Fernando VII, retratado por Vicente López Portaña hacia 1814-15
Taimado, hipócrita, vengativo, cruel, desconfiado de todos y de todo. Es la imagen que ha quedado de Fernando VII, y el próximo libro del historiador Emilio La Parra viene a ratificarla con una ingente documentación. Una labor que le ha valido el Premio Comillas de historia, biografía y memorias, que la editorial Tusquets ha fallado este viernes.El libro, con el título Fernando VII. Un rey deseado y detestado, se publicará en marzo y en su título ya refleja la cara y la cruz de la personalidad del monarca. Como explica La Parra a El Cultural, "era un individuo complejo, desconcertante en ocasiones, y no era nada tonto. Era inteligente, pero con una inteligencia práctica de pillería, más que discursiva. Como decía un personaje de la época, el conde de Laforest, no era capaz de desarrollar un discurso complejo, pero sin embargo sabía beneficiarse de cualquier circunstancia y, naturalmente, de su situación en la cúspide de una monarquía absoluta".
El jurado de este premio creado por el editor Antonio López Lamadrid en 1988 y convocado por la editorial Tusquets ha acordado conceder por mayoría el galardón en su trigésima edición a esta obra de la que sus miembros destacan "el enorme conocimiento sobre el personaje y la valiosa y múltiple documentación aportada. Además de ratificar historiográficamente la turbia leyenda que acompaña a la figura de este monarca, el libro arroja nueva luz sobre las complejidades de una etapa histórica indudablemente tiránica, que, con numerosos matices, explica gran parte de la historia posterior de España". El jurado subraya asimismo que "es un texto llamado a convertirse en la biografía de referencia de Fernando VII y su época".
Los españoles que se levantaron en armas contra los franceses, que apenas lo conocían, tomaron a Fernando VII como símbolo de la unión y la independencia de España, y este supo aprovechar esta propaganda gratuita, mientras él, retenido por Napoleón en el castillo de Valençay, se sometió dócilmente al emperador francés, llegando a pedirle por carta ser su hijo adoptivo. A pesar de ello, ni el propio Napoleón lo soportaba: "En una carta a su ministro de exteriores, Napoleón lo califica de insoportable y dice que, tanto si le hace recriminaciones como alabanzas, siempre mantiene el mismo semblante de estatua. Era un individuo que no mostraba ante sus superiores lo que pensaba, pero ante los débiles era imperativo y cruel. Al mismo tiempo, era muy campechano con la gente, adoptaba su lenguaje, era aficionado a los tacos y le gustaba reír los chistes y las historietas que le contaban sus servidores, la llamada camarilla", explica el Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Alicante.
La Parra considera a Fernando VII como un monarca único, ya que gobernó de manera distinta a los reyes que le precedieron y a los que le sucedieron. "Gobernó personalmente todo el tiempo en que pudo hacerlo, con el breve intermedio del trienio liberal. Tomó parte directa en asuntos de gobierno incluso nimios, y esto condiciona la forma de ser de su reinado. No podemos calificarlo como un rey constitucional, porque rechazó la Constitución de 1812, pero tampoco absoluto; más bien personalista, más cerca de un tirano que del rey absoluto". La diferencia entre un tirano y la figura del monarca absoluto propia del Antiguo Régimen, explica La Parra, estriba en que incluso estos, que en teoría concentraban todo el poder, estaban en la práctica limitados por los fueros, los consejos (el de Castilla, el de las Indias, el de Guerra...), así como los privilegios del clero y la nobleza tradicional, mientras que Fernando VII, "sin anularlos, los hace inoperativos". De esta manera, además del odio de los liberales, a los que el rey persiguió y masacró, se ganó también el de los sectores más reaccionarios de la sociedad.
El archivo del Palacio Real de Madrid, el Archivo Histórico Nacional y los Archivos Nacionales de París han sido los tres principales abrevaderos de la investigación de La Parra, condensada en esta biografía que tendrá 700 páginas. Asegura el historiador que en el libro encontraremos muchos datos desconocidos hasta ahora, aunque son tantos y lleva tanto tiempo sumergido en la figura del rey borbón que a él ya no le parecen novedades. Entre algunos documentos curiosos, señala una carta de Fernando VII al papa León XII contándole sus problemas conyugales, una carta en la que conmina a un subordinado a acatar sus órdenes sin revelar la verdadera intención del monarca (un ejemplo más de su carácter taimado) o un diario que escribió siendo adolescente en francés, a modo de ejercicio para practicar el idioma, durante un viaje a Sevilla con sus padres, Carlos IV y María Luisa de Parma.
Emilio La Parra López (Palomares del Campo, Cuenca, 1949) es un reconocido especialista en la historia política y cultural en el tránsito del siglo XVIII al XIX, ha publicado varias biografías, entre las que destaca Manuel Godoy. La aventura del poder (2002 y 2005). Desde las investigaciones llevadas acabo para aquel libro, donde ya trató bastante la figura de Fernando VII, lleva una década consagrado a la figura del llamado "rey felón". Es autor de un buen número de estudios sobre Fernando VII y su tiempo, entre otros la monografía Los Cien Mil Hijos de San Luis. El ocaso del primer impulso liberal en España (2007), y coordinador del volumen La imagen del poder. Reyes y regentes en la España del siglo XIX (2011). Ha sido director de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes y es doctor Honoris Causa por la Universidad de Provence (Francia).
@FDQuijano