partes asistimos al crecimiento de las historias y su gradual entrecruzamiento. La narración sigue un transcurso cronológico lineal. En su desarrollo alternante en cuatro capítulos, con epígrafes que indican el espacio donde transcurre la acción, se parte siempre del presente narrativo, con las historias contadas por un narrador omnisciente en tercera persona, que atiende a todos los frentes. Pero se practican fragmentarias restrospecciones temporales para ir completando cada uno de los relatos, primero por separado y después relacionados como partes de la misma historia. Y el epílogo se desplaza a 2017, con uno de los personajes principales ya en pleno alzhéimer ante el mar de Tarifa.
Esta composición a cuatro bandas es lo más logrado de la novela por su progresiva convergencia estructural. Su complejidad permite atender simultáneamente a diversos temas representados en inquietudes de distintos personajes en diferentes momentos de sus vidas. Lo común a todos está en el peso del pasado que los absorbe entre la memoria y el olvido, como vidas rotas en busca de su verdadero ser. Y entre los aspectos temáticos más importantes resaltan el tardío descubrimiento del amor por parte de Helena y Miguel, ya septuagenarios, en su viaje desde Tánger y desde Sevilla hasta Barcelona y Malmö.
Este es el eje vertebrador en torno al cual se van completando variaciones de novela del aprendizaje junto con la preocupación por el trato a los mayores, por los problemas de inmigrantes marroquíes en un barrio marginal de Malmö, con situaciones propias de novela social, y también con intriga de novela policíaca, tanto en la violencia desatada por unos jóvenes ucranianos en Sevilla como en la invasión de droga y sexo explotados en el barrio sueco irónicamente denominado Rosengarden (jardín de la rosa), bajo la férula de un cruel cabecilla turco y con participación de un subcomisario con afanes de medrar en política. Por ello esta novela no defraudará a sus lectores.